La Región

No lo dudaron: la gran ayuda de la zona a los vecinos de Bahía

Son muchos los voluntarios de distintas localidades de nuestra región que se pusieron al hombro las tareas de acopio y distribución de donaciones. Aquí, los testimonios de colaboradores oriundos deTornquist y de la dorreguense Trinidad Barda Schell.

“No considero haber hecho nada de otro mundo ni fuera de lo ordinario. Hay gente que hizo mil veces más que yo y hay quienes están 24 horas con este tema. Comparado con un montón de gente que conozco no hice nada”.

Es la primera frase de Diego Steffen, voluntario de Tornquist, auxiliar letrado en el Juzgado de Paz, al ser consultado por La Nueva sobre su experiencia solidaria en Bahía Blanca en los días posteriores a la inundación, cuando se acercó de forma particular para ayudar “en lo que fuera” y aún lo sigue haciendo cuando puede.

Sus palabras se repiten en muchos de los voluntarios consultados a diario: casi nadie admite su importante labor. Ante semejante panorama todo parece poco, incluso, siempre hay alguien que hace más, que sufre más.

Sin embargo, los testimonios suman a la hora de reconstruir la ayuda que llega desde las distintas localidades de la región y, un granito de arena tras otro, rápidamente se transforma en una playa.

“El primer día que fui a Cerri, literal, me presenté en el cuartel de Bomberos y les dije:’Hola, que tal, me pongo a disposición de ustedes’. Punto. Al rato estaba en una casa ayudando a sacar barro”, contó.

La sensación de Diego Steffen es que hay muchas donaciones y más gente ayudando de lo que uno cree.

“Mucha gente de Tornquist puso su domicilio particular o su establecimiento para juntar las donaciones y llevarlas a Bahía. En mi caso puntual, acudí al club Unión y al club Automoto, al día siguiente de lo que pasó en Bahía, para ayudar en la distribución. Fue muchísimo lo que se juntó”, dijo.

Los clubes dejaron sus puertas abiertas para que la gente pudiera seguir llevando cosas y trasladarlas a Bahía.

“También los ciudadanos de Tornquist fuimos juntando cosas nuestras y llevando lo que teníamos en casa. Ahí tomás dimensión de cuántas cosas te sobran, a veces”, reflexionó.

Diego nació La Dulce, en proximidades de Necochea pero se considera bahiense porque vivió en la ciudad la mayor parte de su vida, desde muy chico.

“Hace 5 años que vivo en Tornquist. En Bahía tengo a mis viejos, en el barrio Patagonia. Les entró agua de lluvia, pero no más de 10 cm. Pronto pudieron recuperarse y volver a la normalidad”, dijo.

“A Bahía le debo todo. Soy de ahí, mis amistades también están ahí, la salud pública lo mismo. Si bien uno acude al hospital municipal de Tornquist, que es muy buen hospital, cuando las cosas se complican uno acude a Bahía Blanca”, dijo el abogado, egresado de la UNS.

Como tiene una camioneta, le pareció de utilidad ofrecerse para distribuir mercadería, o lo que hiciera falta, desde los grandes centros de donaciones montados en Dow, club Liniers y FISA hacia la periferia.

Una de las casas afectadas a la que llegó Diego Steffen.

“Noté que faltaba eso, llegar rápido a los barrios más alejados. Estuve en Cerri, barrio Noroeste, Puertas del Sur, Tierras Argentinas. La intención era hacer llegar determinados productos a los comedores y ollas populares. Consideré que el mayor aporte en estos momentos era logístico”, añadió.

Según Diego, hay cosas que no llegaban rápidamente a los lugares que más la necesitaban por falta de movilidad y no por mala fe en las instituciones o centros de distribución.

“Yo solo me puse a disposición de gente que ya estaba ayudando, un grupo que ya estaba armado. Hay quienes hacen hasta 10 viajes por día, ponen la camioneta o tienen centros de donación. Tengo amigos que casi no han vuelto a la casa”, comentó.

“Lejos estamos de un estado de abastecimiento total pero considero que hay alimentos y elementos de limpieza bien acopiados. Las cosas están pero falta un poco de coordinación para distribuirlas. Falta ese tipo de conexión o es muy lenta. No es una crítica sino una apreciación”, mencionó.

Otra experiencia, de Trinidad Barda Schell, oriunda de Dorrego

Trinidad Barda Schell, es oriunda de Coronel Dorrego y militante de la UCR en Monte Hermoso, llegó a la sede que el partido político tiene en Villa Mitre para dar una mano.

“Juntamos donaciones a nivel provincial, se trajo todo en un camión desde La Plata. Desde Dorrego algunas instituciones juntaron alimentos no perecederos y de higiene personal. El Instituto Superior de Formación Docente donó insumos para la limpieza y también desde el Municipio y la UCR de Dorrego y de Monte Hermoso se hicieron donaciones.

Ella formó parte de un grupo de militantes dedicados a atender demandas más personales en barrios específicos, con vecinos con los que han tenido contacto. A lo largo de los días fueron articulando el caudal de donaciones con las sociedad civil.

“Uno de los camiones se llevó al club Bahiense del Norte. También visitamos Sociedades de Fomento o tomamos contacto con referentes barriales que conocen a los vecinos y podemos llevar los insumos a sus casas para que ellos los repartan, porque son quienes tienen más contacto directo con la gente”, añadió.

Asimismo acercaron bidones de agua al barrio Costa Blanca, cuya situación de precariedad se agravó tras la inundación y requerían agua potable.

“Vinimos a ayudar a los vecinos. En este espacio, en que soy militante, vinieron chicos de todos lados: de Bragado, Guaminí, Lomas de Zamora, San Fernando, Trenque Lauquen y Conurbano Bonaerense”, señaló.

Se trata de un grupo de más de 15 personas, en general, todas de menos de 30 años.

La tarea es ayudar directamente a los vecinos con demandas puntuales como ubicar alimentos, colchones y artículos de limpieza.

“Nuestra idea es sostener esto por un tiempo prolongado porque entendemos que las primeras dos semanas todo el mundo está dispuesto a ayudar pero la vida en Bahía Banca sigue y cada uno va a tener que empezar a atender sus cuestiones”, dijo.

“Los negocios van a abrir, las escuelas van a funcionar, y los padres que hoy están colaborando estarán llevando a sus hijos a sus actividades”, evaluó.

La idea no es solo hacer ahora sino sostener la ayuda en el tiempo: seguir trayendo donaciones en las siguientes semanas para que lleguen a quienes realmente lo necesitan.

“Pensamos en el caso de Cerri, que quedó inundado, los negocios no estaban abriendo y la gente no tenía donde hacer las compras. Queremos estar cerca de esos vecinos de forma sostenida”, aseguró.

Trinidad contó que trabaja mucho en la Sexta Sección y considera que como actores de la sociedad, quienes creen en la política como herramienta de transformación, no deben estar por fuera de esta ayuda solidaria.

“Cuando uno necesita una mano el otro tiene que estar. Una mano lava a la otra…”, subrayó.

“No fue algo muy pensado. Agarramos nuestras cosas y nos vinimos. Pusimos nuestros autos a disposición para empezar a repartir y siempre abiertos a que otros actores de la sociedad pudieran ayudarnos y entrelazarnos”, explicó.

“La clave está en que toda la sociedad pueda laburar para que Bahía Blanca salga adelante”, concluyó. (La Nueva.). (23-03-25).

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba