Política

Escenas de devaluación explícitas

La celebración que tuiteó Adorni no se ve en los comerciantes o las pymes importadoras que ven cómo suben los precios. Radiografía de la situación que dejó el superviernes de Milei.

NOTA DE ESTEBAN RAFELE EN CENITAL

La foto que tuiteó el vocero Manuel Adorni reflejó la euforia con la que Javier Milei, el ministro Luis Caputo y el resto del equipo económico vivió la salida (parcial, pero importante) del cepo. El presidente, incluso, se hizo tiempo para ir más de cuatro horas al programa de Alejandro Fantino a cantar “mandril, decime qué se siente”. Mientras eso ocurría, una pyme metalúrgica pausaba su lista de precios, porque los insumos importados se elevaron, de golpe, alrededor de 10 por ciento. Una diseñadora de cortinas recibía el mismo aumento al cierre de la primera rueda cambiaria “libre”. Los supermercados avisaban a proveedores de bienes básicos que no aceptarían listas con incrementos excesivos. Uno que está por irse a pasar unos días a Brasil celebró: el hotel, con el dólar minorista en torno a los $1.250 le saldrá más barato que lo que pensaba abonar con el MEP como referencia.

Fueron escenas de devaluación explícita, en un país acostumbrado a que estas cosas pasen cada tanto. Lo extraordinario (por inhabitual, y por XXL ordinario) fue el festejo a corazón abierto del Gobierno. Es cierto que la salida del cepo fue, en estas 48 horas, muy calibrada: el dólar no se disparó a $1.300 o a valores todavía más traumáticos. Pero también es cierto que habrá un impacto en los precios que no desaparecerá por más que lo minimicen en el discurso. Y que, si el escenario de mayor inflación con salarios deprimidos se extiende un par de meses más, las elecciones de medio término llegarán a la agenda y pueden sumar más inestabilidad a un dólar que flote en aguas inquietas.

El impacto en el bolsillo
La inflación de marzo, del 3,7%, dejó el piso para la remarcación post-liberación cambiaria muy alto. Hasta hace poco, Milei decía que iba a abrir el cepo sólo cuando el IPC mensual estuviera debajo de 1%. Encima, Alimentos y bebidas escaló a 5,9%, con impacto directo en las canastas de pobreza e indigencia, y una fuerte incidencia de productos estacionales, como carnes, huevos, frutas y verduras.

Sobre esta aceleración llegarán las nuevas remarcaciones. Para Eco Go, no sería descabellado un par de meses de inflación en torno a 5 por ciento. Analytica escribió: “La inflación comenzó a acelerarse en febrero y a partir de la devaluación profundizará esa tendencia en los próximos meses”.

Almaceneros, supermercados y mayoristas recibían listas con remarcaciones que trasladaban el 9% en aceites y farináceos. Supermercados también detallaron listas similares en elementos de higiene. Los supermercadistas avisaron que no aceptarán remarcaciones excesivas y se quejaron por la coordinación entre aceiteras para enviar listas similares. En una gran alimenticia que padecía la depresión del consumo confirmaron subas de esa magnitud. Las ventas en grandes superficies acumulan quince meses seguidos de caídas.

La suba del dólar puso al resto de la economía doméstica en pausa. Una diseñadora de cortinas llamó a Radio Con Vos y dijo que, por la mañana, sus proveedores de géneros pausaron las entregas y que, por la tarde, luego de la primera jornada de libertad cambiaria, enviaron listas con subas de entre 10 y 12%. Son insumos importados, pero que también deberían incorporar en los precios la rebaja de aranceles que oficializó el Gobierno a comienzos de mes.

Algo similar ocurre con los electrodomésticos. Las empresas fueguinas ven cómo trasladar a precios la suba de componentes importados en un contexto de ventas planchadas, mientras plataformas de e-commerce recibían un 10% generalizado de alzas.

Aldo Lo Russo, dirigente empresario y socio gerente de la metalúrgica pyme Baigorria, de Caseros, hizo un relato muy contundente del impacto en la producción. “Los proveedores de herramientas importadas actualizaron directamente por la devaluación. Los insumos que estaban en dólares, como el acero especial, ahora son más caros. Los proveedores que mandaron cajas de cartón calcularon un aumento de 8% y un 4% adicional para el mes que viene. Hago superficiales, con zinc, y me pasaron un aumento del 9% que impacta en casi 60% del total. El nylon llega con aumentos de entre 8 y 10 por ciento”, enumeró.

Baigorria y otras firmas del sector autopartista, ya castigado por la apertura de importaciones, trabajaron el lunes con ventas sin precio. “La demanda es baja y estamos en la encrucijada entre vender poco y no cubrir los gastos”, dijo Lo Russo.

Miami
¿Ganarán competitividad? Lo Russo lo puso así: “Con el tipo de cambio de hoy, estuve viendo un herramental que importo desde España, un país caro. Allá me sale 30% más barato que fabricarlo en Argentina”.

