Un dispositivo creado en Bahía Blanca permitió salvar la vida de más de 300 pacientes con Covid

Desde el Hospital Municipal de Bahía Blanca resaltaron el rol fundamental que cumplió durante los momentos más críticos de la pandemia un innovador equipo local denominado Sistema Facilitador de Alto Flujo.

Se trata de una tecnología que confeccionaron el año pasado científicos del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO-Conicet), junto al servicio de Clínica Médica del nosocomio, para brindar terapias con cánula nasal a enfermos con neumonía grave por COVID-19.

“Es un método de oxigenoterapia no invasivo que permitió poder tratar a estos pacientes antes de que lleguen a un respirador”, destacó el médico Martín Biaggioni (MP 2487) a Telefe Noticias.

Según el profesional, el dispositivo de bajo costo permitió lograr resultados alentadores durante las dos olas de coronavirus que atravesó la vecina ciudad. A tal punto que lograron tratarse más de 300 pacientes y todos “con una buena evolución”.

El empleo de este sistema de Alto Flujo de Oxígeno dio la posibilidad de evitar la instancia de asistencia ventilatoria mecánica en varios cuadros moderados.

“Estos pacientes fueron en un contexto epidemiológico muy complejo, en el cual la atención de la disponibilidad de camas de Terapia Intensiva estaba bastante comprometida en la ciudad durante la primera ola del mes de octubre (2020) y en la segunda ola de abril (2021); y realmente poder tener a un paciente fuera de una cama de UTI, sin respirador, haciendo un tratamiento que tuvo buenos resultados – porque tenemos un 77% de los pacientes que se pudieron ir a la casa – implicó un ahorro de camas de Terapia Intensiva muy grande”, puntualizó Biaggioni.

En este sentido, el facultativo subrayó que su uso favoreció un ahorro de camas de terapia de alrededor de tres mil días.

Además, destacó que la tecnología local fue elogiada por los propios pacientes y también por la comunidad científica nacional durante dos congresos de Medicina celebrados en Argentina.

Biaggioni remarcó que el diseño, la fabricación y la implementación de los 10 equipos desarrollados fue el resultado de un trabajo transdisciplinario del que participaron los ingenieros Alejandro Vitale, Jorge Bustamante y Lucas Nuciari, del IADO – instituto dependiente del CONICET y la Universidad Nacional del Sur- y el equipo de la sala de Clínica Médica del Leónidas Lucero.

“Creemos que la pandemia no terminó, pero estamos en una situación mucho más tranquila. No tenemos pacientes internados, hay casos más leves porque la población se está vacunando y está haciendo las cosas medianamente mejor. Esperamos que no nos toque un escenario de esta complejidad porque hay mucho desgaste detrás, realmente estamos agotados no sólo los profesionales médicos sino también los enfermeros”, completó. (Telefe Bahía). (15-12-21).

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