La ciudad

“Por Cantarle a un Argentino”: Escribe Fabián Enzo Barda

«Fui preso en Bahia Blanca me llevaron de Dorrego
….no gemí ni exclamé un ruego mi alma es ruda pero franca.
Fui preso en Bahia Blanca no por ladrón ni ladino que ironía del destino
y fui preso lo repito porque cometí el delito de cantarle a un Argentino..»

El entramado de la represión en el distrito de Coronel Dorrego reconoce hitos a lo largo de su historia y también una matriz institucional reñida con los derechos fundamentales del ser humano que terminará enlazada a lo largo del tiempo con políticas cada vez más represivas. Entre los acontecimientos más terribles encontramos la huelga de los braceros de diciembre de 1919 que tuvo en vilo a las poblaciones de Oriente, Aparicio y El Perdido, un hecho casi ausente de la historia local de no ser por los aportes de Guillermo Cuadrado Hernández desde la Revista “Todo Historia” y de Mario Novack, periodista que pasara por la vieja L.U. 26, quien desde el lejano sur, su lugar hoy en el mundo, difundiera la lucha obrera de esa huelga en El Per4dido.y, obviamente los acontecimientos de la gesta de Juan B. Maciel que ha pasado de ser una efeméride histórica a un recordatorio netamente partidario.
A partir de los años 30 del siglo XX comienza a definirse esa matriz represora ya que la policía de la provincia de Buenos Aires fue pasando por las secciones de Orden Social y Orden Público hasta que en 1956 se crea la DIPBA (Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires). La DIPBA recopilaba toda la información de las instituciones dorreguenses desde las sociales hasta las deportivas, perseguía a los militantes comunistas, peronistas y del Socialismo de Vanguardia, a docentes y estudiantes del Colegio Nacional y, desde 1960, elaborara informes sobre la Fiesta de la Tradición organizada por la Peña Nativista, por ese entonces, sub comisión perteneciente al Club Atlético Independiente.
Esos informes apuntaban generalmente a la delegación uruguaya que año tras año visitaba la fiesta dorreguera, a algunos cantores y payadores a los que se “catalogaba” con determinada ideología política, a veces cierta aunque la mayoría sin ningún tipo de fundamento, incluso varios integrantes de la Peña Nativista como Salvador Randazzo (militante comunista) y Mario Alberto Reyes (que había encabezado la resistencia del laicismo educativo en las lucha de “Laica o Libre”) eran sindicados como “elementos peligrosos”.
La DIPBA ocupará un lugar central en los acontecimientos de 1967 cuando fuera detenido el payador Uruguayo Carlos Molina.
Aquel año, letras rojas para anunciar la octava edición.Decía el afiche oficial:: En Coronel Dorrego se alberga la sinceridad argentina con … «La Fiesta de la Tradición Gaucha» – Entre el 13 y 22 de Octubre de 1967 – Octubre otra vez en la Capital de la Tradición Sureña – Municipalidad de Coronel Dorrego y Dirección Provincial de Cultura promueven su realización que concreta la Peña Nativista del Club A. Independiente.
Ese 1967, nos tienta a relacionar con un contexto de una década de profundas transformaciones culturales en el mundo entero y en la Argentina en particular, en ese marco, en esos diez días de Octubre se anunciaba a «Los Carreteros de Uruguay», Teresita Mineti, Suray, Ernesto González Farías, los payadores Carlos Molina y Juan José García, Las Voces del Plata, Los caballeros del Folklore y la animación de Baizán Ramirez.
Completaba una programación cultural que incluía un homenaje a Don Manuel Dorrego con la presencia de sus descendientes, la palabra del Prof. Roberto Etchepareborda y Ñusta de Piorno.
Era octubre de 1967, el día 9 el mundo de despertaba con la noticia del asesinato de Ernesto “Che” Guevara en La Higuera, Bolivia. Fueron muchas veces las que, desde mediados de los ´60, el “Che”, moría y resucitaba, pero esta vez era verdad la triste noticia.
La prensa argentina cubrió con amplitud los sucesos de Bolivia. De todas las Revistas semanales que circulaban en el país había una que, por su particularidad al titular las notas y cierto roce amarillista en su concepción periodística, era un permanente foco de atención. Nos estamos a la Revista “Así”, creada en 1955 por Héctor Ricardo García, más identificado con Crónica TV pero de una larga trayectoria en la creación de medios.
A los pocos días las tapas de los semanarios ornamentaban todos los kioscos del país. Lo mismo sucedía con el viejo Kiosco del Club Atlético Independiente, atendido por aquel entonces por Benito Abad. Corría la edición 8va. de la Fiesta de la Tradición Gaucha en Dorrego (a partir de 1970, Fiesta de las Llanuras) y en el tránsito desde la sede al viejo Rancho de la Peña (hoy Rancho del Club Independiente), los Payadores Carlos Molina y Juan José García reparan en la tapa de “Así” y la imagen de Ernesto Guevara muerto.
Iniciado el contrapunto, García desafía a Molina y le pregunta si es verdad que el “Che” había muerto. Carlos Molina, el payador anarquista, Uruguayo, considerado uno de los mejores bardos rioplatense le cantó al guerrillero inmolado en “La Higuera”.
A los pocos minutos, la policía detiene al cantor, lo llevan a Bahía Blanca.

