Tres opiniones locales sobre la eliminación de Argentina en el Mundial
FABIÁN BARDA, MANUEL MENDIONDO Y PABLO MARCÓ OFRECEN TRES ENFOQUES DISTINTOS SOBRE LA DERROTA DEL SELECCIONADO NACIONAL ANTE FRANCIA.
LA SONRISA DE GARDEL – POR MANUEL MENDIONDO
Todos los equipos salen a jugar por algo. Todos mantienen un impulso espiritual que obliga a pelear, a luchar, a sentirse estrechamente apretado en un sentimiento común a todos. A esos que salen al campo y a los que alientan desde la raya. Cuando nadie se siente inferior a nadie. Cuando nadie se siente menos fuerte que nadie. Menos apto que nadie… Cuando todos rodean como debe ser la galera del mago… Argentinos y uruguayos, fabricantes de esperanzas que despierta la picardía irreverente por sobre el respeto irrestricto a las reglas inglesas. Y asoma la pasión bulliciosa, el desparpajo que encierra una locura desatada y el mito que nace en los arrabales de Buenos Aires y de Montevideo. El mito de que acá se juega el mejor fútbol del mundo. Tan cerca y tan lejos. Tan chico y tan grande. Tan grande y tan chico. La sonrisa de Gardel ilumina un arrabal.
MOVIENDO A WHATSAPP – POR FABIÁN BARDA
Nunca lo había visto tan quieto. Esperé un tiempo, o sea, uno 45 minutos. Parecía, por momentos, la Argentina de Sampaoli. Me puse contento porque dije si la terrible pena por quedar fuera del Mundial se lleva a silencio a al whatsapp, el pelado Sampaoli pasaba a ser mi nuevo ídolo.
No tuve mejor idea que moverlo y le mandé a varios de mis contactos el siguiente mensaje: “Pobre Macri…se le terminó la primavera”…y…. whatsapp se movió.
La primera respuesta vino de una pluma fina y literaria: “Tapar la realidad política y social le duró poco”; un empresario al que, si le preocupa el futuro del país, lo llevó al camino de la ironía recaudadora y me envió el Meme que muestra a un hincha argentino resignado, en Rusia y que dice: “Volvé que te espero – AFIP”, “a arrancar de nuevo” era la lógica respuesta de un amigo que con su familia labura de sol a sol, “seguro que el lunes cae algún K preso” para mi sorpresa me lo envió un amigo radical y radical de boina blanca como suelen reafirmar los que descalifican a quienes cuestionan las políticas del partido de Yrigoyen; un furioso riverplatense, rápído de reflejos respondió. “volvamos a nuestro Macri Gato, Aborto legal, Dólar a 30 y Penal para Boca”; “olvídate” desde la dura realidad del conurbano expresaba alguien a quien aprecio y respeto; el meme de un Macri Sampaolli haciendo entrar a Nismann fue el reflejo de un gran amigo futbolero pero por sobre todo periodista, a quien profeso un gran respeto intelectual o como esa propaganda de hace algunos años un futbolero que trabaja en los medios; “se le viene todo encima” de alguien que de futbol nada pero que se contagia cada cuatro años con la fiebre mundialista; hacia la izquierda una de mis primas me dice que el presi “A trabajar, aunque no se si sabe que es trabajar”; “ufff, ahora habrá que hablar de la devaluación, la recesión, etc, con un Macri más desorientado que Sampaoli” de un amigo del alma que no eligió mejor momento para venir de Barcelona para estar dos meses con los suyos; más escéptico fue el mensaje de alguien que está más allá del colorado: ¿se terminó la primavera? “hace rato”, el abogado fue por lo verde: “Ahora se van a dar cuenta que el dólar está a 30”; “jueputa” de un guitarrero nacido y criado en el campo y por último, más optimista, mi hija cree “que ahora no van a poder parar la despenalización del aborto.
Superé una prueba moviendo el whatsapp.
En las redes más clásicas, algunas voces que crucé en la calle, hablaban de la inexpresiva imagen del mejor jugador del mundo, que la culpa total era de Sampaoli, de la crisis institucional de la AFA o directamente de la terrible crisis del fútbol argentino.
