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Hechos y protagonistas del Pago Chico: Grialdo

Por Fabián Barda

Era tanto el afecto que, pese a pasar largamente los 80, nunca nadie lo llamo Don Grialdo, simplemente fue Grialdo, símbolo de Independiente de Dorrego. Categoría, esta última, que alcanza por haber sido uno de sus socios fundadores y, su histórico, primer capitán.

Infaltable en las formaciones desde setiembre de 1923 hasta entrado el año 1933, fue primer o segundo back central de acuerdo a las necesidades futbolísticas o la adecuación a su compañero de “cueva central”.

Quien esto escribe comenzó a visualizarlo a principios de la década del ’70. Su llegada a la ciudad en forma periódica, residió en Bahía Blanca en los últimos años de su vida, era un verdadero ritual que incluía, indefectiblemente, un café y una charla llena de recuerdos en la sede “Roja”; otro café y una charla llena de sueños truncos y por cumplir con sus correligionarios de “Boina Blanca” y saludos a doquier, charlas casuales de casuales transeúntes que lo encontraban en el centro de la ciudad.

Estuvo la noche del 14 de setiembre de 1923 cuando en la librería de Anacleto González, junto al propio Anacleto y a Manuel Pescader, Salvador Mignaqui (h), Rómulo Cingolani, Augusto Faudry, Felipe Di Rienzo, Wilfredo Roubiò, Ramón José Iturrioz y Miguel Imperatricce dan el puntapié inicial de “Independientes”. Un dato importantísimo para dimensionar la figura de Grialdo, cuando fundaron independiente él tenía 18 años.

Además de fundador fue jugador y capitán durante más de una década. Obviamente que fue de la partida en diciembre de 1923 cuando debuta oficialmente el primer equipo cayendo derrotado uno a cero frente a Huracán de Tres Arroyos, en el predio que cediera, en su Feria de Remates don Víctor Alonso. Esa tarde “Independientes” puso en cancha a Faustino de la Vega, Carlos Ponzio, Grialdo Leguizamón, Eulogio Silveira, Juan Carlos Roubiò, Arturo Colturi, Luis Bianchi, Salvador Mignaqui (h), Waldo Macedo (c), Miguel Imperatricce e Ismael Macedo. La nota de color fue que se lesionó el arquero y un espectador, Santiago Luis reemplazó al portero ya que no tenían suplentes.

El diario “Sportman”, el 13 de mayo de 1933, publicó una entrevista en la que asegura que “mi vida no encierra nada de extraordinario, quizás nada de valor” y comenzó a rememorar como se inició en el fútbol: “Después de nuestros “partidos” en la calle o en el patio de nuestra casa con el enojo de nuestros mayores y el rezongo de los padres por haber roto algún vidrio, mártir obligado de nuestros primeros pelotazos, ingresé a la tercera división del Club Dorreguense. Corría el año 1916 y contaba con 11 años. A la mitad el mismo y viendo que la Comisión Directiva no concertaba ningún encuentro fundamos un club, a quien lo designamos “Invencible”… Hicimos honor al nombre pero duró poco e ingresé al Club Argentinos una tercera división que en ese entonces tenía justificada su valía. En 1917, nuevamente retorné a mi primitivo club pero ya en segunda división, Club por el que jugué hasta 1923, año en que se fundó Independiente que vino a ser una continuación del anterior”.

Presente en el primer partido de los rojos, también fue titular y capitán la tarde de la inauguración de la Cancha ubicada en 25 de mayo y Lequérica. Consideraba que ese fue su mejor partido como futbolista. Jugaron con Ramón Santamarina de Tandil: “Empatamos uno a uno. El primer gol lo hicimos nosotros por intermedio de M. Biscarra y ellos nos empataron con un penal”.

Hablando de emociones y los enfrentamientos con Ferroviario, Grialdo, en ese reportaje de “Sportman”, aseguraba que “era grande la rivalidad que existía en ese entonces…Recuerdo un partido que ganamos 3 a 1, para mí el más emocionante que viví adentro de la cancha. Cuando se escuchó el silbato del referee anunciando la terminación del encuentro, me abrazaron y sentí mis ojos húmedos. La hinchada plena de entusiasmo nos aclamaba. Fue para mí la más sincera emoción que experimenté en mi vida deportiva”.

Fue testigo y protagonista de los hitos fundamentales de la historia del club que ayudó a fundar: estuvo la noche del 14 de setiembre de 1923, la tarde de la inauguración del complejo deportivo ubicado en 25 de mayo y Lequérica, la jornada de la habilitación de la tribuna de Cemento, el histórico 14 de mayo de 1960 cuando se inauguró “la sede nueva”, el verano de la apertura de la pileta de natación y la noche que quedó habilitada la iluminación del campo de juego.

Y vivió otras emociones. Fue de la partida de las huestes de Juan B. Maciel la tarde del 5 de setiembre de 1937, cuando el caudillo radical junto a sus correligionarios entre los que estaba Grialdo Leguizamón y los hermanos Roubió, también jugadores de fútbol, intentó votar libremente levantando banderas por las libertades cívicas.

Fue hombre de Maciel en esa partida y militante político toda su vida. Su señorial estampa, vestido siempre de traje, su cordial trato y deferencia hacia todos lo constituyó en un símbolo de casi un siglo de vida. Siempre fue Grialdo, en el afecto de todos. (Ecos de mi Ciudad). (15-12-22).

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