Dengue: hay tres casos confirmados y otros seis en estudio en la región
Con 28.235 casos confirmados y más de 50 mil en estudio, Argentina está sufriendo uno de los brotes de dengue más importantes de los últimos tiempos. Las provincias más afectadas son las del centro y norte argentino –Santa Fe, Tucumán, Santiago del Estero y Salta, entre otras-, pero los registros empiezan a arrojar datos al menos inquietantes para nuestra región.
“Hace 15 años el dengue estaba bien acotado al norte del país, pero a medida que surgen nuevos brotes la zona de influencia de la enfermedad se extiende más y más al sur. En 2009, por ejemplo, era imposible hallar al mosquito transmisor (Aedes aegypti) por debajo de una imaginaria línea trazada a la altura de Olavarría; hoy, en cambio, al vector lo tenemos plenamente instalado en Bahía Blanca y la zona”, refirió a La Nueva. Jorgelina Scuffi, referente de Epidemiología de Región Sanitaria I.
“Es un proceso epidemiológico que vemos venir hace tiempo. Hoy el brote está afectando a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, algo impensable años atrás”, añadió.
Desde que se inició el brote se confirmaron en el ámbito de Región Sanitaria I tres casos de dengue (localizados en los distritos de Bahía Blanca, Adolfo Alsina y Puan), pero además hay otros seis en estudio.
El dato positivo es que ninguno de esos contagios se produjo en la zona, sino en CABA, provincias del norte e incluso Paraguay; es decir, se trata de los denominados “casos importados” en ocasión de viajes a esas zonas.
La duda que surge es qué cerca están Bahía y la zona de tener casos autóctonos.
“El vector (el mosquito) está en Bahía y la zona, pero aún no se ha detectado circulación de la enfermedad ni transmisión viral. De todas formas, creo que van a venir años complejos”, reconoció Scuffi.
“Por factores como el cambio climático, temperaturas más altas, el aumento de la humedad o la capacidad de adaptación de la especie, entre otros, el Aedes aegypti aparece cada vez más al sur. Y si esta tendencia sigue, no va a pasar mucho tiempo antes de que aparezca el primer caso autóctono”, lamentó.
La epidemióloga subrayó que, para que haya un contagio en la zona, un mosquito debería picar a una persona con dengue y, posteriormente, atacar a otra persona y transmitirle el virus.
“Con apenas tres casos confirmados, la chance de que ocurra algo así hoy es muy baja. Sin embargo, no estamos tan lejos; en la medida en que haya más mosquitos y más casos, la posibilidad crece”, alertó.
“Hoy vemos que el insecto está adaptado a zonas como la nuestra, que está cómodo. Desde hace unos años se hace vigilancia con larvitrampas, las cuales se revisan cada siete días, y se han hallado huevos en casi todos los barrios de Bahía Blanca y los distritos de la región”, agregó.
La fumigación elimina al mosquito adulto Aedes Aegypti, transmisor del dengue al ser humano, pero no a las larvas.
“Incluso a veces la gente denuncia el hallazgo de mosquitos adultos, lo que nos da la pauta de que la especie no sólo se ha adaptado a nuestra zona, sino que está cómoda. Por eso considero que este es un momento clave para ocuparnos del tema. Todavía tenemos el control de la situación”, completó.
Según Scuffi, lo central es entender que hay que eliminar al mosquito, para lo cual se deben incorporar hábitos de conducta domiciliarios.
“La fumigación que pueden hacer los municipios elimina al vector adulto, pero no a las larvas. Estas son sumamente resistentes. Se ha detectado que pueden proliferar hasta en tapitas de gaseosas con agua, o incluso estar en estado de letargo en momentos de baja humedad y eclosionar cuando las condiciones mejoran”, describió.
Qué se puede hacer
Scuffi describió al Aedes aegypti como un mosquito “urbano, domiciliario”.
“Se instala en nuestras casas y, para reproducirse, necesita agua estancada limpia. Por eso es tan importante eliminar o dar vuelta todo posible recipiente de agua de lluvia, como latas, botellas, neumáticos, baldes y demás”, señaló.
También se debe vigilar el estado del agua de piscinas, y no descuidar los recipientes de agua en el interior de viviendas.
“El mosquito no sólo está en el exterior de la vivienda, sino que puede estar en el interior. Hay que prestarle atención al agua de floreros o bebederos de mascotas”, indicó Scuffi.
La epidemióloga remarcó que las larvas del mosquito suelen ubicarse en la línea de nivel del agua estancada, por lo cual periódicamente hay que limpiarlo con un cepillo o esponja.
“Se adhieren a los bordes del recipiente, justo donde llega el nivel del agua, y a veces no alcanza con eliminar el líquido”, alertó.
En cuanto a quienes viajen a zonas endémicas, como el norte argentino, Paraguay, Bolivia o el sur de Brasil, dijo que es sumamente importante “el uso de repelentes personales y ambientales, así como ropa clara y, en la medida de lo posible, pantalón largo y remeras de manga larga”.
Los síntomas de la enfermedad más comunes –indicó- son dolor de cabeza, fiebre alta y dolor muscular y articular.
“Todo esto se da sin estar afectado el sistema respiratorio. Lo más característico es una fuerte sensación de cansancio y dolor muscular agudo”, subrayó. (Fuente: La Nueva.). (15-04-23).