La joven Juli Sobrero está haciendo historia como árbitro en el fútbol local

Foto: Sergio Etcheverry

(NOTA CON AUDIO) – Las mujeres siguen abriéndose camino en espacios que solían ser masculinos, muchas veces a fuerza de insistir durante años, otras veces de manera más sencilla, pero siempre en pos de ser quienes quieren ser.

Florencia Romano fue la primera mujer árbitro de nuestro país, y el pitazo inicial lo dio el 4 de abril de 1998, en un partido entre Victoriano Arenas y Muñiz, de la categoría Primera D.

Para lograrlo, la por entonces estudiante de arquitectura, se enfrentó a un fuerte conflicto político y judicial, hasta obtener el derecho de ejercer su profesión.

Pasaron 19 años para que una mujer fuera árbitro asistente en un partido de primera división de AFA. Se trata de Gisela Trucco, quien estuvo en una de las líneas de Defensa y Justicia – Olimpo, por la Superliga.

En Coronel Dorrego, quien está haciendo historia en el referato es Julieta Sobrero, joven de 24 años que trabaja en una heladería de nuestra ciudad.

«El fútbol me gusta muchísimo desde muy chica, cuando iba con papi (Néstor «Wichi») a la cancha. Siempre quise jugar, pero por distintas situaciones personales no lo pude hacer. Hace dos años hice el curso de árbitro (a cargo de Alberto Martínez)», dijo Juli a LA DORREGO.

Recordó que su primera experiencia como árbitro fue durante un encuentro de escuelitas que se realizó en la cancha de Suteryh de Monte Hermoso, mientras que el año pasado fue su debut en un partido de reserva en el estadio de San Martín.

También en tercera ocupó una de las líneas en la final entre Independiente y Villa Rosa.

El debut en primera como asistente en la Liga de Dorrego fue este año, en un cotejo entre San Martín y Suteryh.

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