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Los eSports ya superan a varios deportes tradicionales en audiencia

El fenómeno de los deportes electrónicos parece imparable. Tras décadas de crecimiento del mercado de los videojuegos, la irrupción de su versión competitiva ha representado un golpe de efecto en las audiencias deportivas. A día de hoy, se estima que ya son más de 500 millones de espectadores anuales en todo el mundo los que siguen estos campeonatos. Y la previsión es de acercarse a los 600 millones anuales en un periodo de unos 2 años.

Es difícil distinguir si el hecho de que existan cada vez más eventos de eSports está aumentando su seguimiento, al incorporar a nuevos espectadores, o es al revés; es decir, los éxitos de audiencia están propiciando que se creen nuevas competencias. Sea de una forma u otra, el caso es que este fenómeno parece en plena expansión. Y esto es algo que se refleja también en otros parámetros, por ejemplo, las consultas a los portales de pronósticos para comprobar el desarrollo de los torneos, especialmente aquellos con repercusión internacional, que son los que mayores audiencias acumulan.

Las cifras que hemos expresado ya sitúan a los eSports por encima de otros deportes, llamémoslos, “tradicionales”. Por ejemplo, el golf estaría en unos 390 millones de espectadores anuales, lo que significa que los deportes electrónicos ya han superado a este clásico y que apuntan a otras disciplinas, como el tenis, que se encuentra en torno a los 1.000 millones de espectadores al año. A fin de cuentas, lo que estos datos señalan es que se está produciendo un cambio de tendencia en los gustos de la audiencia; principalmente, por dos motivos: el cambio generacional y la consolidación de la digitalización, que hoy cala en un público mayor, igual que los videojuegos, que gracias al móvil, cada vez consiguen más usuarios.

Por supuesto, las cifras de los eSports aún están lejos de los “reyes” del deporte, como el fútbol. Tan sólo un partido, como el “clásico” entre Barça y Madrid, ya aglutina a unos 650 millones de espectadores. Pero este dato es importante. Si bien el fútbol, en conjunto, continúa reinando, lo cierto es que sus audiencias dependen mucho del evento en cuestión. La gran mayoría de partidos no consiguen las cotas de espectadores a las que se llega en muchos de los campeonatos de eSports. Pero sumando todos los encuentros en todo el mundo y aquellos que arrasan en audiencia (como un Mundial), el balompié gana “por goleada” (nunca mejor dicho) a los deportes electrónicos. Eso sí, con el ritmo de crecimiento de éstos últimos, la cosa puede igualarse bastante en el medio plazo.

Antes ya hemos adelantado algunas de las razones por las que esta disciplina digital está consiguiendo tanto éxito de seguimiento. Las nuevas generaciones no sólo están más aclimatadas a este entorno digital, sino que también tienen otras preferencias, como seguir los acontecimientos por medios distintos a la televisión convencional, como las redes sociales, que son, precisamente, el medio predilecto de los eSports para las retransmisiones. También prefieren otros estilos a la hora de narrar los acontecimientos, como el que hacen los “streamers”.

Tanto es así, que el Comité Olímpico Internacional (el COI) ya tiene muy claro que los deportes electrónicos deben convertirse en disciplina olímpica más pronto que tarde. Esta iniciativa ya ha dado sus primeros pasos; de momento, fuera del certamen oficial, pero es muy posible que en la edición de 2028, en Los Ángeles, este proyecto ya sea una realidad. Por lo pronto, la Serie Olímpica de Esports ya se celebró el pasado junio. Los motivos del COI son claros, incluso transparentes: no pueden permitirse perder las audiencias que los eSports pueden aportarles; especialmente, teniendo en cuenta que su número de espectadores está a la baja, precisamente, por el cambio generacional.

En definitiva, estamos ante un fenómeno en plena expansión y cuyo crecimiento no parece tener techo a corto ni medio plazo. Esto representa una amenaza para algunos deportes tradicionales que pueden ver mermados sus ingresos publicitarios, al verse superados en audiencia por unos eSports que cada vez tiene mayor seguimiento y con un público al que las marcas no quieren dejar escapar. Algunas de estas modalidades clásicas podrán adaptarse y reinventarse; otras, en cambio, van a sufrir una bajada de músculo financiero al tener que compartir parte de su pastel publicitario con esta nueva tendencia deportiva. (25-07-23).

 

 

 

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