«Antes llovían 150 milímetros y no quedaba una gota de agua», aseguró el titular de Rumaroli
(NOTA CON AUDIO) – Rubén Diez, titular de la empresa olivícola Rumaroli, se refirió a los perjuicios que le ocasionan a su emprendimiento los anegamientos que se producen en la zona donde está ubicada la finca.
En diálogo con LA DORREGO, Diez destacó que más allá de las dificultades que se originan frente al puesto de ventas, ubicado al costado del kilómetro 591 de la ruta 3, esta situación también ha generado importantes pérdidas debido a las enfermedades que sufren las plantaciones.
Por ejemplo, admitió que en mayo del año pasado, se vio obligado a despedir e indemnizar a los 30 trabajadores que había contratado porque llovieron apenas 40 milímetros y perdió la cosecha.
Recordó también que en 2003, adquirió las 80 hectáreas donde funciona Rumaroli e hizo las inversiones necesarias para adaptar el lugar a las distintas exigencias. Y reconoció que los problemas de anegamientos en el sector comenzaron hace tres o cuatro años.
«Antes, llovían 150 milímetros y no quedaba una gota de agua», comparó.
«Me pregunto de dónde viene el agua. ¿Nadie se hace responsable de esto?». Voy a ir con los tapones de punta para que se establezcan las responsabilidades y, al menos, me indemnicen por las pérdidas», aseveró.
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