Lo que cuenta el empresario marca la paradoja del movimiento de estos días. La apertura del cepo supuso una suba del dólar oficial, por el que se rigen las importaciones y exportaciones. Así y todo, Argentina sigue cara en dólares. Los viajes al exterior y el consumo puerta a puerta se pagaba con dólar MEP hasta el viernes, que costaba $1.350. Estos consumos de la clase media o media alta ahora cotizarán a algo parecido a $1.250. En cambio, el maíz que alimenta al ganado se regía a $1.130 (dólar blend) y ahora tendrá como referencia $1.200. Comer será más caro, viajar a Miami o a Rio de Janeiro se abarata.

La apertura del cepo era necesaria y será, a mediano plazo, saludable. En esto coincide la gran mayoría de economistas, heterodoxos y ortodoxos. La transición será traumática. Menos problemática que la fuerte devaluación que implementó Caputo desde el 10 de diciembre de 2023, pero su impacto es innegable, aunque el Gobierno prefiera atribuir la suba de precios de marzo a la inestabilidad que sembraron opositores y mandriles (¿no era siempre y en todo lugar un fenómeno monetario?) y asegurar que abril y mayo darán más bajo.

La última gran apuesta de Milei y Caputo es que el carry trade remozado baje el dólar y contenga ese sacudón en los precios. El lunes, el Tesoro subió las tasas de interés por los bonos en pesos que ofrece cada quince días entre 5 y 10 por ciento anual. Ese mismo día, el Banco Central cerró la ventanilla de pases activos a los bancos, un recurso con el que las entidades se abastecen de liquidez de corto plazo. Al hacerlo, obligó a los bancos que necesitaran pesos a subir las tasas de plazos fijos para obtenerlos.

El mensaje al sector financiero fue que se vuelvan a subir a la bicicleta. Lo dijo Federico Furiase, director del Banco Central y uno de los asesores más estrechos de Caputo desde tiempos de la consultora Anker. “Llegamos con el dólar financiero cerca de la banda, $1.350 (el viernes) y tasas de interés muy altas, de 50 a 54%. Entonces los macrofundamentos están seteados para que el dólar, tarde o temprano, vaya a buscar el piso de la banda”.

Las tasas más altas, la devaluación y su impacto en los ingresos populares deberían tener como correlato un nivel de actividad económica menor, aunque el acuerdo con el FMI supone un crecimiento del 5,5% este año. “Los salarios y las jubilaciones caerán. El nivel de actividad está en proceso de revisión a la baja. En este contexto, la proyección del FMI de 5,5% de crecimiento resulta muy optimista”, sostuvo Analytica.

El Gobierno pisa las paritarias desde hace meses. Según la consultora C-P, el “ancla salarial” en torno a 1% mensual que impuso la secretaría de Trabajo al no homologar convenios por encima de ese valor implica una caída del salario real desde enero.

En cuanto a jubilaciones y AUH, su indexación por inflación pasada hace que recuperen poder adquisitivo sólo si la inflación presente es menor a la previa. Aumentaron 2,2% en marzo (por el IPC de enero) contra una inflación del 3,7% ese mes. Subirán 2,4% en abril (IPC de febrero), contra un costo de vida que se acomodará al dólar de $1.200. Eso sin contar el bono a las jubilaciones más bajas, congelado en $70.000 desde hace un año.

Lo explicó bien claro el presidente Milei el lunes, en su charla con Alejandro Fantino. “Cuando sube el precio del dólar, eso hace que suba el precio de los transables. Entonces, después, suben el precio de los mayoristas. ¿Y a quién le venden los mayoristas? A los minoristas. Entonces, sube el precio de los minoristas. El último precio, ¿cuál es? El salario. Por eso, cuando vos tenés una devaluación, a los que estás jodiendo es a los trabajadores, porque, en esta dinámica, son los que llegan últimos al ajuste de precios”.

Por el momento, el Gobierno no descongeló esta dinámica de la política de ingresos. C-P detalló que el 60% de los convenios colectivos tiene negociación abierta en este abril caliente. “En el programa con el FMI la política de ingresos está orientada a garantizar mediante AUH y tarjeta alimentar el acceso al 95% de canasta básica”, detectó Analytica. Esto fue clave para bajar la pobreza después del fogonazo del primer semestre. Quizás los festejos demoraron anuncios de alivio al bolsillo.

Bonus track
*No sé si te quedan ganas de leer de economía después del superviernes (?). Supongo que, como yo, destinaste todo el fin de semana a la lectura del acuerdo con el Fondo. Pero si querés más, te recomiendo siempre a Gonzalo Guilardes.
*Y, para terminar, siempre y en todo lugar Prince haciendo “While my guitar gently weeps” con el hijo de George Harrison, Tom Petty y compañía. (17-04-25).

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