La suba del dólar pone en jaque a los presupuestos de los municipios
“El dólar sube, todo lo demás sube”. Esta regla infalible de la economía argentina no sólo es motivo de angustia y preocupación para millones de personas, sino también, por estos días, para los municipios de la región, ya que cada vez son más los intendentes que vislumbran un fin de año muy complicado por el congelamiento de ingresos y el aumento de gastos muy sensibles.
Los números preliminares que exhiben algunas comunas de la zona asustan. Las proyecciones muestran un cierre de año con enormes niveles de déficit, que en varios casos rondan el 20% del presupuesto ejecutado.
“Estamos viendo que vamos a cerrar el año con un déficit del 22% sobre el presupuesto ejecutado. Sé que suena increíble, pero para la inflación que se está dando no es elevado”, confió esta semana a La Nueva. el intendente de Tornquist, Sergio Bordoni.
Esa comuna había iniciado el año con un presupuesto de unos 350 millones de pesos. La inflación lo tornó insuficiente, a tal punto que se prevé cerrar el año con un ejecutado de $ 440 millones (26% más que el original).
«Ahora hay que ver cómo financiamos ese déficit, y para eso hay que esperar a que la Provincia y la Nación lleguen a fin de año”, señaló Bordoni.
El intendente de Saavedra, Hugo Corvatta, reconoció que su comuna prevé un cierre de año con un rojo de unos 17 millones de pesos.
“Hicimos el presupuesto de este año con las pautas de Nación y de Provincia: un dólar a 19 pesos y fracción, una inflación del 15,7% y un crecimiento del PBI del 3,5% -describió-. Sin embargo, ahora nos encontramos con aumentos en los insumos hospitalarios de entre 40% y 70%, subas similares en energía eléctrica y gas. Y ni hablar del combustible”.
El jefe comunal dijo que, por estas condiciones, en el cierre del ejercicio faltarán “en principio entre 16 y 17 millones de pesos”.
“Vamos a ver si los podemos ahorrar de algún lado, pero no sé cómo podríamos con lo que están aumentando los insumos hospitalarios y el combustible… Aparte, nos podaron 4 millones del Fondo Sojero, más lo que nos restaron del Fondo Educativo. Y si bien la coparticipación ha crecido un poco, no cubre ni en broma lo que estaba previsto”, lanzó.
“Por otro lado, ya veníamos disponiendo medidas de ahorro. Hicimos una fuerte reducción de horas extras. Ya gasté varios lápices sacando cuentas”, añadió.
Los casos de Bordoni y Corvatta no son únicos en la zona, más allá de la renuencia del resto de los jefes comunales a hablar de déficit. De allí que en los últimos 10 días, mientras el dólar escalaba de 30 a 38 pesos, se encendieron las alarmas y empezaron a revisar la ejecución del presupuesto.
El foco de atención está puesto en los salarios, que en la mayoría de las comunas representa entre el 70% y 85% de los gastos totales.
Entre este mes y el próximo se reabrirán las paritarias iniciadas allá por febrero o marzo, y los gremios ya están dejando ver hacia dónde quieren llevar las negociaciones: el 40% de inflación que el propio gobierno nacional prevé para este año.
En Coronel Pringles esta semana hubo una primera reunión y, como se esperaba, los gremios reclamaron un 25% para lo que resta del año (que se sume al 15% que habían recibido meses atrás).
“Las expectativas de mercado dan una inflación para 2018 del 40,3%; basados en estos datos y la realidad, sostenemos el pedido del 25% a liquidarse durante los últimos cuatro meses”, reclamó la Asociación de Profesionales y Técnicos de la Salud (APTS).
Durante el encuentro no hubo acuerdo porque la oferta de la comuna no dejó satisfecho a ninguno de los sindicatos: consistió en sumas fijas no remunerativas de 200 pesos en septiembre, 400 en octubre, 600 en noviembre, 800 en enero y 1.000 en febrero. Las partes quedaron en volver a reunirse mañana.
