Política

El voto clave: los sub 30 son el 35% del padrón y tienen la llave de la próxima elección

Los analistas se enfocan en saber qué piensan los jóvenes que pueden definir al próximo presidente. Las campañas buscan generar mensajes específicos para ellos. Y no es para menos: son más de diez millones de sufragios.

Los jóvenes de entre 16 y 30 años serán en esta elección un electorado clave. Vital para el candidato que resulte electo presidente hasta 2023. Representan al 35% del padrón nacional y aportarán más de diez millones de votos para decidir a los futuros gobernantes. Si a ellos se les suman a los restantes sub 40, la contundencia del grupo es total: son el 49% del electorado nacional. Más de 16 millones de votos.

Para los de entre 16 y 18, será además la primera vez en las urnas. Por su edad, si no votan no tendrán penalidades. Pero si lo hacen, en conjunto llegarán a representar el 7,4% del padrón en todo el país. Muchos candidatos darían lo que no tienen por medir eso en las encuestas. El resto de los jóvenes, los que tienen entre 19 y 30 años, suman el 27,6% de los votos nacionales.

Su peso en el padrón es tan fuerte que varios consultores comenzaron a estudiar específicamente sus intereses. Y los comandos de campaña diseñan acciones para atraerlos específicamente.

Uno los estudios cualitativos más profundos, el de Ipsos Argentina, se concentró en los centennials, también llamados Generación Z, es decir en los nacidos entre mediados de los 90 y 2010. Con chicos de entre 16 y 24, la consultora realizó seis reuniones de discusión de las que surgió que para 37% el atributo más importante que tiene que tener el próximo presidente es “la preocupación por la situación de los pobres”. Este porcentaje crece significativamente cuando el segmento consultado es de 18 a 24 años, donde es el el 49% el que advierte que el futuro primer mandatario debe mostrar interés por resolver la pobreza. Entre sus preocupaciones principales, graficadas como “fantasmas” en el estudio de Ipsos, aparecen el empleo empleo (o la falta de) y el impacto del ajuste sobre su calidad de vida.

Además, por fuera de la coyuntura económica, entre los de 18 a 24 años, el 62% opinó que es importante que los candidatos se posiciones frente al aborto legal y el 84% pidió asegurar el cumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI). Para la directora cualitativa de Ipsos, Paula Freitor, los centennials representan “en muchos sentidos una categórica ruptura con la generación millennial y toda una cosmovisión de época” porque son pibes que tienen una relación “muy cercana y cotidiana” con la política y “no creen en la representación tradicional” porque “no vislumbran transformaciones posibles de la mano de antiguos referentes.”

En paralelo, la Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública que dirige Diego Reynoso para la Universidad de San Andrés releva mensualmente cómo observan las distintas generaciones la marcha general del país y al Gobierno, además de reflejar sus intenciones de voto. Un dato muy interesante que surge del estudio es cómo se comportan casi en espejo las generaciones más jóvenes y las más viejas: así, mientras entre los centennials y los millennials (hasta 40 años) el Gobierno saca mala nota, su boletín se revierte con fuerza entre los baby boomers (70 años) y la generación silenciosa (más de 80). Casi en el medio (aunque con mayor desaprobación -56%- que aprobación -41%-) queda la Generación X, que son quienes hoy tienen entre 50 y 60 años.

Ese comportamiento en espejo se reitera con la mirada sobre la situación general del país y con la intención de voto. Mientras los candidatos opositores ganan terreno entre los jóvenes, especialmente los millennials, los de más de 70 se inclinan por votar al oficialismo. Hay allí una señal de alarma para el Gobierno, pues además de ser muchos menos en proporción, los mayores de 70 (al igual que los jóvenes de entre 16 y 18) no reciben penalidades por no ir a votar.

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