En la eterna argentinidad al palo, siguen debatiendo, en pura reproducción de la “grieta” si Lio es mejor que el Diego, o el triste papel de la patria periodística.
Todo eso es Argentina… Pido disculpas a mi amigos por hacer públicas nuestras sensaciones, esta vez, cualquier coincidencia con la realidad es pura realidad y, ¿Qué pienso yo?… ¿se terminó la primavera? Aseguro que hay un nuevo “bombero piromaníaco” que incendia la realidad y, a pesar de todo, que lindo hubiese sido llegar al 15 de julio a las 12.00, con asado, ravioles o mate alentando a la blanquiceleste. Ahora con alentar a la celeste me conformo.
MAL QUE LE PESE AL GRAN PANZERI, LA LÓGICA GANÓ POR GOLEADA – POR PABLO JAVIER MARCÓ
En 1967, Dante Panzeri escribió Fútbol. Dinámica de lo impensado. Es, sin dudas, una de las mejores definiciones de lo que significa este juego. Para el recordado periodista, el fútbol no es una ciencia exacta. No siempre gana el que tiene mejores jugadores. No siempre se impone el que juega mejor. La mejor táctica puede sucumbir al talento individual. Por eso es tan apasionante este deporte.
Sin embargo, en otras ocasiones, la sensatez le gana por goleada al desorden. Ayer, en el Estadio Kazán Arena de la ciudad homónima, en Rusia, ganó el equipo que jugó mucho mejor y, especialmente, el que llegó a este Mundial en un contexto mucho más favorable que su adversario. Francia le ganó en casi todos los terrenos a la selección nacional: en lo táctico, en lo técnico individual y hasta en lo anímico.
Pero también triunfó la seriedad de un proceso a otro plagado de improvisaciones, como lo fue el que ha caracterizado al nuestro desde el Mundial de 2014 hasta estos días. Didier Deschamps es el seleccionador galo desde el 8 de julio de 2012. Jorge Sampaoli asumió oficialmente como entrenador de la Selección Argentina el 1 de junio de 2017. Antes del exentrenador de la selección de Chile, y después de Sabella, también dirigieron a la albiceleste Tata Martino y Patón Bauza. Es decir, entre el meritorio subcampeonato obtenido en Brasil y la lamentable, temprana e imaginable eliminación en Rusia, hubo 3 directores técnicos. En la historia, al menos en la historia que nació cuando el Flaco Menotti se hizo cargo del equipo en 1974, a lo sumo hubo dos técnicos: Bielsa/Pekerman, para 2006, y Basile/Maradona, para 2010.
En ese contexto, era imaginable que Francia le ganara a Argentina. Y que le ganara muy bien. En el juego, incluso, la diferencia fue mucho más amplia que lo que refleja el 4-3 definitivo. Nada asegura que un proceso serio y pensado para el mediano o largo plazo garantice, siempre, los mejores resultados. Pero mucho menos puede asegurarlos la desorganización y el desgobierno, tanto fuera como dentro de la cancha.
Que Sampaoli no dio la talla, es cierto. Que Messi no tuvo un buen Mundial, nadie lo pone en duda. Que sólo se pueden rescatar de la actuación en Rusia 2018 media hora ante Nigeria y algunos arrestos emocionales frente a Francia, también es acertado. Pero esta triste historia, que ayer tuvo su peor final, comenzó a escribirse hace bastante tiempo y fue disimulada por el digno subcampeonato en Brasil. Fueron muchos años de desatinos dirigenciales, de caos organizativo, y de necedad y caprichos de algunos futbolistas.
Reflexión final: ayer, acaso haya sido el último partido en un Mundial de Lionel Messi, el mejor jugador de la última década y uno de los más destacados de la historia. Pero también ayer, acaso haya nacido el futbolista que ocupe el vacío que dejaran Messi o Cristiano Ronaldo. Se llama Kylian Mbappe. Más allá de la tristeza por la prematura salida de nuestra selección, es una buena noticia que siga saliendo esta clase de futbolistas: talentosos, atrevidos, indescifrables. Futbolistas que, a veces, reivindican el título de la obra cumbre del gran Panzeri.