En Patagones -otro de los distritos donde se reabrió la paritaria- los gremios municipales insisten con una suba del 30% al 35%, adicional al 15% que recibieron en el primer semestre. La estrategia es llegar a un punto medio del 20% al 25%.
Susana Lizarrondo, secretaria de Gobierno y Hacienda de Coronel Dorrego, confirmó que en ese municipio se otorgó una suba del 19% más bonificaciones y sumas fijas en mayo y junio. De todas formas, igual se pactó con el sindicato una reunión en breve para “resguardar los ingresos de los empleados”.
La estrategia de los gremios -confiaron a La Nueva. referentes del sector- es que el reclamo salarial se financie con el aumento de coparticipación que tuvieron los municipios este año.
Algo de eso dejó trascender Néstor Batista, interventor del Sindicato de Trabajadores Municipales Fesimubo, en Pringles: “el dinero está; lo que hay que ver es cómo se distribuye”.
La demanda social, en aumento
Para los intendentes, sin embargo, los sueldos están lejos de ser el único gasto sensible a atender. El otro es el social. La demanda es tal que algunos intendentes han decidido abrir el grifo de fondos y no prestar tanta atención al equilibrio presupuestario. Entre el estallido social y el déficit, eligen este último, sea cual fuere.
Uno de los que ha tomado esta decisión es el suarense Roberto Palacio. En su distrito el área de Desarrollo Social ya gastó todo el presupuesto de este año, pero el jefe comunal ha dado orden de “no cortar fondos”.
Así lo confirmó a La Nueva. la titular de la cartera, María Antonia Urruti.
“Al presupuesto lo tenemos abierto -confió-. Si bien ya hemos pasado lo presupuestado para este año, podemos seguir generando ayudas”.
Urruti señaló que este año “se están entregando más alimentos que en el 2017”, y que incluso “se repiten las entregas a una misma familia durante el curso de un mes”.
La funcionaria dijo que la demanda venía en aumento, aunque la gran diferencia se empezó a notar en julio. El punto de quiebre para las familias carenciadas -aclaró- fue el aumento de las tarifas de energía y gas.
“Hubo familias que rápidamente accedieron a la tarifa social, pero otras no hicieron los trámites y en el mes de julio recibieron boletas muy altas de luz y gas”, describió.
Para evitar el corte de los servicios -continuó- las familias utilizaron sus magros ingresos, lo que las obligó a solicitar ayuda en alimentos. Por eso este mes se decidió duplicar el monto por hijo que recibe cada madre a través de la tarjeta Más Vida.
Carlos Morelli, subsecretario de Desarrollo Social de Villarino, dijo que su municipio también está ampliando la cobertura social.
“Las demandas ya venían aumentando en los últimos meses, así que hemos ampliado los programas vigentes y estamos implementado nuevos. Por ejemplo, se aumentó la cantidad de becas de estudio, se trabajando con el Kit Cigüeña para acompañar a los recién nacidos y sus padres, y hace poco incorporamos el programa Un Vaso de Leche por Día para asegurar el porcentaje de calcio que todos los chicos necesitan”, describió.
«También estamos llevando adelante programas de ayuda económica con contraprestación laboral y capacitaciones, nos adherimos al Plan Nacional de Primera Infancia y reforzamos la ayuda a las instituciones sociocomunitarias del distrito con leche y alimentos para sus merenderos o comedores”, añadió.
Una de las áreas más afectadas por el aumento del dólar será Salud. La explicación es simple: tanto la aparatología como los medicamentos tienen costos muy sensibles a la suba del dólar. Por ello en los últimos días distintos colegios de farmacéuticos del país vienen alertando sobre incrementos de entre el 5% y el 15% en los precios, con picos de hasta el 45% en el caso de un laboratorio.
“Sin dudas se vienen meses difíciles en ese aspecto -reconoció el intendente de Tornquist, Sergio Bordoni-. Nosotros por suerte ya hicimos las compras que teníamos previstas, como una mesa de anestesia, un respirador, un equipo de laparoscopía y la digitalización de los servicios de rayos y mamografía. El tema será cuando haya que hacer inversiones de ese tipo”.
