Agustina ha “coronado” su gran año con una prueba en la selección

POR MAURO DENEGRI (*)

Parecía ser un día más de trabajo en Monte Hermoso para Agustina Coronado, lugar en donde está realizando la temporada veraniega, hasta que un llamado alteró sus planes.

“Me contactó Alejandro Quintero, yo estoy trabajando en Monte y me llamó con esa noticia. Primero no lo podía creer, pero me puse muy contenta”.

Consultada acerca de la prueba en sí nos comentó que “estuvo muy buena porque se hizo presente el DT de la selección (Nota de redacción: Carlos Borrello) que no solo nos miró sino que nos habló mucho de cómo jugar, de cómo poner el cuerpo y de cómo leer los partidos, entre otras cosas”.

Sostuvo que “personalmente me sentí bien, cómoda, hasta que tuve la lesión de la rodilla que me hizo abandonar la práctica muy dolorida y casi sin poder apoyar la pierna izquierda” y si bien manifestó que fue bastante nerviosa “pude disfrutarla y hacer lo que sé, me sentí muy segura con la pelota en los pies y tuve la posibilidad de disputar un último partido que hubo con las mejores veinte chicas que tenían la chance de quedar, aunque lo jugué con la rodilla muy dolorida y aguante lo que más pude, aproximadamente diez minutos, hasta que no pude apoyar más la pierna y tuve que salir”.

También declaró que “nunca pensé que esta posibilidad podría aparecer” pero ahora tiene las metas claras y va a tratar de llegar lo más lejos posible.

Sobre sus inicios en el fútbol nos contó que “hace aproximadamente cinco años en mi pueblo (El Perdido) fue la primera vez que empecé a juntarme a entrenar con amigas y algunas chicas de ahí en una placita esquivando hamacas y toboganes, era muy gracioso, y lo más importante es que no se suspendía por lluvia ni por nada, lo volvería a repetir sin dudas”.

Aunque por lo que pudimos averiguar su historia con la redonda viene desde mucho antes: “de chica prefería que me regalen una pelota y no una muñeca, me la pasaba pateando contra la pared de mi casa y se me pinchaban con un alambre de púas que teníamos en el patio, así que mis papás tenían un presupuesto en pelotas. Por eso puedo decir que siempre me gusto, hasta que lo pude empezar a practicar”.

Justamente de eso le consultamos y nos dijo que “hace tres años estoy en San Martín, arranqué cuando todavía jugaban fútbol 8 y el año anterior antes de arrancar ahí jugué todo el año para Guisasola, mi pueblo”.

“Dentro de la cancha jugué en varias posiciones, como volante y delantera, aunque la que más me gusta y donde me siento más cómoda es como enganche”.

Por todo lo dicho anteriormente Agustina no dudó en afirmar que “el fútbol en mi vida es indispensable, me siento feliz con tan solo estar en un potrero pateando al arco y ahí me doy cuenta lo que significa para mí, lo que me genera”, por eso tiene sus objetivos claros “convertirme en profesional, jugar para nuestra selección y cuando no lo pueda practicar más ser entrenadora de fútbol femenino” sostuvo sin titubear ante nuestra requisitoria.

Por último nuestra entrevistada enfatizó que con respecto a los progresos que se ven en el fútbol femenino en la actualidad siente que “se le está dando muchas más importancia al fútbol femenino a nivel profesional, aunque a nivel local donde jugamos nosotras le falta mucho apoyo todavía, ojala eso cambie rápido”. Más allá de esto quiso dejar un mensaje final: “me gustaría decirle a las chicas que juegan acá o que recién arrancan que si tienen algún sueño que cumplir con el fútbol, sea el que sea, no se rindan porque con constancia y esfuerzo todo llega, yo pensaba que era imposible pero con lo que viví ahora me di cuenta que no. Y a las que no se animan a arrancar que lo hagan, que es un deporte muy lindo y que todas deberían jugar algún día porque te encontrás con personas maravillosas que te quedan para toda la vida”.

Agustina Coronado y una vida ligada a la redonda. Esperemos que eso siga así y que pueda seguir “coronando” con grandes logros toda esa pasión que siente por este deporte que no conoce de géneros y se ha convertido en pasión de multitudes.

(*) NOTA PUBLICADA EN EL SEMANARIO ECOS DE MI CIUDAD

Los comentarios están cerrados.