A Carlos Molina se lo intentó procesar en el marco del Decreto-Ley Nº 17.401 que calificaba como comunistas a las personas físicas o de existencia ideal que realizaran actividades comprobadas de indudable motivación ideológica comunistas. Para el caso de los extranjeros establecía la expulsión del país.
El primer informe de la DIPBA informaba que personal policial de Coronel Dorrego, el día 18 de octubre, procedió a la detención de Juan Carlos María Molina Coitiño, ya que “el nombrado, durante el transcurso de una payada, efectuada en el festival folklórico realizado en la localidad citada precedentemente (Coronel Dorrego), hizo manifestaciones en favor del castro-comunismo”.
En un informe complementario, Juan Melo Trujillo, oficial principal de la bonaerense, señala que “las actuaciones fueron giradas a la delegación local de la Policía Federal (con asiento en Bahía Blanca), quien dio intervención al Juez Federal Dr. Ubaldo Benci Rapelli, que al considerar lo actuado y estimado que no existía mérito para el procesamiento del causante, dispuso su inmediata libertad”.
En ese mismo escrito, el funcionario policial remarcaba que “el nombrado Molina Coitiño, había ingresado al país el 13 del corriente (octubre), integrando una delegación uruguaya, que encabezaba Gervasio Piro, y que había sido, especialmente invitado para participar en el festival dorreguense”.
La defensa legal del payador La llevó adelante el abogado y dirigente peronista bahiense Andrés López Camelo que presentó un Hábeas Corpus en los tribunales federales con asiento en Bahía Blanca.
Un informe producido por la policía local con la firma de los oficiales Luis Seguín Catalino y Pedro Nelson Talou daba cuenta que el Comisionado Municipal de ese entonces, Teniente de Fragata (RE), Jorge Eduardo Brussa, se acercó a la comisaría local para dar traslado a la nota remitida por la sub comisión del Club Independiente, Peña Nativista, firmada por su presidente Domingo Althabe y su secretario, Pedro Iribarne en la que daban cuenta de la detención del payador Carlos Molina quien en el contrapunto con Juan José García hizo referencia a la muerte del “Che” Guevara motivando esta manifestación su inmediata detención por parte de la policía local. La riqueza de ese informe no termina ahí si no que, según los funcionarios policiales intervinientes, el jefe de la Delegación Uruguaya, Gervasio Gil Piro habría manifestado que las manifestaciones de Molina no las hizo por ser comunista o anarquista si no por su “estado de ebriedad”. A 57 años del hecho y teniendo en cuenta la límpida trayectoria de Molina, su compromiso social y político en su patria, nos tentamos a creer que solo fue una estrategia de su compatriota para salvarlo de la cárcel argentina.
La noticia llegó rápidamente a la prensa regional, puntualmente a la cuasi hegemónica “La Nueva Provincia”. En página central, recuadro al margen superior derecho, titulo en negrita de una sola palabra: “PAYADOR” informa que “se encuentra alojado en la Unidad Regional de policía de esta ciudad (Bahía Blanca) el ciudadano uruguayo Carlos Molina que fue apresado en Coronel Dorrego, en momentos que, mostrando sus cualidades de “payador”, se dedicaba a cantarle loas versificadas al guerrillero argentino-cubano muerto en Bolivia, Ernesto “Che” Guevara”.
