La Región

Invierno Perdido

Por Néstor Machiavelli

Pueblo de llanura entre la sierra y el mar, en la plaza se respira el aroma de la leña que dibuja el humo de las chimeneas en invierno.

En El Perdido los pibes en vacaciones de julio, como en cualquier pueblo de campaña, juegan en la plaza hasta que el sol decide que es hora del crepúsculo.

En estos lugares apacibles la vida transcurre sin apuros. El paso del tiempo parece más lento, pero es solo una sensación de visitantes acostumbrados a semáforos y colectivos.

La plaza es el centro, a su alrededor la escuela, el viejo correo, la comisaría, el municipio, y el club de las pasiones futbolísticas y sentimentales. En el atardecer el sol dibuja el contorno del club, inconfundible por su frente y el toldo de alambre tejido de la cancha de pelota a paleta.

Una de las ventajas de los pueblos de llanura con el horizonte al alcance de la mano, es que de cualquier lugar de la plaza son visibles los colores del atardecer. (23-07-25).

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