Dorrego y la región se proyectan como un punto turístico multidestino
Cinco líneas estratégicas, metas a mediano y largo plazo, actores pertenecientes a distintos rubros comerciales, realidades más que diferentes en escasos kilómetros de distancia y un objetivo bien claro: posicionar a toda esta región como un destino turístico con características propias y distintivas de otras zonas similares de la provincia de Buenos Aires.
El proyecto 14 Municipios, 1 Destino termina siendo la cristalización de años y años de gestiones para conseguir que el Sudoeste Bonaerense pueda ser pensado como una unidad no solamente económica, sino también como una región que cuenta con varios atractivos en un radio que no supera los 300 kilómetros a partir de Bahía Blanca: balnearios sobre la costa atlántica, termalismo, sierras, lagunas y turismo rural se suman a las posibilidades que se suman desde lo logístico, como rutas nacionales, aeropuertos, puertos al mar, y desde también lo productivo, con viñedos, tambos, zonas olivícolas y mucho más.
En los papeles, la idea es posicionar a esta zona como el producto Región Sudoeste Bonaerense, donde los potenciales turistas podrán hallar opciones diversas como descanso, tranquilidad y/o aventura, además de aire libre y contacto con la naturaleza, e historia y costumbres típicas.
Para ello, se delinearon cinco líneas estratégicas, a saber: posicionar la región en diferentes mercados objetivos; impulsar el crecimiento de turismo interregional; fomentar la creación de empleos calificados en el sector; aumentar la inversión para mejorar la competitividad de la región, y que todo este proceso se encamine hacia la sostenibilidad.
En la práctica, esta marca Destino Región Sudoeste plantea distintos objetivos de cara a 2023 y 2025, a saber: el incremento del volumen turístico nacional actual; el crecimiento de la estadía promedio de los turistas internacionales, para que en dos años pernocten al menos cuatro noches en la zona, y aumentar el volumen de ingresos por turismo.
Para fin de este año también hay metas, y varias: realizar un programa de desarrollo de la oferta de productos turísticos; diseñar circuitos turísticos y gestionarlos a través de canales de comercialización; avanzar en un programa y material de promoción turística; crear la marca turística, y diseñar las redes sociales de Destino Región, junto a una aplicación para dispositivos móviles.
Desde los municipios se destaca que este proyecto permitirá plasmar ideas que antes no perduraban en el tiempo.
A esto se sumarán campañas de comunicación y sellos/etiquetas para informar acerca de la seguridad del destino, junto al diseño de corredores seguros, y un programa de perspectiva de género y comunidad LGBT en turismo.
En el territorio, la idea es llevar a cabo un diagnóstico, relevando condiciones de accesibilidad en los servicios turísticos, además de un programa de mejora de infraestructura y servicios generales; algo similar ocurrirá con la infraestructura vial.
En cuanto a lo digital, se creará un programa específico de Big Data y perfiles de usuario, evaluando el estado de cada municipio para determinar su grado de Madurez Digital y poniendo en funcionamiento un observatorio de datos que permita medir indicadores de turismo.
Esto, por supuesto, no es automático. Para alcanzar estas metas, se promovió la marca e imagen Región Turística del Sudoeste, para posteriormente potenciarla junto a sus productos especializados. A esto se sumará una necesaria mejora en la calidad de los servicios turísticos para, de este modo, potenciar un desarrollo sostenible y mejorar la competitividad turística.
“La visión del proyecto es a cinco años, en 2025, con un análisis en 2023. Podríamos decir, en ese sentido, que este trabajo tiene dos destinos: el éxito, creando una comisión de trabajo que ejecute las distintas acciones programadas, o bien que el documento y lo que representa sean guardados, lo que en la práctica representaría un fracaso”, advirtió Silvio Rauschemberger, hoy director de Desarrollo en Bahía Blanca y coordinador del trabajo original.
En ese sentido, remarcó que la idea de Destino Región Sudoeste busca priorizar la política turística en la agenda de los gobiernos municipales de la zona, junto con la generación de nuevos puestos de empleo, incluir en el circuito a nuevos segmentos de la sociedad e incrementar los niveles de patrimonio cultural y natural, entre otros aspectos.
Durante la edición virtual de la FISA, habrá una isla destinada a la propuesta 14 Municipios 1 Destino, de participación gratuita.
“Es decir, que el estado tenga un rol más activo y lograr consolidar la región turística como unidad de gestión. Hoy, como funcionario del municipio de Bahía Blanca y de Héctor Gay, encuentro una visión muy clara con referencia a trabajar con el foco en la jurisdicción del Sudoeste Bonaerense”, señaló.
Si bien aclaró que el actual contexto de pandemia dificulta proyectar a futuro –más allá de los objetivos a mediano y largo plazo que tiene el programa-, dijo que es necesario que la actividad se cimente en pilares como la confianza y la certidumbre.
“Para fin de año sería bueno que tengamos circuitos consolidados en canales comerciales, destinos digitalizados, un alto grado de avance en la marca, que los fines de semana estuviesen calendarizados y tematizados, para que todos tengan opciones. Necesitamos que haya un desarrollo de la oferta de productos, con circuitos turísticos que tengan un foco en la comercialización”, afirmó.
En toda la región, la actividad se ha jerarquizado en los últimos años, mediante un constante trabajo de capacitación y profesionalización. Como dato saliente, el 70% de su coordinación está a cargo de mujeres. Sin embargo, la gran debilidad hoy pasa por la falta de incorporación de tecnología vinculada a internet y redes: solo entre el 15 y 20% de los comercios afines tienen desarrolladas páginas web.
