9 de Julio: «No hay libertad posible sin igualdad», destacó Bernardo Blázquez
Por Gustavo Blázquez / Prensa MCD
En la mañana de ayer martes 9 se realizó, en el Teatro Español, el acto por un nuevo aniversario de la declaración de la Independencia.
Estuvo presidido por el intendente Juan Chalde junto a otras autoridades, representantes de instituciones y público.
En la ocasión habló el secretario administrativo del Concejo Deliberante, profesor Bernardo Blázquez Di Croce, que en una parte de su discurso mencionó: «El proceso independentista empezó a transcurrir desde la creación de la Primera Junta de Gobierno, habiendo pasado por diferentes tipos de gobierno a lo largo de este período tan convulsionado».
«Ya no había posibilidad de declarar el principio de la retroversión del poder y asumir la soberanía a través de la ausencia de una cabeza que pueda ejercerlo, ahora era lisa y llanamente ir contra los designios de la propia Corona. Fue aquel uno de los asuntos que motivaron a la Declaración de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, llevada a cabo el 9 de julio de 1816 en Tucumán», añadió.
» Pensarse a uno mismo en independencia, en libertad, parte de una premisa, de quitarse de encima todo lazo que lo ate a la voluntad de los demás, una voluntad condicionadora, directriz. Pero también es fundamental pensar el concepto libertad desde una postura no estereotipada, como mero cascarón vacío», reflexionó.
Blázquez destacó que «hoy se pronuncia el concepto libertad muchas veces como un latiguillo, como una suerte de arenga voluntarista que la vacía de contenido».
«Creo que es importante recordar que los principios fundantes de la Revolución Francesa, y a su vez, de las revoluciones de la independencia en América, son Libertad Igualdad y Fraternidad. Creo menester afirmar que no hay libertad posible sin igualdad, como afirmó el expresidente Raúl Alfonsín, ‘es creer en la fábula del zorro libre, que puede entrar libremente al gallinero a comerse a las gallinas libres'», subrayó.
«Pensar en una República sin igualdad de oportunidades, donde no todos partimos desde la misma línea, no es más que una visión acotada de la idea de libertad de nuestros padres fundadores, como así también lo es pensarnos inmersos en medio de la voluntad de un gran Leviatán que todo atrapa con sus tentáculos, que todo domina y todo controla. Vivir en un estado de permanente control, en una suerte de panóptico gigante, o como en la novela de Orwell, 1984, vigilados y controlados por un Gran Hermano que pulveriza la voluntad individual, tampoco es honrar nuestra dicha seres libres», dijo.
Por último, dijo: «Todo esto no deja de ser una suerte de juego reflexivo, pero no por ello es menos importante, para poder, desde cada uno de nuestros lugares como ciudadanos de una República Democrática, honrar nuestro privilegio de vivir en Libertad e Independencia». (10-07-24).