Las últimas lluvias en la región «benefician fundamentalmente al cultivo de soja»

Una amplia región recibió las esperadas lluvias que tanta falta hacían para los cultivos de gruesa y para el forraje para la hacienda.

“Esto fue un gol en el minuto”, aseguró a La Voz del Pueblo el ingeniero Gustavo Thiessen, que asesora campos, principalmente en suelo dorreguense, sobre el significado de las últimas precipitaciones.

Las lluvias, además de ser oxígeno puro para los cultivos y los campos ganaderos, también provocan un cambio rotundo en el ánimo de los productores, que a partir de ahora miran con más optimismo el futuro cercano.

“Han sido bastante generalizadas, con sectores en la costa y San Mayol que llegaron a 60/70 milímetros, mientras que en el resto de la región anduvo entre los 25 y los 35 milímetros”, indicó el ingeniero Matías Fik. “Por suerte llovió en muchos lugares que venían muy complicados, como Lin Calel, Copetonas, Claromecó y Cascallares”, agregó.

Gustavo Thiessen

“En Coronel Dorrego hubo registros de 25 milímetros hasta 180, en un foco puntual que se dio en El Zorro. Lo común fue entre 40 y 60 milímetros, que eran más que necesarios”, aportó Thiessen. En la zona de Cascallares hubo registros que rondaron también los 40 y 60 milímetros, agua verdaderamente bendita porque era un sector que casi no había recibido precipitaciones desde los primeros días de diciembre.

Estas precipitaciones benefician fundamentalmente al cultivo de soja, tanto las siembras de primera como las de segunda; a los maíces sembrados tarde y los hechos sobre rastrojos de fina, y a algún girasol tardío. “Todo lo que venía atrasado va a aprovechar muy bien estos milímetros y van a ir mejorando el estado”, coincidieron los técnicos consultados. Y destacaron, el gran aporte que significa para la ganadería: verdeos y pasturas empezarán a tirar. (La Voz del Pueblo). (09-02-22).

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