Bomberos Voluntarios, una institución orgullo de la ciudad
Transcurría el año 1954 y se daban en esta ciudad los primeros pasos para la conformación de un cuerpo de bomberos, de la mano del entonces intendente municipal, Guillermo Aiub. Sin embargo, recién en 1958 se consigue la donación por parte del municipio del terreno para construir la sede de la entidad, calle Italia 535, donde sigue funcionando la institución.
Esta historia de abnegado servicio a la comunidad comenzó el 28 de diciembre de 1958, aproximadamente a las 5 de la mañana cuando, ante el espanto de los vecinos, la mueblería de López Hermanos, en Hipólito Irigoyen 653, era devorada por las llamas: era una construcción de dos pisos, arriba carpintería y deposito, abajo mueblería, y al fondo casa de familia. Por suerte, la propietaria no se encontraba en el lugar.
“Por ese entonces aún no estaba conformada la Sociedad de Bomberos Voluntarios, por lo que se convocaron a servidores públicos de las localidades de Bahía Blanca y Tres Arroyos”, evocó Priscilla Minnaard, actual integrante de comisión directiva.
“De más está decir que dada las distancias, la destrucción fue total. Fue entonces que el vecino Renato Castell, viendo tan lamentable hecho, se propuso cambiar la historia y fue el 16 de abril de 1959 cuando, en instalaciones del Club Independiente, se realizó la reunión para conformar la comisión directiva, presidida por el mismo vecino”, agregó.
El resto de los cargos quedó así conformado: vicepresidente, Rolando Codagnone; secretario, Héctor Marcos; prosecretario, Pedro Testani; tesorero, Roberto Riesco; protesorero, Julio Lagleyze; vocales titulares, Idelfonso Zorzano, Pedro Hardoy Suarez, Leoncio Aldea, Joaquín Castro, José Bonilla, Rubén Villar, y vocales suplentes, Miguel Arzoz, Eusebio Mencia. Revisores de cuentas, Argentino Cutrin, y Hugo Mc Coubrey.
Este entusiasta grupo de dorregueros fue acompañado por toda la comunidad, que esperaba la concreción del primer cuerpo activo, cuyo nacimiento se produjo el 25 de mayo de 1961, siendo sus madrina Haydeé Pastorino y Ema Dora Tumini.
En distintas etapas, la comisión fue presidida también por Cecilio Remón, Francisco Lavios, Pedro Fabricio, Héctor Blas Franceschini, Jorge Riesco, Víctor Payes, José M. Palacios, Omar Favre, Hugo Belloni, Héctor Dorta, Rubén Ocampos, José Mainini, Osvaldo Tear, Salvador Lavios, German Christensen y, actualmente, Luis Sueldo.
Por su parte, el primer cuerpo activo estuvo integrado por Agustín Spitale, como jefe; José Virgilio, segundo jefe; Agustín Turión, oficial; Orlando Amestoy, Agustín Mencia, Pablo Aiub y Orlando Silveyra, cabos; Justino Marquéz, Juan Carlos Ocampos, Emilio Bergez, Modesto López, Oscar Meñica, Rubén Tumini, Juan Aiub, Juan Bruzzone, Alberto Suárez, Edgardo Bruzzone y Mario Bruzzone, como soldados bomberos.
El primer bombero jubilado como jefe fue Vicente Nondedeu, quien pasó a retiro después de 25 años de servicio a la comunidad.
Actualmente el cuartel cuenta con una Escuela de Cadetes, con cinco integrantes, un semillero con jóvenes de 12 a 17 años que sueñan con ser bomberos. “Es ahí donde se capacitan en valores y conocimientos técnicos, para luego pasar a ser aspirantes, grupo que hoy cuenta con 4 jóvenes”, destacó Minnaard.
También cuenta con una unidad K9, con perros de búsqueda y rescate, un cuerpo activo de 35 bomberas y bomberos, y 11 reservistas.
La institución tiene alrededor de 500 socios activos, que en conjunto con aportes de los estados municipal, provincial y nacional, hacen que pueda funcionar, sumando al aporte generoso y solidario de muchos vecinos de Coronel Dorrego, que colaboran desinteresadamente con variadas donaciones y toda vez que el cuartel realiza rifas y sorteos.
“Desde hace un año, la Sociedad de Bomberos Voluntarios ha incorporado la explotación de la playa de estacionamiento de camiones, cedida en comodato por el municipio. De esta manera, se abrieron fuentes de trabajo para bomberos que estaban desocupados y un ingreso económico extraordinario, indispensable para la vida de la institución porque le permite proyectar la mejora en los servicios”, aseguró.
“Hoy, cuando suena la sirena, hay 35 vecinos que se visten de héroes y postergan su vida para ocuparse de la de otros, y eso debe ser motivo de orgullo para cada dorreguense”, completó. (La Nueva.) (11-04-21).