Barda presentó anoche 1937. La Revolución
Ante una muy buena concurrencia, se presentó anoche, en Café Plaza, 1937. La Revolución, el sexto libro del profesor Fabián Barda.
Las certeras palabras de bienvenida a los presentes las dio el joven periodista Manuel Mendiondo, quien repasó las anteriores obras escritas por Barda y efectuó una síntesis de este trabajo.
Luego, Fabián agradeció al público, contó cómo nació la idea de escribir un libro sobre «el hecho más importante de la historia política local», y resumió los aspectos centrales de los capítulos en que está dividida la investigación.
El autor dijo que lo ocurrido el 5 de septiembre de 1937 en nuestra ciudad le interesó desde muy chico.
En una muy buena entrevista que Mendiondo le realizó a Barda para el semanario Ecos de mi ciudad, el profesor señaló: «Pasaron ochenta años de aquel suceso. Sentí que podía darle un toque definitivo. Te digo más: en 2008, la hija de Ricardo Fuertes me acercó un escrito que por aquel entonces era inédito».
«Allí -agregó-, Fuertes relataba los acontecimientos del 5 de septiembre de 1937, logrando establecer una unión de los momentos previos con el lanzamientos, en el transcurso de unas horas vacías. Al ser un testimonio de primera fuente, el que da Fuertes, porque fue uno de los protagonistas de aquel momento histórico, me dije que ya no tenía nada más por averiguar y decidí comenzar hace un año y medio atrás, con el proceso de la escritura del libro”.
En la misma nota, Fabián le responde a Manu quién fue Juan Bautista Maciel.
«Hasta hace no más de veinte, treinta años, Maciel estaba muy presente en la historia y en la vida dorreguense. Esto se cortó y quedó prácticamente como una efeméride radical cuando se trata ni más ni menos, que el acontecimiento político más importante de la historia de Dorrego», enfatizó.
«Lo que hice fue sacarlo del recuerdo y pasarlo a la historia, es decir, sacarlo de un lado de pertenencia para un sector y apropiarlo para todos los dorreguenses, en definitiva, el verdadero sentido del libro es ese. Más allá de que representaba una divisa, el contexto en el que se dio, la lucha entre conservadores y radicales, en la década del treinta, uno se daba cuenta de que lado estaba el pueblo”, reflexionó.