Cebada: Datos para tener en cuenta en la próxima campaña
De cara al inicio de la próxima campaña de cebada en Argentina, los ingenieros agrónomos especialistas en dicho cultivo Mario Cattáneo y Fidel Cortese resaltaron que se estima para este año un incremento en la superficie sembrada y en el volumen de producción de este cereal.
«La expectativa de un mercado optimista a mediano plazo, sumado a la ‘amenaza’ de intervención en el mercado de trigo nos hacen pensar en una estimación de la superficie argentina de cebada para la campaña 2021/22 de alrededor de 1,0/1,1 millones de hectáreas, lo que daría una estimación de producción de entre 4 y 4,5 millones de toneladas», precisaron.
Los datos fueron dados a conocer en nuestro último Newsletter mensual, que se distribuye gratuitamente a los suscriptores de cebada cervecera. Además, en dicho informe incluyeron las recomendaciones a tener en cuenta al momento de planificar la siembra:
– Recordamos que en cebada es fundamental lograr un buen número de espigas como principal generador de rendimiento.
– Eso se logra a partir de una correcta implantación, eligiendo un buen lote, con una siembra adecuada (la Cebada no tolera siembras profundas).
– Algo que hay que tener muy en cuenta es la historia de herbicidas residuales aplicados en los cultivos anteriores. La mayoría de estos herbicidas tienen descomposición microbiana en el suelo, por lo que hay que tener en cuenta factores como pH, humedad y temperatura.
– En algunos lotes se han visto en años anteriores daños por residualidad por aplicaciones de diclosulam, imazetapir, clearsol y fomesafen, mayores en Cebada que Trigo. Al ser un tema muy específico es fundamental el asesoramiento profesional en este punto.
– La elección de las variedades es fundamental en planteos productivos. En todos los casos es recomendable saber la PUREZA VARIETAL de la semilla elegida, nuevas tecnologías rápidas y precisas a tal fin como la desarrollada por ZoomAgri facilitan la determinación varietal.
– Se debe contar con una semilla con buenos valores de poder y energía germinativa y sanidad. Hoy existe en el mercado variada oferta de curasemillas que nos aseguran una cobertura en cuanto a enfermedades. Al ser un tema extenso y complejo, que comienza conociendo la carga patogénica de cada lote y actuando en consecuencia con la elección del curasemillas, aconsejamos consultar al asesor de confianza para elegir correctamente el producto a usar.
– No descuidar la tecnología en el tratamiento de semillas ya que es fundamental para maximizar la performance de los curasemillas.
– Para cada variedad hay que tener en cuenta las fechas de siembra.
– Otro aspecto fundamental relacionado a la siembra es la parte nutricional. Se debe hacer una correcta fertilización de base, de acuerdo a las necesidades (análisis de suelo). No solo debemos ver las necesidades de fósforo sino también de nitrógeno ya que depende de este elemento, entre otros factores, una buena capacidad de macollaje que nos asegure macollos fértiles. También se observan en cada vez más lotes deficiencias de azufre y zinc.
– Corregidas las deficiencias de fósforo durante la siembra, hay que apuntar a corregir las deficiencias de nitrógeno. Para esto es fundamental saber qué tenemos en el suelo. Además de los análisis clásicos de N, estamos teniendo muy buena correlación con la determinación del contenido de N-NH4+ producido en incubación anaeróbica (Nan). Este dato sería un indicador confiable para estimar el aporte de N por mineralización, dado que se correlaciona estrechamente con el N potencialmente mineralizable, principalmente en la zona Sur.
– Como regla general apuntamos a valores entre 26 y 30 kg. de N por cada tonelada de grano. También, tomando esto como una generalidad que se debe analizar en cada caso, el momento de aplicación es fundamental, teniendo los mejores resultados la fertilización dividida, 60/70 % temprano (puede ser en presiembra, premergencia o primeras hojas) y el resto al final del macollaje.
– Una práctica recomendable es hacer EN CADA LOTE franjas de saturación de nitrógeno. Con estas franjas, a partir de 1er nudo y hasta hoja bandera se hace un seguimiento de la evolución del estado nutricional con aparatos como el N-Tester (Yara) o SPAD. Con ese dato se puede corregir nitrógeno pensando en calidad. (La Voz del Pueblo). (11-05-21).