Política

Preocupante escalada represiva

“La noción de esa ‘fuerza’ a que se da el nombre de Estado, fuerza que brota de la sociedad, pero que se sitúa por encima de ella y que se divorcia cada vez más de ella. ¿En qué consiste, fundamentalmente, esta fuerza? En destacamentos especiales de hombres armados, que tienen a su disposición cárceles y otros elementos”..(Fredrich Engels).

POR PABLO JAVIER MARCÓ

En los últimos días, hubo dos nuevos hechos que desnudan el preocupante avance represivo de distintas fuerzas de seguridad.

Distintos medios de Rosario informaron que desde el centro de estudiantes de la Universidad Nacional de esta ciudad habían convocado al cese de las actividades para este martes de 11 a 13, con acto público dentro del complejo La Siberia, para reclamar por la aparición con vida de Santiago Maldonado. Sin embargo, mientras desarrollaban la actividad, un grupo de gendarmes ingresó a las instalaciones e interrumpió el movimiento. No viene de más recordar que son cada vez más fuertes las evidencias que al joven artesano lo desapareció Gendarmería.

Las imágenes no tardaron en darse a conocer y la fuerza aseguró que irrumpió en La Siberia con el fin de revisar las aulas, donde se votará en las elecciones de octubre. Pese a esto, a través de un comunicado oficial, desde la Universidad Nacional de Rosario (UNR) detallaron que los efectivos ingresaron sin ningún motivo aparente ni una orden judicial.

“La Universidad Nacional de Rosario repudia de manera enfática cualquier intento de amedrentamiento por parte de la fuerza pública a los miembros de nuestra comunidad”, reza parte del escrito que fue publicado en las redes sociales y en la página oficial de la UNR.

Según los estudiantes, quienes fueron publicando los videos del ingreso de la Gendarmería al complejo, la fuerza ingresó armada y con una camioneta ni bien comenzó el acto: “Llegaron cuando empezamos a cantar que a Santiago Maldonado se lo llevó Gendarmería”.

Otro caso bien reciente: una pareja de mujeres fue detenida por agentes de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires en la estación Constitución, por el simple hecho de estar besándose en público.

Según trascendió, los agentes golpearon y arrestaron a Mariana Solange Gómez, de 24 años. Según el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, Según Larreta, “la versión de la policía no es esa (que se estaban besando). Estamos buscando las filmaciones de la estación para ver qué pasó, porque los policías dijeron que estaban fumando”. Lo que, desde la perspectiva del gobierno, amerita apalearlas.

De acuerdo con el relató su pareja, Rocio Girat (que se hizo conocida en los medios por ser la protagonista de una emblemática denuncia porque sufría los abusos de su propio padre), los oficiales intimidaron a la pareja y luego de tratar a Gómez de “pibe”, le propinaron la golpiza.

«Mariana se encontraba junto con su esposa en la estación de Constitución en Capital Federal besándose cuando fue interceptada por personal policial de la Policía de la Ciudad, que bajo la excusa de que se encontraba fumando un cigarrillo (de tabaco e industrial) en un sector no autorizado la golpeó y la detuvo, en un claro ataque por su orientación sexual”, aseguraron desde la agrupación LGBTI 1969, que realizó la denuncia.

Otros ejemplos: la violenta represión que sufrieron los vecinos del Bajo Flores, mientras ensayaba una murga con decenas de niños que fueron baleados por la gendarmería nacional. El despliegue comenzó con balas de goma sobre los cuerpos de los pibes y unos minutos después comenzaron a despachar los fusiles con balas de plomo. El operativo contó con la participación de la Comisaría 36, denunciada en varias oportunidades por violaciones a los derechos humanos.

También está el caso del merendero «cartoneritos» de Lanús, que se encontró en medio de una balacera mientras preparaba la cena para cientos de pibes que contaban con la suerte de poder alimentarse. Balas de goma y gases lacrimógenos fue lo que recibieron.

Cuando la escuela Media nº 6 Juana Azurduy de Moreno amaneció tomada por sus trabajadores docentes, estudiantes y familias de la comunidad exigiendo mejoras edilicias. A causa de esta protesta pacífica, Gendarmería Nacional arribó al lugar en un intento de desalojo y hostigamiento.

También hay que recordar la golpiza sufrida por dos trabajadores aeronáuticos por parte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, a la salida de un boliche en el barrio de Flores.

Son algunos ejemplos.

Como se puede leer en una nota aparecida en la izquierdadiario.com.ar, “muchas veces, el sentido común fogoneado por los medios de comunicación y la errónea concepción de que el Estado es neutral, o que el rol que tiene es velar por los derechos de todos, lleva a pensar que las fuerzas represivas están ‘para cuidarnos’”.

Y agrega: “Vemos cómo ese Estado garantiza inversiones millonarias en armamento y en formación militar, mientras que las escuelas y los hospitales públicos se caen a pedazos. En cada conflicto obrero en donde los trabajadores están dispuestos a pelear por sus derechos, por mejores condiciones de trabajo o directamente por mantener sus puestos, la Gendarmería y las distintas fuerzas, están al pie del cañón para acallar, intimidar y reprimir a los manifestantes”.

Esta escalada represiva constituye un escenario en el que resulta cada vez más difícil hablar de democracia plena o de absoluta vigencia del estado de derecho. Es muy peligroso cuando las garantías para ejercer el más básico derecho a la protesta o a manifestarse, son vulneradas mediante procedimientos violentos e ilegales.

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