Política

Crónicas de cuestión capital / ¿Desarrollo urbanístico es lo mismo que trasladar una capital?

Por Fabián Enzo Barda

En medio de iniciativas parlamentarias que reflotaron la idea del traslado de la Capital de los argentinos a algún punto del país, el 17 de octubre último pasado, fecha si las hay vinculadas a la historia del peronismo, el gobierno libertario dejó trascender que el presidente Milei tenía en sus manos un diseño urbanístico para mudar la Capital Federal de CABA a otra provincia y con ella, las sedes del Gobierno nacional.

El gobierno “mileista” que en este diciembre ha cumplido un año de gestión sustenta su relato en los clásicos fundamentos, si los hay, de la anti política. Sabido es que ese tipo de construcción ideológica es una contradicción en si misma porque se convierte en una categoría política. Es decir que sigue siendo política. La consecuencia de este gobierno que a poco de andar dejó en el imaginario la Escuela Austríaca para revolcarse en el barro de la política es el intento de destrucción de los partidos políticos para volver a una construcción propia de la Argentina del Siglo XIX, la facción por sobre las instituciones republicanas.

En este sentido, coherente con la anti política, en medio de los proyectos encabezados por el gobernador de Santa Cruz, Nacho Torres para reflotar el proyecto Patagonia de Raúl Alfonsín para trasladar la capital del país a Viedma-Patagones y la iniciativa parlamentaria de los senadores mesopotámicos para reflotar a Paraná como capital de los argentinos, el presidente Milei, según sus voceros, impulsaría un proyecto urbanístico para trasladar las autoridades nacionales al sur del país.

Imposible presentar en forma tan lavada un proyecto fundamental. Más allá de ciertas grandilocuencias, proyectos de distinto matiz, diferentes ubicaciones impulsados bajo diferentes circunstancias históricas desde 1823 en adelante, el tema del traslado de la capital está en el ADN de la política argentina bajo el consenso de que Buenos Aires, hoy CABA, terminó construyendo un poder asimétrico. Se cumplió las “utopia” de ese magnífico tribuno que fue Leandro N. Alem cuando contrapunteó con José Hernández en el Senado Bonaerense o “La cabeza de Goliat” de Ezequiel Martínez Estrada para quedar demostrado como se consolidó una asimetría de poder que afecta al federalismo argentino.

Salvó el actual “diseño urbanístico” libertario, los diferentes proyectos de traslado se cimentaron en la idea de revertir la matriz del poder territorial y desmantelar el centralismo porteño. Algunos proyectos, como el único que terminó sancionado en Ley en la etapa democrática de 1983 en adelante, recibieron críticas de la repetición de la misma matriz, pero con otro río que también desemboca en el Atlántico, esta vez más al sur; es decir, se temía que Viedma-Patagones se convirtiera en una nueva Buenos Aires .

No es neutro ni anti casta el proyecto de traslado cubierto sobre la supuesta solidez técnica de lo urbanístico. Cuando Juscelino Kubitschek, en el marco del desarrollismo en boga en la Latinoamérica de mediados de la década de 1950, convoca a su amigo, el arquitecto Oscar Niemeyer ya sabía donde iba a estar la nueva capital de Brasil y solo le encargó un diseño urbanístico para una capital política que terminó con casi cuatro siglos de residencia de las autoridades nacionales en ciudades sobre el Atlántico sobre la base de las ideas políticas consagradas democráticamente por el pueblo brasileño y en el marco de las ya apuntadas ideas que difundía la CEPAL.

En ese sentido el “diseño urbanístico” de Milei se sustenta en el accionar que ha demostrado frente a los otros niveles de estado, sobre todo frente a las provincias. Todo reducido a una cuestión fiscal, por lo que no es descabellado que se haya presentado como el traslado de las autoridades nacionales.

¿Qué trascendió del “Diseño Urbanístico”?

El 17 de octubre último se dio a conocer que el presidente Javier Milei analizaba un proyecto para mudar la Capital Federal y con ella las principales sedes del Gobierno nacional de la Ciudad de Buenos Aires a otra provincia. El Gobierno tenía en sus manos un «diseño urbanístico» y según cuentan en su entorno, podría ser elegida «una Ciudad del Sur» del país, preferentemente de la Patagonia.

La periodista Stella Gárnica fue quien difundió que el proyecto para mudar la Capital Federal al interior, es un tema que el gobierno venía dialogando con los gobernadores, y seríá incluido en la discusión del demorado Consejo de Mayo.

La mesa del Consejo de Mayo será presidida por Guillermo Francos y tendrá al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger como representante del Poder Ejecutivo Nacional. Con la presencia de Surzenegger queda demostrado la intención final. Se trata se quien, a poco de andar el gobierno, asumió con su vademécum de ajuste, desregulación y vaciamiento del estado bajo el brazo.

