Vanesa Carabajal: «Agradecida para siempre»
Nota escrita por Anahí González Pau en La Nueva
“Agradecida para siempre”. Así se encuentra la dorreguense Vanesa Carabajal, quien acaba de recibir una prótesis diseñada por un equipo de docentes de la Escuela Técnica Nº 1 de Coronel Dorrego y gracias a la cual pudo cumplir con su sueño de tocar el violín.
Docente, 35 años, mamá de Cipriano, maestra de danzas, y estudiante de segundo año del profesorado de Dibujo, nació con agenecia (ausencia/malformación) en el miembro superior izquierdo.
Hija de empleados rurales, trabaja desde hace 10 años en la Asociación de Protección y Amparo al niño, en la sala de 4 y 5 años, y nunca se queda atrás con lo que se propone. Y así apareció una nueva inquietud.
“Mi nuevo desafío de incursionar en la música, comenzó hace más de 1 año, cuando, en principio, me compré el violín suponiendo que estaría dentro de mis posibilidades lograr sacarle un buen sonido”, dijo.
Era difícil, pero no imposible. Consultó con el profesor de una escuela de música, quien le aseguró que sí podía y la incentivó a intentarlo.
Pero al llegar la pandemia, el profesor se fue de la ciudad y su sueño quedó trunco, aunque no por mucho tiempo.
“A principios de este año, llegó ante mí un video que se había viralizado a través de las redes sociales de una niña marplatense con agenecia y violinista”, contó.
“Ese fue un gran impulso que me hizo nuevamente confiar en mí y en la posibilidad de aprender”, destacó.
Inquieta y decidida, encontró a la mamá de la niña por Facebook, quien no sólo la alentó a intentarlo, sino que además la contactó con Facundo, profesor de violín de su hija, nacido en Santiago del Estero.
Este profesor, hoy radicado en Mar del Plata, es quien le dicta a Vanesa sus ansiadas clases virtuales de violín, una vez a la semana.
“Empecé a tocar el instrumento con un adaptador artesanal, fabricado por mi marido, con él hice sonar las primeras notas y canciones”, contó.
Hasta que la Escuela Técnica Nº1 por intermediación del docente jubilado de la Técnica, Osvaldo Tonietti, amigo de Vanesa, propuso a la institución este desafío.
“Gracias a él y su gentileza de acercarse a comentar mi caso particular a profesores que actualmente se encuentran trabajando en la Escuela Técnica, se comenzó a trabajar en el proyecto”, contó.
Pocos días después, Vanesa fue convocada por la profesora Marcela Loncon quien la citó para conocerla y ver de qué manera podían ayudarla.
“Hubo varias pruebas, ensayos, distintos materiales, aciertos y desaciertos, pero es importante destacar la amabilidad, entrega, responsabilidad y compromiso con la que siempre trabajó el equipo responsable del proyecto”, dijo Vanesa.
“Hace 35 atrás, no se le daba la importancia que hoy día tiene la palabra inclusión, aunque tuve una madre que, pese a que solo alcanzó un nivel primario de estudio, fue mi psicóloga, mi acompañante terapéutico, mi kinesióloga y mi guía.
Vanesa realizó sus primeros años de primaria en la escuela rural de la estación Faro y concluyó ese nivel en la ciudad cabecera de Coronel Dorrego.
A los 8 años, empezó la escuelita de Danza Folklórica en la Peña Nativista de Coronel Dorrego, hasta los 19 años, aproximadamente. En el año 2004 egresó de la Escuela de Educación Agropecuaria N°1.
En 2010 se recibió de Profesora de Educación Inicial en el Instituto de Formación Docente N°62. En 2011 empezó a bailar Tango en las Asistencias Municipales de Coronel Dorrego. En 2013, formó su propio espacio de danzas folklóricas, dónde se desempeñó como Profesora durante 4 ciclos, terminando con más de 60 alumnos.
“Cerré esa experiencia en el Teatro Municipal en Diciembre de 2016, transitando el 8vo mes de embarazo y bailando en mi vientre mi primer y único hijo, Cipriano”.
El haber creado ese grupo de folklore y su título terciario de Docente, le permitió tomar cargos como MD (maestro de danza) y trabajar en la EP N°13 de Estación Faro y en el CEC 801 de Cnel. Dorrego durante 2 años.
“Coronel Dorrego es eso. La Escuela de Educación Técnica N°1, como muchas entidades la definen. Definen mi pueblo, el que me vio nacer, crecer, desarrollarme y transgredir mis límites”, dijo Vanesa.
El importante rol de la Escuela Técnica Nº 1
La prótesis debía ser pensada y desarrollada para que Vanesa pudiera tocar el violín y se pudiera simular el movimiento de la muñeca que genera el arco.
Con la aprobación de la Directora de la institución, profesora Lorena Suárez, se comenzó a pensar en idear distintos modelos y piezas, aprendiendo a emprender en una experiencia distinta que planteaba un desafío en Impresión 3D.
El equipo de docentes comprometidos con el proyecto y coordinados por la jefe de área profesora Marcela Loncón., pertenecen a la especialidad de Maestro Mayor de Obra y son los profesores Emiliano Menéndez y José Barrios.
“Desde la institución se analizó la posibilidad de desarrollarla en el Marco de Trabajo para Terceros y respetando normativas de la Educación Técnico Profesional; promoviendo la comprensión y el respeto de los derechos humanos, la inclusión y la equidad, la igualdad de género y la diversidad cultural como contribución desde la educación técnico profesional”, aseguró su directora, Lorena Suárez.
Contó que para el diseño se usó el software Autocad, fomentando las habilidades y capacidades de los docentes inmersos en los entornos formativos de la institución; que están preparados para demostrar habilidades, destrezas, valores y actitudes en situaciones reales de trabajo.
“Todo ello, conforme a criterios de profesionalidad propios de su área y de responsabilidad social en cada una de las correspondientes funciones y subfunciones del perfil profesional de referencia”, dijo.
“El trabajo a terceros, se realizó durante los meses de mayo, junio y parte de julio, prestando servicio voluntariamente, conjugando actitudes de emprendedor, como el de aportar un bien social a la comunidad dorreguense”, destacó.
Se trabajó en las dimensiones ética, social, científica y tecnológica; ensayando con nuevos materiales que se adaptaban a los requisitos de Vanesa.
Todo el tiempo había que solucionar problemas que se presentaban con las impresoras y los diseños propuestos pero con la convicción de que la demanda de la tarea provenía de la acción.
“Se sortearon obstáculos durante este tiempo, destacando la paciencia de Vanesa y se logró desarrollar dicha prótesis con la conformidad de quien la solicitaba y garantizando las capacidades de los docentes en procesos de vinculación con nuestra comunidad y fortaleciendo la identidad de la Escuela Técnica”, concluyó la directora. (La Nueva.). (29-08-21).