El secretario de Gobierno, Ezequiel Gabella, añadió que “en los insumos importados va a haber una incidencia directa, con incrementos altos, y que va a complicar los números del municipio».
«Esperemos que en los insumos nacionales sea menor, para que se pueda amortiguar un poco más el impacto», dijo.
El secretario de Hacienda de Tres Arroyos, Federico López Di Fondi, reconoció que la devaluación se traducirá en déficit operativo para el hospital municipal.
“Los insumos médicos van de la mano del dólar y, con la situación actual, se va a transformar en un mayor déficit para el hospital. Ese déficit va a tener que ser soportado por la Administración Central de la Municipalidad”, dijo.
Consultado sobre las herramientas con que cuenta la comuna para eso, reconoció que no son muchas.
“Son los ajustes en la cobrabilidad y una selección de intimaciones a morosos con alguna acción judicial”, enumeró.
Otro aspecto que preocupa a los intendentes es el impacto que tendrá la inflación en el gasto mensual de combustible y lubricantes, así como en la compra de maquinarias viales y repuestos.
“En enero se nos quemó una pala cargadora en Saldungaray y decidimos comprar otra con 12 cheques diferidos de 121 mil pesos cada uno (1.450.000 pesos). La maquinaria costaba y aún cuesta 68 mil dólares, pero ahora significan unos 2,6 millones de pesos. Casi el doble”, describió el intendente Bordoni, de Tornquist.
“Eso sí: ahora estoy rezando para que no se rompa más nada -confesó-. Tenemos una sola retroexcavadora y está rota. Hace unos días pedimos presupuesto a una empresa de Trenque Lauquen para arreglarla, y me lo pasaron, pero después nos llamaron para decirnos que no corría más porque lo habían hecho con un dólar a 32 pesos. Y la vamos a tener que arreglar igual. La suba del dólar desbarajusta cualquier presupuesto municipal”, añadió.
El intendente de Adolfo Alsina, David Hirtz, mencionó que su comuna debió suspender obligadamente la compra de maquinaria vial.
“Estábamos analizando presupuestos de maquinarias cero kilómetros para comprar, pero en este momento no sólo no nos dan precio, sino que no hay entregas”, describió.
El aumento de los combustibles también supone un problema importante para los municipios, sobre todo porque está muy por encima de los incrementos inflacionarios.
“Nosotros cerramos el presupuesto de 2018 con un gasoil a 20 pesos, y hoy está en 37. Es imposible seguir así”, señaló Bordoni.
El contador municipal de Puan, Fernando Merkel, dijo que en su caso el aumento de precios se compensará con un menor consumo de combustible.
“En nuestro caso no tuvimos un impacto elevado porque, teniendo en cuenta lo que había sucedido el año pasado con las inundaciones, presupuestamos un gasto mayor en combustible para este ejercicio. Como la situación (climática) cambió, hubo menos actividad (de reparación de caminos) y no se gastó lo previsto, sino menos”, explicó.
En otros municipios donde no se hicieron este tipo de previsiones la alternativa es reducir el servicio de mantenimiento de caminos (que se lleva entre el 70% y 80% del total destinado a combustibles) o disponer un aumento complementario de la tasa Vial.
“El aumento va a ser fuerte. Si no es ahora, será en pocos meses, con la nueva ordenanza fiscal impositiva”, anticipó el allegado a un intendente de la zona.
En algunos distritos la tasa Vial está atada a los precios del sector rural y los costos del combustible, por lo que se esperan variaciones este mismo mes.
“Es nuestro caso -indicó Hirtz, de Adolfo Alsina-. La tasa vial está atada a la movilidad del producto: el 33% aumenta conforme al valor de granos; el 33%, al del novillo tipo; y, el otro 33%, al del gasoil. Tenemos una actualización automática”.
Fuente: La Nueva.