Hechos y protagonistas del Pago Chico: Recuerdos del principio
Por Fabián Barda
Domingo Palotto fue un caracterizado vecino de Coronel Dorrego. Nació a pocos metros de la actual Cancha de Independiente cuando ese sector del pueblo era el territorio propio de los quinteros. Su padre comenzó arrendando, luego pasa a comprar una hectárea y después la historia de los Palotto es más conocida a partir de su Estación de Servicio, Taller Mecánico y casa de Repuestos ubicadas en dos de las esquinas de la intersección de las actuales Avenida Fuertes y Calle Perón.
Domingo fue un agudo, lúcido e inteligente observador de la historia dorreguense que iba viviendo, o mejor dicho, que iba ayudando a construir. En los últimos años de su vida conversó con el historiador Carlos Funes Derieul sobre el testimonio de casi un siglo de vida. El deporte en general y el fútbol en particular no estuvieron ausentes de ese memorial.
“Lo más antiguo que recuerdo al respecto – recordaba – son los equipos de Ferroviario y Dorreguense. El primero era un club que tenía su ambiente entre los ferroviarios, donde un Jefe de la Estación, el señor Juárroz, fue su fundador. Con relación a los jugadores que recuerdo fueron, defendiendo el arco, uno de los Trotti, también en el mismo puesto, un señor de apellido Tartalleti. Otro jugadores: Etchamendi, un bolsero bastante morocho, alto y delgado que jugaba de alpargatas, le decían el “Negro” Olmos; también a Macaggi y, más tarde, un hermano del mismo y otros que no recuerdo. Tengo presente aquellas delanteras de Ferroviario que eran imparables, como unos tanques. Este Club, pasó luego a ser Alumni y, más tarde, nuevamente Ferroviario”.
Con relación a Dorreguense, uno de los primeros equipos de fútbol de Dorrego, Domingo Palotto rememoraba que “tenía camiseta roja y blanca verticales. El primer hombre que defendió su arco fue un joven con apellido Inglés, Murrie que lo tengo presente como si fuera hoy. Otros jugadores fueron Jesús Silveira, Ubaldo Macedo, a otro de apodo “Careta” que era un hermano de Oscar Roubió. Estos simpatizantes de este club luego formaron el Club Atlético Independiente”.
Sobre la fundación del rojo tenía bien presente la noche de ese acontecimiento: “Fue cuando tuvo lugar el famoso match o pelea entre Firpo y Dempsey, un amigo y compañero de siempre, Petit Migñaqui, me informó que se habían reunido varios amigos en la casa de Don Anacleto González que tenía venta de diarios y revistas y demás, dónde hoy está la Agencia Aldea, allí quedó concretada el nacimiento del Club Independiente de hoy, siendo su primer presidente, justamente el dueño del negocio. Su camiseta fue al principio toda negra, con cuello y puños celestes. Tengo presentes como jugadores de aquella época a Ithurralde en el arco, puesto ocupado luego por un Mignaqui. Adelante jugaron Grialdo Leguizamón, Petit Mignaqui, a don Osvaldo (Ubaldo) Macedo, a Williman, a otro Roubió, “Pajarito”. Luego a Héctor Biscarra y otros que ahora he olvidado. Así pasábamos los domingos, viendo jugar a estos equipos, donde a veces se jugaba con otros equipos de Bahía Blanca. Tengo presente al Dublin, Estudiantes. También solía venir e Club de Huracán de Tres Arroyos. Las canchas de estos clubes locales estaban, la de Alumni, frente a la Escuela N° 7 y la de Dorreguense, detrás de las vías del ferrocarril”.
También recordaba el origen de Argentino, “fundado por el hijo del Hotel de La Paz, Cepedano, de apellido. Murió al darse un baño luego de jugar un partido. Los colores de este equipo fueron azul y blanco, a rayas verticales. Este club fue de corta duración, pero durante su existencia dejó un recuerdo grato. Lamentablemente sacando a Cepedano he olvidado los nombres de otros jugadores”.
Domingo Palotto no llegó a ver al primer equipo de nuestro fútbol “Fray Mocho”, pero, sin dudas, fue un testigo privilegiado de los orígenes de nuestro fútbol y de su consolidación a partir del surgimiento de «Independientes» y «Ferroviarios». (Fuente Ecos de mí Ciudad). (25-11-22).