“Molina – continúa diciendo el diario bahiense – es un conocido verseador que en la zona tiene fama de habilidoso payador, habiendo intervenido en numerosas justas, evidenciando un valor poco común para estas clases de expresiones. Por eso sorprendió su actitud cuando usó de estro para exaltar la figura del desaparecido líder comunista”. Según el diario, “al ser detenido se confesó partidario de esa ideología y expresó que solamente hacía justicia a la figura del “Che” Guevara”.
Este suceso de Dorrego, únicamente explicable en el marco del “Onganiato” gobernante en el país, alimenta, la figura de Molina. Se agiganta, tal vez haciendo justicia a la medida de su enorme talento y compromiso social.
La región rioplatense es cuna de payadores. Carlos Molina logró constituirse en uno de los referentes ineludibles del canto repentista. Luego de La Gran Cruzada Rioplatense que, le devolvió a la décima improvisada el sitial del que nunca debió bajar, fue vencedor del Primer Certamen Internacional de Payadores realizado en el Uruguay en 1956,
En su larga trayectoria, se enfrentó con muchos payadores destacados en su país y en la Argentina (Clodomiro Pérez, Cayetano Daglio “Pachequito”, Carlos Echazarreta, Héctor Umpiérrez, Aramís Arellano, Conrado Gallego, Raúl Montañez, Luis Alberto Martínez, Marta Suint, entre otros), fue invitado a una histórica payada de contrapunto quíntuple (“Rescate nacional del payador”, con Roberto Ayrala, Juan Carlos Bares, Álvaro Casquero y Aldo Curbellier) realizada en el Centro Cultural San Martín de Buenos Aires en noviembre de 1973, visitó Australia, y recorrió parte de Latinoamérica (enfrentándose entre otros con el peruano Nicomedes Santa Cruz) y de Europa (en 1959, 1964, 1965, 1976, 1991). Publicó una docena de libros de poemas. Fue el encargado de darle a la bienvenida en el Estadio Centenario de Montevideo a Los Olimareños luego del largo exilio y en el primer recital en tierras orientales.
A partir de ese octubre de 1967, también, el nombre de Dorrego y su Fiesta trascendieron aún más.
Tal es la magnitud que, uno de los más grandes poetas que ha dado esta patria, Juan Gelman, en “Pensamientos”, uno de sus poemas se refirió a lo sucedido en Dorrego:
“soy de un país donde hace poco Carlos Molina
uruguayo anarquista y payador
fue detenido
en Bahía Blanca al sur del sur
frente al inmenso mar como se diceuefue detenido por la policía
Carlos Molina estaba
cantando hilando coplas
sobre el océano enorme los viajes
los monstruos del océano enorme
o coplas por ejemplo
sobre el caballo que se acuesta en la pampa
o sobre el cielo un suponer Carlos
Molina cantaba como siempre bellezas y dolores
cuando
de pronto el Che empezó a vivir a morir en su guitarra
y así
la policía lo detuvo”

26-10-24

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