Día de la Educación Especial: cómo se festejará en nuestra ciudad
Las efemérides del 9 de agosto en la Argentina están encabezadas por el Día de la Educación Especial, una celebración en la que se destaca a esta modalidad de la enseñanza, que busca facilitar el acceso a las aulas para las personas con discapacidades.
Le fecha está asociada a la creación de la Dirección de Educación Especial, un día como este pero del año 1949, durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón. En aquel entonces, el reconocimiento a este tipo de enseñanza estuvo impulsado por los lineamientos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, proclamada el 10 de diciembre del año anterior.
Allí, en su artículo 26, el organismo internacional subrayó el alcance que debe tener la enseñanza en la sociedad: “Toda persona tiene derecho a la educación”, se lee en el documento que fue suscripto por nuestro país. Y agregan: “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales”.
Esta directiva permitió fortalecer esta modalidad de la enseñanza, que tiene como uno de sus objetivos -según el Ministerio de Educación- “dar orientaciones, apoyos o recursos a las escuelas” para que puedan servir a todo tipo de estudiantes, en especial a aquellos que requieren un proyecto pedagógico diferenciado.
Más allá de esto, la consolidación definitiva llegó con la Ley de Educación Nacional que, firmada en 2006 por el entonces presidente Néstor Kirchner, la estableció -en el artículo 42°- como una modalidad del sistema educativo dedicada a “asegurar el derecho a la educación de las personas con discapacidades, temporales o permanentes, en todos los niveles y modalidades del Sistema Educativo”.
Su ámbito, según lo define la legislación, son “aquellas problemáticas específicas que no puedan ser abordadas por la educación común”.
En este sentido, la licenciada en Educación Especial Elva Gabriela Rosell habló acerca de las múltiples funciones que desempeñan estos profesionales. Según dijo, “actualmente, despliegan su accionar en ámbitos formales y no formales”; es decir, que su tarea abarca toda la vida de una persona “desde los servicios de atención temprana, hasta la educación permanente de personas adultas con discapacidad”.
Y añadió: “Ofrecen orientación y asesoramiento en equipos inter y transdisciplinarios, llevan adelante procesos de inclusión educativa; trabajan interinstitucionalmente desde las Escuelas Especiales, en sedes o centros de educación integral, diseñando e implementando propuestas pedagógicas tendientes a sostener culturas y prácticas inclusivas”.
Rosell también destacó la amplitud de sectores en los que puede trabajar un profesional de la educación especial: “El campo es amplísimo, se desempeñan en equipos de gestión, consejos municipales, organizaciones sociales y gubernamentales, observatorios de Derechos Humanos y Discapacidad, y también, en la Educación Superior, donde conforman equipos docentes, a la vez que dirigen e integran programas de accesibilidad, proyectos de investigación y de acción sociocomunitaria”.
Qué es el Proyecto Pedagógico Individual
En nuestro país, la ley establece que las escuelas comunes no pueden rechazar a los estudiantes con discapacidad. Hacerlo equivale a un acto de discriminación. Por eso, a la hora de acercar los contenidos educativos a todos, los docentes tienen que usar distintas herramientas pedagógicas para nivelar las desigualdades que puedan generarse en el aula.
Esto se debe a que el espíritu mismo de la educación especial es buscar el mejor camino para cada persona, lo cual se hace a través de lo que el Ministerio de Educación denomina Proyecto Pedagógico Individual (PPI), que es -por definición- “una forma de eliminar las barreras al aprendizaje que pueden encontrarse en los programas de estudios”.
LA ACTIVIDAD EN LA CIUDAD
09-08-24