Ecos de la Memoria: Federico Corcuera, una militancia de dos continentes
POR FABIÁN ENZO BARDA
Federico Corcuera fue el dirigente más importante de la izquierda vernácula. Su historia es la típica de los militantes que durante el inestable Siglo XX argentino sufrieron persecución y detenciones injustificadas. Primero debió “emigrar” de Aparicio e instalado en Dorrego varias veces fue detenido simplemente por sus ideas. Su historia de militancia había comenzado en el país Vasco donde había nacido.
Corcuera formará parte de la Comisión Auxiliar de la Junta Central de Socorros a España, el movimiento más importante que se haya conocido en Solidaridad con la República en tiempos de la Guerra Civil Española. Pero su historia demuestra lo difícil que puede resultar la militancia política en los dos extremos del Océano: Federico Corcuera nació el 16 de noviembre de 1895 en Berantevilla, provincia de Alava, España, su familia se compuso de seis hermanos, él, Segundo y Santiago que nacieron en el mismo lugar y posteriormente María, Irene y Josefa en la localidad de Ortuella, provincia de Vizcaya, donde se trasladaron sus padres, en los primeros años del siglo XX.
A los 14 años, trabajó en las minas de hierro que en esa época era el boom por la cantidad de gente del lugar y otras provincias que trabajaban en las mismas, otros eran temporarios, las condiciones de trabajo se desarrollaban en condiciones muy difíciles, entre algunas de ellas se puede destacar que el mineral de hierro lo transportaban los trabajadores en canastos de mimbre al hombro.
Se desarrollaban grandes luchas sindicales, donde los gremios mineros eran dirigidos por los socialistas.
En el año 1921, se realiza en España el Congreso del Partido Socialista de Ortuella en la que participa una delegación que Federico integra. En ese congreso se resuelve la ruptura del partido y la integración al Partido Comunista español.
El rol que cumplió en su lucha política en su lugar de nacimiento fue muy activo sobre todo en La Arboleda donde una gran cantidad de trabajadores extraían el mineral en condiciones infrahumanas.
En sus años mozos de militancia conoció y trabó amistad con Dolores Ibárruri “La Pasionaria” quien en sus años de exilio y, ya Federico en Dorrego, recibió una carta desde Toulouse, Francia, en la que la activa militante española escribió: “Me acuerdo muy bien de ti, Federico”.
A raíz de las persecuciones políticas no exentas de apaleadas brutales se trasladó por algún tiempo a Tres Lagunés, en la vecina nación francesa, donde trabajó talando bosques.
Regresa a Ortuella, comienza a trabajar en los talleres ferroviarios y se casa con Milagros Aranzasti, siendo este el segundo matrimonio contraído por civil en el lugar. Milagros fue su fiel compañera y en 1920 le da su primer hijo. Por aquellos años padeció varias veces la cárcel en Bilbao por su actividad sindical.
La situación provocada por la Guerra de Marruecos expulsará a Corcuera de España: los acontecimientos fueron los siguientes: los fabricantes de armamentos de Cataluña suministraban armas a los moros, Corcuera y sus camaradas iniciaron un movimiento de oposición al genocidio y a la perversidad del genocidio que hacía que los propios españoles eran los proveedores de las armas de sus circunstanciales enemigos.
Sus compañeros le proponen que viaje a la Argentina. En 1924 llega a Santiago del Estero donde tala quebrachos, teniendo en cuenta que en la localidad de Aparicio, partido de Coronel Dorrego, vivían dos hermanos de su madre se radica en estos pagos.
En marzo de 1927, llega su compañera y su hijo. En Aparició, en 1928 , funda el Partido Comunista.
A Corcuera, por aquel entonces camionero de la firma Costa, Rodera y Cía. lo acompañaron Manuel Caldas, Victoriano y Bernardo Garabelli. A mediados de la década, se incorpora a las filas del PC, Juan Garabelli que había militado activamente en el socialismo llegando a ser concejal suplente en el año 1932.
La crisis del ´30 produjo la quiebra de la firma donde trabajaba ahora y volvió a desarrollar varias tareas: estibador, constructor de ranchos, pocero, peón en las cosechas y en un horno de ladrillos.
Ya se había contactado con los comunistas italianos que residían en Bahía Blanca comenzando a desarrollar su actividad política en Aparicio. Incluso lo visitó allí el histórico dirigente del comunismo argentino Héctor Agosti. Una anécdota pinta la situación de la época: para que Agosti siguiera viaje Corcuera debió empeñar la máquina de cortar pelo que tenía para sus hijos y que no pudo recuperar jamás.
Más arriba señalábamos la vinculación con los hermanos Garabelli.
Victoriano, Juan y Bernardo llegando este último a ser concejal socialista que en los días de sesión se trasladaba desde el campo en sulky con su caballo trotador para no faltar a sus deberes cívicos.
El 1 de mayo de 1933, en la chacra de los Garabelli se conmemoró el
día del trabajador. Entre los músicos, cantores y poetas estaba Ursasino García que posteriormente editó un libro de poemas que firmó con el nombre de “El Corralero”.
En 1931, con la instauración de la República en su España natal Corcuera recibe dos telegramas desde España por los que lo citan a reintegrarse a su trabajo en los talleres ferroviarios de su pueblo.
Su familia se había incrementado con el nacimiento de sus hijos Santiago, Héctor, Luis, Alicia y Rubén por lo que ya no quiso volver.
Nuevamente su militancia le granjeó un nuevo exilio interno: por su perseverancia en la defensa del trabajo en la estiba la casa cerealista para la que trabajaba administraba unas 6.800 hectáreas en las cuales él tenía su casita sin título de propiedad. Le exigieron el lugar, abonaron el valor de la vivienda y, a partir de 1.934, se radica en la ciudad de Coronel Dorrego.
Luego de un regreso a Aparicio, vuelve a Dorrego donde se emplea como camionero en la barraca de Don Santiago Sillero.
En el 36’ los comunistas dorreguenses no dudan un instante y se suman al movimiento de solidaridad con la República Española.
Después de finalizada la Guerra Civil Española, una vez comenzada la Segunda Guerra Mundial, Federico organizará, en Dorrego, un Comité de Solidaridad con los Aliados que funcionará hasta agosto de 1945, en un local ubicado en la actual calle Yrigoyen de la ciudad de Coronel Dorrego.
Continuó con su militancia hasta su fallecimiento, el 15 de agosto de 1967. (Fuente: Ecos de mi ciudad).