Jorge Escudero: “Mi camino era recibirme y ser docente. Por miedo, no seguí estudiando”
Audiencia 29. Tres sobrevivientes y un ex soldado conscripto declararon en el juicio Megacausa Zona V de Bahía Blanca. La próxima audiencia será el jueves 22 de septiembre a las 9 horas.
Audiencia 29. En el juicio conocido como Mega Causa Zona V que se realiza en el Tribunal Oral Criminal Federal de Bahía Blanca, declararon tres sobrevivientes de secuestro y un ex conscripto del Batallón de Comunicaciones 181.
Desde la conexión telemática, declaró Jorge Pablo Escudero quien al momento de su secuestro el 13 de septiembre de 1976 era estudiante de filosofía en la Universidad Nacional del Sur: “tenía 23 años, me falta pocas materias para recibirme cuando ocurrió la detención, la cual se dio mientras iba en auto con amigos por Plaza Rivadavia. Nos cruzaron los autos, estaban de civil”.
A Escudero primero lo llevaron junto a sus dos amigos a un salón en un primer piso dentro del Batallón de Comunicaciones 181. “Me dijeron que era el lugar donde practicaba la banda. Éramos entre 15 y 20 personas, todas personas mayores de 60 años. La mayoría con apellidos judíos, traídos de los campos de la zona”, detalló el sobreviviente.
Posteriormente, una noche, lo trasladaron maniatado con alambre, en el asiento trasero de un falcon, con una pistola en la cabeza a un lugar cercano al Regimiento: “después me enteré que era La Escuelita, donde estuve 15 días, todo el tiempo vendado y esposado a una cama. Escuché gritos de mujer. Aparentemente gritaba para evitar un abuso”, narró Escudero.
“Una práctica habitual era que nos gatillaran en la cabeza. Fui interrogado, me preguntaban por mi actividad política. Hubo golpes y simulacro de fusilamiento. Un mes antes de mi captura, el Ejército realizó un allanamiento en mi casa familiar, cortaron las calles y entraron por el techo. De casualidad yo no estaba. Se llevaron carpetas de la universidad. Supongo que por eso me preguntaban en los interrogatorios sobre mi actividad académica”.
Sobre su liberación, Escudero contó que el día que lo liberaron, uno de sus captores le advirtió: ‘te voy a sacar las esposas y la venda, mirá únicamente al espejo, y te vas a afeitar. Te vamos a subir a un auto y te vamos a liberar’. Una frase que marcó el futuro de la víctima fue cuando lo dejaron a la vuelta de su casa y le dijeron que se olvidara de la carrera universitaria.
“Mi camino era recibirme y ser docente. Por miedo no seguí estudiando, empecé a trabajar. Así siguió mi vida, de trabajo en trabajo. El miedo es pensar, que en cualquier momento te pueden ir a buscar y levantar. El miedo con el tiempo se va disimulando. Todo esto es algo que todavía hoy cuido de contar a cualquiera. Lo que dije hoy seguramente debe ser un 10% de lo que pasó. Si el 90% no lo recuerdo, debe ser porque está bien tapado”, concluyó Escudero.
“Aparecían los Falcon a cualquier hora del día”
De manera presencial, en el Tribunal Oral Criminal Federal de Bahía Blanca, declaró Elisa González Navarro quien en 1972 había emigrado de Chile con su esposo y su hija ya que en el país trasandino no había trabajo. «Acá teníamos parientes. Vinimos al barrio 17 de agosto. Mi esposo era albañil y yo limpiaba”.
Sobre las actividades y movimientos en la zona donde ella residía con su familia, Elisa contó que “al barrio iban unos chicos que eran peronistas. Hacían trabajos solidarios con los jóvenes. Por ejemplo, para el día del niño pedían donaciones en los negocios para hacer chocolates y tortas”.