Desde FEBA
Desarrollado desde la Federación Económica de Buenos Aires, con la colaboración de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines de Bahía Blanca, para su confección colaboraron las secretarías de los 14 municipios integrantes, diez cámaras turísticas de la zona, y universidades como la UNS y UPSO. A esto se sumaron los aportes de particulares y de tesis de trabajo de campo.
¿Por qué extenderlo a toda la región? Más allá de algún caso especial, los destinos y atractivos turísticos del Sudoeste Bonaerense tienen escasa visibilidad en los principales mercados nacionales. Por ello, en vez de dividir y continuar con esfuerzos aislados e individuales, en esta ocasión se planteó que la evolución de la zona en general estaría dada por la unión y el asociativismo de sus integrantes, conformando así un solo destino con múltiples opciones.
El programa está integrado por las comunas de Adolfo Alsina, Bahía Blanca, Patagones, Coronel Dorrego, Coronel Pringles, Coronel Rosales, Coronel Suárez, Guaminí, Monte Hermoso, Puan, Saavedra, Salliqueló, Tornquist, Tres Arroyos y Villarino. Si se tiene en cuenta la Sexta Sección Electoral, que componen estos 14 distritos junto a otros ocho, la zona ocupa el 33,1% del total de la superficie bonaerense, y es el segundo territorio en cantidad de plazas hoteleras (10,8%), casi doblando al tercero (5,8%).
Desde las comunas de la región, la sensación es expectante y positiva. Se entiende el proyecto como una posibilidad integradora para construir políticas públicas como región; es decir, plasmar en la realidad charlas o ideas que no pasaban de una posibilidad o de una reunión. “Todo esto llega para plantear y plasmar una integración más que interesante”, se indicó.
¿Y Bahía Blanca?
En el marco de este programa, Bahía Blanca debe asumirse como una ciudad anfitriona, más allá de ser una referencia inevitable de la región ya sea por infraestructura, conectividad y ser la puerta de acceso a un territorio turístico.
Entonces, aquí el desafío es no pensarla solo como un centro emisor, sino también como un centro receptivo: ese es uno de los desafíos que tiene por delante.
“Desde hace un tiempo se viene dando una reconversión y reconfiguración en ese sentido, asumiéndose Bahía como un lugar más hospitalario y amigable, ideal para que el turista venga para hacer negocios o compras, o bien a disfrutar de la gastronomía”, dijo Rauschemberger.
Un proyecto integral para el SOB
El comportamiento del ciudadano bahiense también se ha modificado respecto a la región de influencia, con la reconversión a un tipo de turista al que motoriza la búsqueda de experiencias y que trata de ser más participativo en los paisajes.
“Ya no es tanto el que contempla solamente, sino que se involucra en la cultura local, busca comprar productos locales y visitar una finca o una bodega; ya no es solo el turista tradicional que solo va a la playa”, sostuvo.
Una mirada integradora de la oferta turística
Marcos Kunich, secretario de Turismo de Villarino, destacó que en la concreción del proyecto participaron diversos actores del sector turístico, además de universidades y cámaras empresariales de la región.
“Hay que destacar que por primera vez se pudo plasmar toda esa idea en un proyecto escrito. Es cierto que algunas de estas posibilidades ya se habían podido llevar a cabo, pero había sido solo pensando en el corto plazo. A diferencia de ello, este programa plantea una dirección a seguir a mediano y largo plazo, por lo cual desde el municipio apoyamos y creemos en él”, dijo a “La Nueva.”.
Su concreción, continuó, permitirá desarrollar los productos que ofrece el SOB como región, siempre brindando una mirada integradora de toda la oferta turística, consolidando así al destino.
“Cada municipio cuenta con sus atractivos, pero muchas veces son políticas llevadas a cabo en forma individual. Esto tiene una mirada integradora, rica e interesante para plantear; ojalá sea el puntapié para comenzar a trabajar como región”, explicó.
“Desde Villarino siempre focalizamos en el turismo sustentable, responsable y accesible. Entendemos que tenemos un turismo distinto a la costa atlántica, que gusta a los amantes de la naturaleza, con exploración y aventura. Va a ser interesante poder trabajar en este contexto”, agregó Kunich.
Aspectos clave
Se propone a la Región Turística del Sudoeste Bonaerense como un destino turístico que ocupe el espacio de los estímulos, resaltando la hospitalidad y los estilos de vida que conviven en la provincia y combinando naturaleza y cultura.
Así se logrará un equilibrio entre su oferta cultural y natural, dándole un valor agregado a esta última al combinar sus amplias extensiones y paisajes de playas, estancias, termas y sierras con su gastronomía típica, sus fiestas, tradiciones y artesanías.
Uno de los objetivos principales es el posicionamiento de la región como destino turístico, incrementando el número de turistas internacionales y los ingresos producidos por la actividad turística, además de aumentar la promoción nacional/internacional.
El plan se elaboró por etapas. Para comenzar se llevó a cabo un diagnóstico, con la realización de un trabajo de investigación para analizar los recursos turísticos en general y evaluar el potencial turístico en particular. También se llevó a cabo una recopilación de la documentación existente, junto a estudios y trabajos previos a nivel local y regional. (La Nueva.). (29-03-21).