El anunciado con bombos y platillos Consejo de Mayo, creado por decreto por Milei en agosto pasado, para debatir proyectos de leyes y reformas del Estado pendientes, todavía no pudo ser convocado por la demora de los gobernadores, los senadores, los diputados, las cámaras de empresarios y de los gremios nucleados en la CGT en presentarle al Gobierno el nombre del representante de cada sector. Ese consejo por más nombres, representantes y entidades que lo integrarían está lejos de la idea de consenso y de políticas de estado. Cuando Milei lanzó idea lo hizo sobre la base de 10 los diez puntos que incluía “la rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual que padecen las provincias”. Lo extorsivo era la idea de hacer firmar un Pacto casi a libro cerrado, como popularmente se dice convertir las instituciones republicanas en una escribanía.

Para convocarla el jefe de Gabinete, espera definir los nombres de los integrantes que representarán a cada sector. Si bien ya hay varios confirmados, todavía falta oficializarlos.

«Siempre fue una buena idea el proyecto para trasladar la Capital Federal, darle más federalismo a la organización del Gobierno», dijo, por esas horas, “off de record”, a los medios nacionales, una alta fuente de la Casa Rosada.

Sin embargo, en el entorno de Milei aclaran que esperan hacer el anuncio del proyecto «en el momento adecuado».

Aunque en la Casa Rosada prefieren no hablar de nombres específicos de ciudades, ya que están abiertos a consensuar en el marco del Consejo de Mayo y en el Congreso ya hay varios proyectos presentados por senadores de la oposición dialoguista, que podrían ser tomados en cuenta.

«Tenemos un proyecto urbanístico diseñado, no importa donde sea», sostienen en la Casa Rosada y ante la requisitoria de la periodista Gárnica, admiten que una región preferida por el Gobierno de Milei podría ser «en el Sur, la Patagonia».

Las provincias que ya se postulan para ser la nueva Capital Federal Argentina

De esta manera, en la Casa Rosada se suman al debate por los dos proyectos que ingresaron esta semana en el Senado. El Interbloque Provincias Unidas presentó dos proyectos en el Senado para trasladar la Capital Federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El ex senador entrerriano Edgardo Kueider propuso a Paraná como nueva sede, mientras que su par de Chubut, Edith Terenzi, propuso a Viedma, opción que también salió a defender el pasado fin de semana, el gobernador patagónico Ignacio “Nacho” Torres.

“Esta iniciativa busca promover el federalismo y desconcentrar la influencia política y económica de Buenos Aires”, expresó Kueider, uno de los referentes de la coalición que suele acompañar en el Congreso los proyectos de Milei y que se conformó a fines de septiembre, con el ex medallista olímpico, senador Carlos «Camau» Espínola, como jefe de bloque, y está integrado por los senadores Lucila Crexell (Neuquén), Alejandra Vigo (Córdoba) y Juan Carlos Romero (Salta).

Según se informó en un comunicado, el proyecto de cambio de capital se propone hacer en distintas etapas, a lo largo de tres años, y comenzaría por trasladar la Presidencia de la Nación y los principales organismos públicos.
“El gobierno promueve la modernización, la descentralización administrativa y la planificación del desarrollo, contemplando las características culturales, históricas y socioeconómicas de las diferentes regiones internas, fortaleciendo el protagonismo de los municipios. Esta ley dará amplio impulso a este objetivo común”, completaron.
Por su parte, Terenzi retomó la propuesta de la Ley 23.512 de 1987, impulsada por el ex presidente Raúl Alfonsín, que buscaba mudar la capital a las ciudades de Carmen de Patagones, Viedma y Guardia Mitre. El propósito es descomprimir el AMBA y “generar una nueva dinámica de desarrollo en el sur del país, una región históricamente relegada”, indicaron.

Como ha sido de público conocimiento, el gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, volvió a poner en agenda la propuesta de trasladar la Capital Federal de la Argentina a la ciudad de Viedma. El chubutense sostuvo que hoy existe “una oportunidad histórica” para avanzar con el tema porque el gobierno de Javier Milei “tiene vocación reformista”.

En ese sentido, confirmó que existe “una discusión en el marco del Consejo de Mayo que plantea dar discusiones disruptivas, algunas más incómodas que otras, pero que son necesarias”.
Lo que debería saber el gobernador patagónico es que la vocación reformista del actual gobierno difiere de la vocación de cambio que experimentaba el arco político argentino en la primavera de la democracia cuando Alfonsín lanzó el Proyecto Patagonia. (30-12-24).

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