Cuando la realidad no tabula el encadilamiento de los indolentes
POR CARLOS MADERA (*)
El pensamiento colectivo, actividad nada de moda en estos tiempos macristas, individualistas por naturaleza, pseudo rasgo cultural menemista, lleva a concatenar situaciones que se transforman en opinión cuasi ideológicas,( obviamente no se percatan , pero no sacan los pies del plato), apuntalado por un discurso casi idílico, irreal, embustero, donde se repite sin saber, pero también sin pensar, pese a la instrucción de cada cual, que varía seguramente. Las bajadas de línea del presidente de todos los argentinos, sin dudas, gozan de una singular importancia,( y es claro que la debe tener ), en la efectividad inmediata en comunicadores muy de acuerdo y público a convencer, con muchas ganas que lo convenzan. Yo también tengo ganas que me convenzan, pero primero me tienen que hacer creer que a todos nos va bien, y que no somos responsables de lo que otros piensan para nosotros en desmedro de lo pretenden apoyemos. Y Cuando hablo en plural, hablo en colectivo,… porque a muchos les va bien, no nos confundamos, ustedes me dirán que son los menos,…. ustedes me dirán que son los más tienen,… ustedes me dirán que son los que nunca tuvieron problemas, o no al menos los que tiene la mayoría. Seguramente es así, y es precisamente donde gobiernos como el de Cambiemos, coalición a no olvidarlo , integrada por el partido de Macri, la UCR y la Coalición Cívica, el título del partido que encabeza hoy Elisa Carrió, llevan adelante políticas conservadoras, que jamás han sido beneficiosas para el conjunto. La definición, entre tantas que ha inspirado el actual gobierno es; que es para unos pocos. Por eso el atolondramiento, que no es nuevo,ya pasó con el menemismo, no hace olvidar, que los que la piloteaban hasta hace dos años( de distintas maneras, siempre trabajando, nunca dejaron de hacerlo ahora tampoco), tenían un pasar ascendente, nada inusual, pero sí fundamental, básico, importantísimo cuando no está, que era intentar una casa propia, bien ayudado por el Estado, con tiempo para devolver, lógico dentro de las posibilidades de cada uno, vivir un poco mejor que al día, estabilidad laboral para apuntalar estas cosas (sin pique nos vamos a pique), criar hijos, poder brindarles estudios u oportunidades para abrirse camino en la vida. Pero no, estos pensamientos resquebrajantes, enfermizos ( no solamente de los gobernantes y dirigentes que hablan desde su comodidad), sino de millones de pares, vinieron a edificar o ya lo pensaban que los que quien tienen al lado,…son todos holgazanes, vagos, acomodados, planeros, o mal entretenidos, como se decía antes. Yo creo que allí radica el mal, porque gobiernos va a ver muchos, y equivocados pese a las mayorías, también. Lo que sí, el pensar en grupo creo es de bien nacido, solidario como nos pretenden enseñar en la iglesia y en la escuela y por qué yo digo a diario que este gobierno no me gusta ?, me lleva a hacerlo porque creo que a la mayoría no le va bien, se exceptúa de cómo me va a mí, o cómo le va a Usted que me putea del otro lado de la radio. Nadie es responsable ni culpable si voto a favor o en contra, eso es una consecuencia, abrumadoras mayorías no va a ser la primera vez que cambien, seguiré hablando pese a la moda de personalizar la opinión de cada uno. No debo dejar de reconocer que frecuentemente uso un proverbio español que reza “ cada uno opina, apoyado de cómo le fue en la feria”. A los periodistas también nos va bien o mal, eso sí tenemos encima todo un fundamento para ver las cosas y equivocarnos, tal cual puede hacerlo cualquier votante, y también opinamos con una base ideológica determinada. A mí no me preocupa.
Si a mí me va bien, tengan por seguro, que no voy a cometer la torpeza, cual dirigentes con su propio pasar, que nos quieren hacer creer que solo falta que llegue Alicia, para estar en el país de las maravillas, seguiré diciendo, pese a quienes no quieren oírlo, que esto no va bien.
(*) CONDUCE DORREGO DESPIERTA, DE LUNES A VIERNES, DE 7 A 9.