Crearán en nuestro distrito un Registro Municipal de Acompañantes Terapéuticos

El Concejo Deliberante aprobó ayer jueves un proyecto de ordenanza que propone la creación en nuestro distrito del Registro Municipal Acompañantes Terapéuticos, el cual será de acceso público.

La iniciativa, presentada por el bloque de UCR – Juntos por el Cambio, destaca que serán inscriptos en el Registro todas aquellas personas que posean título o certificación habilitante como Acompañante Terapéutico expedido por organismos nacionales, provinciales o entidades debidamente autorizadas para tal fin. Deberán adjuntar curriculum vitae.

Será la Dirección del Hospital Municipal María Eva Duarte de Perón, a través de la Coordinación del Área de Salud Mental, la encargada de llevar adelante la creación del Registro.

Las funciones que tendrá el Registro serán:
• Mantener la información actualizada, anualmente, de las personas habilitadas para desarrollar dicha actividad.
• Difundir el listado a todos los prestadores de servicio de salud y educación como así también a las instituciones públicas, privadas y particulares que habitualmente requieren éste tipo de servicio.

Reconocer y jerarquizar

Según explicó la concejala María Laura Dumrauf, el Acompañante Terapéutico es una persona, profesional, que actúa como agente de salud, asistiendo a una persona que se encuentra bajo tratamiento médico y/o psicológico.
“Su función se basa en asistir a personas que por diversas patologías ya sean biológicas, psicológicas, físicas o sociales no pueden realizar por sí solas las tareas de la vida cotidiana, promoviendo en el paciente una mayor autonomía”, especificó.
“Es un/una profesional capacitado/a que lleva a cabo su función asistencial específica en el ámbito educativo, hospitalario, domiciliario y de reinserción social, formando parte de un equipo interdisciplinario”, amplió.
También consideró que existe “un grupo notable de Acompañantes Terapéuticos en nuestra localidad”, por lo que “es necesario reconocer, jerarquizar y promover la profesionalización de la actividad que llevan a cabo en el ámbito público y/o privado”.
“Se busca regularizar la situación de todas las personas que poseen la capacitación de Acompañante Terapéutico y/o Tecnicatura y optaron como salida laboral ésta tarea, como también garantizar mayor seguridad a los familiares de aquellas personas que requieran de éstos servicio”, completó Dumrauf.

Un poco de historia

En el 2003 se estableció en la Argentina al 3 de mayo como el Día del Acompañante Terapéutico (un día como ese se estableció la Asociación de Acompañantes Terapéuticos de la República Argentina). «Es una entidad constituida de forma federal con miembros fundadores pertenecientes a distintas geografías de nuestro país», detalló Carlos Graiño, miembro fundador de la entidad.
La historia del acompañamiento terapéutico como dispositivo surgió en la década del 60, cuando el discurso psicoanalítico ingresó a las instituciones «de encierro» y se hicieron fuertes los movimientos internacionales de desmanicomialización. Entonces se hizo más presente y constante una pregunta: ¿cómo acompañar distintos procesos terapéuticos en este contexto? Eso sirvió de disparador para perfilar a estos profesionales que hoy son cada vez más requeridos para trabajar sobre distintas patologías y en diversos contextos.
En 1970, el doctor Eduardo Kalina, médico graduado de la UBA y especialista en psiquiatría, le otorgó un nombre a esta figura que ofrecía alternativas para evitar las consecuencias de una internación psiquiátrica y que también trabajaba con personas con adicciones. Lo llamó «amigo calificado». Esta tarea de escucha y contención que se ofrecía como alternativa para la internación y que se asociaba a un vínculo amistoso, adaptó un rol profesional con la denominación Acompañante Terapéutico y con la incorporación dentro de equipos multidisciplinarios. Los nuevos paradigmas en Salud Mental apuntaban a evitar la estigmatización y marginación de personas con padecimientos subjetivos crónicos o graves.
El acompañamiento terapéutico confluye así como dispositivo que trabaja en triangulación entre familia, profesional de la salud y paciente, sosteniendo la continuidad de los tratamientos ambulatorios como pieza fundamental de la estrategia terapéutica. Asociarse fue necesario para lograr una institucionalización profesional cuando no existía regulación normativa que los contenga. La Asociación de AT de Bahía Blanca (1997) fue pionera en articular convenios con instituciones públicas y privadas para insertar ATs en el sistema público de salud, detalla Graiño.
En la actualidad, la complejidad del trabajo es mayor y por ello es necesaria una formación específica. «La jerarquización y la profesionalización de esta práctica que ya lleva muchos años, debe ir acompañada de una formalidad científica a través de los andamiajes que ofrecen las teorías», expresó el psicólogo Alfredo Estupiñan. (Ecos de mi ciudad). (23-07-21).