“Aparecían los falcon a cualquier hora del día. Buscaban literatura marxista. Nos tenían de punto. Dijeron que yo era la secretaria de los montoneros. En agosto de 1978, se sintieron los ruidos de las botas. A las 12 de la noche, a las patadas entró un soldado y dijo: ‘documentos en la mano. Marcaron la puerta con una cruz. No me dejaron llevar a mi hija. La quise dejar con Claudina Navarro, pero me dijeron que no porque ella también estaba en la lista. Dejé a mi hija sola en la oscuridad”, relató la sobreviviente.
González Navarro detalló que “primero nos llevaron a un aserradero. El lugar estaba transformado. Medio barrio en fila y lleno de militares. Revisaron los documentos y luego fuimos trasladados a la cárcel de Villa Floresta en camión. Estaba prohibido mirar a la cara a los militares y al médico. Nos llevaron a la celda con un arma en la espalda”.
Sobre sus días de cautiverio, contó que les decían: “‘Ustedes chilenos vienen a joder, a quitar el trabajo a otros’. Los interrogatorios eran espantosos, nos amenazaban. ¿Cuál fue el delito? ¿Haber sido inmigrante? Jamás nos dieron agua durante 17 días. Escuchaba llorar a un bebé. Era una nena, hija de montonera, se llamaba Soledad, me dijo una celadora. También estuvo con nosotras Elva Jara, que tuvo que abortar en su celda. A ella le dieron la libertad un tiempo antes que a mí”.
Antes de concluir su testimonio, Elisa dijo: «le agradezco a la Fiscalía de DD.HH. Si no fuese por ellos, no tendríamos voz. Muchas gracias por el trabajo que están haciendo”.
Algo desmemoriado
José Luis Picchi fue conscripto durante seis meses en el Batallón 181 de Comunicaciones en Bahía Blanca. No pudo precisar en qué año pero fue mientras la dictadura cívico militar reinaba en Argentina. Con dificultades para recordar hechos y dar detalles, más de 40 años después, Picchi dijo que desde la Compañía A en la que estaba alistado, conocida como La Voladora, realizaban operativos en camiones del Ejército por las calles de la ciudad. “El Subteniente Stel y el Sargento Toro eran parte de las operaciones llevadas a cabo en diferentes momentos, muchas veces de madrugada en las cuales paraban coches y pedían documentos”, dijo.
La fiscalía, ante los pocos hechos narrados por Picchi, informó que el testigo había declarado con detalle en 2018 ante Ministerio Público. Antes de finalizar su testimonio, el ex conscripto dijo que “se hacían prácticas de tiro y me pegaron en un pierna. Recuerdo a Stel porque disparó, la bala se desvió y me lastimó”.
Por último, fue el turno de Julio Ángel Toloza, que vivía en Médanos y trabajaba en la planta de YPF en Algarrobo en octubre de 1976 cuando personas con armas largas lo fueron a buscar a su casa, amenazaron a su mujer y a sus hijos. “Yo estaba en una reunión del Club de Caza y Pesca. Me llevaron esposado a Bahía Blanca. En el salitral de La Vidriera, a mitad de camino me bajaron del auto y conversaban entre ellos: ‘para que vamos perder tiempo, para que lo vamos a llevar, le pegamos un tiro acá y lo tiramos en el salitral’. Lo decían para que yo escuche”, relató.
“En Bahía Blanca me encerraron en una habitación. Escuchaba gritos de mujeres. Me hicieron preguntas y me acusaban de robo en YPF. Les dije que era del Partido Peronista. Todos estaban de civil. No vi a nadie uniformado. Estuve 4 o 5 días. Creo que me liberaron porque era mi cumpleaños. El 30 de octubre. Volví al trabajo pero a los pocos días me dejaron cesante”, declaró Toloza.
La próxima audiencia será hoy, jueves 22 de septiembre, a las 9 horas. El debate en Bahía Blanca se puede seguir de manera presencial en Lavalle y Chiclana con presentación del DNI o a través del canal de YouTube de la Subsecretaría de Derechos Humanos: www.youtube.com/derechoshumanospba. (22-09-22).