¿El país tiene entidades financieras acordes a su realidad e idiosincrasia económica?

POR SANTIAGO LUCENTI (*)

 

A los empresarios nos tocan vivir días difíciles. Escuchamos, durante los comienzos de la cuarentena, que el gobierno representado por su máxima autoridad, el presidente, aseguraba la asistencia crediticia a las pymes en forma eminente, práctica y veloz. Este anuncio trajo cierta tranquilidad ya que todavía restaban varios días para el pago de los salarios, al igual que todos, estaba atento a nuevas noticias o comunicados de bancos informando sobre estas líneas que nunca llegaron.

Los días pasaron y nuevamente el presidente hizo un anuncio con un mensaje más duro hacia los bancos e instruyó al Central que articule las condiciones para poder asistir a las empresas con urgencia. El mismo actuó rápido y el ejecutivo conformo un fondo de garantía para salir de aval de las pymes solucionando de esa forma el riesgo de los bancos. Pero al día de hoy esa asistencia llegó a cuenta gotas.

Viviendo esta situación comencé a pensar: ¿qué pasó? ¿Cómo una orden e intención directa desde lo más alto del poder no podía ejecutarse? En un principio fue lógica por la falta de garantías y cumplimiento de normas, pero después ¿cuál fue el motivo?

Como toda situación difícil que nos toca afrontar uno busca un norte para sus decisiones y generalmente intenta comprar con acontecimientos del pasado y es ahí donde recordé varias charlas con mi padre. El me comentaba que antes era distinto, vos ibas a un banco y acordabas un crédito en el día, también dependiendo la dimensión conocías a los dueños de los bancos y ojo!.. ellos también te conocían a vos, así que sabían a quien le prestaban. Recordando esas charlas fue que llegue nuevamente a otras preguntas:

1) Tendrá nuestro país el tipo de entidades financieras que puedan brindar asistencia a nuestra realidad económica donde más del 40% de los trabajadores son autónomos y más del 95% de la empresas son pymes?

2) La existencia de las llamadas CUEVAS ¿no será en gran medida por la falta de estas pequeñas entidades en el mercado?

3) El sistema financiero ¿está más concentrado que nunca?

4) La banca privada ¿A quién presta y a quien le conviene prestar?
El sistema financiero de Argentina ha sufrido una concentración como ninguna otra actividad comercial en el país, con solo pensar que a principios de los 90 existían más de 300 bancos y más de 900 Cajas de crédito, en la actualidad solo hay 62 entidades bancarias de las cuales las primeras 10 concentran el 57% del monto total de créditos otorgados.

Analizando los datos publicados por el BCRA la cartera de préstamos al sector privado estaría conformada de la siguiente forma:64% a préstamos de consumo o personales y 36% restante a empresas de las cuales las primeras 100 deudoras (grandes empresas) se quedan con el 17% de los fondos, el sobrante19%está tomado por otras empresas y PYMES.

Otro dato interesante que nos refleja la estadística del Central es que 271.675 empresas pagan sus sueldos a través de bancos. El 93,17% (253.128) de estas empresas son PYMES con menos de 50 empleados.

Las CUEVAS no paran de crecer! analizando su método de negocio nos damos cuenta que las mismas crecen en volumen pero no en sucursales, esto se debe a que su ventaja está basada en el CONFIANZA del cliente con el que operan y su gran velocidad para asistirlo. También podemos afirmar que en los últimos años este tipo de financieras resolvió la necesidad de las PYMES comprando sus cheques al no contar con líneas aprobadas en bancos, increíblemente por la necesidad de financiamiento se han transformado fondos blancos en negro. No deja de sorprendernos que solo en Argentina la gente confía sus ahorros en este tipo de financieras más que en el sistema regulado.

Quizás la situación que nos toca vivir está afirmando la necesidad de contar con nuevas o viejas figuras en el sector, como ser Cajas de Crédito(Históricamente las cajas de crédito sirvieron para financiar y desarrollar a pymes. En su momento de esplendor argentina llego a tener más 900 cajas de crédito cooperativo que logran poseer un monto superior al 9% de los depósitos del sistema financiero argentino).También es posible otorgar mayores facultades a las entidades no bancarias que regula el central como por ejemplo las casas bancarias que existen en muchos países estando facultadas no solo operan en cambio sino que pueden realizar actividades financieras con fondos propios.
Estas reformas y nuevas figuras son posibles de lograr sin ningún dezmero de la excelente solvencia y normas de prevención que hoy tiene el sistema argentino.

Quizás permitiendo el ingreso al mercado de estos nuevos jugadores con un límite a su escala y márgenes reducidos para operar podrán atender las cuestiones que los bancos se les hacen difícil y poco atractivo resolver. Estas nuevas entidades darían respuestas más rápidas a PYMES Y AUTONOMOS con la ventaja competitiva basadas en el análisis del componente más importante del crédito…La CONFIANZA!!! Confianza generada por conocer a quien y para qué se le está prestando.

Por otro lado, la aparición de estas pequeñas entidades sería una posible herramienta para ingresar al sistema los más de 50.000 millones de dólares que se estiman están guardados bajo el colchón, estos fondos se destinarían a financiar la actividad productiva. Esta oferta frenaría el crecimiento exponencial de las CUEVAS, incluso muchas de estas se reconvertirían bajo esta nueva figura.
También serían una herramienta esencial para llegar a los beneficiarios de políticas impulsadas por el estado en forma ágil y eficiente. En la actualidad estas acciones se canalizan a través del banco BICE que no tiene sucursales en el interior del país, haciendo casi imposible el acceso a PYMES del interior.

Para finalizar, esta nueva oferta en el mercado generaría competencia a los bancos haciendo bajar los costos y comisiones de los mismos. Las ganancias generadas serian reinvertidas ampliando el volumen del sistema y a su vez generarían gran cantidad de empleo en forma directa en todo el país.

(*) Dorreguense, empresario y presidente de la Asociación Hotelera, Gastronómica y Afines de Iguazú (AGHAI).

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