Falleció Ernesto “Cacho” Basualdo, el boxeador dorreguense que llegó al Luna Park

En las últimas horas se produjo en Mar del Plata el fallecimiento de Ernesto “Cacho” Basualdo. Tenía 90 años. Hoy se realizó el velatorio y mañana martes será el sepelio.
Hermano de Alberto “Coco”, “Cacho” fue el boxeador dorreguense que más alto llegó en el campo del profesionalismo.
Según escribió el profesor Fabián Enzo Barda en LA DORREGO, “Cacho”, ya a los catorce años, acompañando a su hermano mayor al pequeño gimnasio de Cabral, había comenzado la práctica. Desde ese inicio adolescente hasta los 22 hizo 25 peleas aquí en Dorrego, donde se hizo profesional.
Su historia como boxeador no tiene ningún paralelo ni punto de comparación en la historia del boxeo dorreguense. Más de 70 peleas, llegó al campo profesionalismo, fue semifondista en el Luna Park, llegó a estar quinto en el ranking argentino, y en la difícil categoría de los Welters Juniors.
En 1958, se radicó por un tiempo en Mar del Plata, tiempos en los que hace 12 peleas (luego regresará a Dorrego para volver a la “ciudad Feliz” donde vive desde hace mucho tiempo).
El 17 de febrero de 1960, enfrentó a Ernesto Martinsen en el Luna Park, fue semi fondo de un combate estelar que incluía a Alexis Miteff con José “Kid Tutara” Georgetti. Alguna vez dijo Cacho: “Nunca fui supersticioso, pero mirá lo que son las cosas, era mi pelea profesional número 13 y perdí por primera vez por puntos”.
Esa pelea marcó fuertemente a Cacho: “Al regreso a Mar del Plata, yo dejé de entrenarme, no sabía si seguir o no porque eso me amargó mucho. Mi entrenador me iba a buscar a casa para convencerme y después de un tiempo volví a entrenar, tuve otra pelea que perdí, y otra vez las ganas de dejar todo. Volví a entrenarme y tuve más peleas ganando varias por Nock Out a fines de 1960”.
Luego vinieron sus combates más destacados en el plano rentado con Eduardo Pereyra(15 de abril de 1960), Anibal Di Lella (22 de enero de 1966), Héctor Méndez (26 de agosto de 1966) y Miguel Ángel Campanino (15 de setiembre de 1967).
Pese a ello, con 25 años, volvió a Dorrego con la idea de dejar todo. No fue así. Entrenó y boxeo hasta los 30. En esta etapa fue que llegó a ocupar el quinto lugar en el Ranking argentino de los Welter jrs, acaso la categoría más difícil y de mejores exponentes en la historia de nuestro pugilismo.
Después, junto a su hermano “Coco”, pusieron un gimnasio, sacaron una camada importante de púgiles en los años ’70.
Alguna vez dijo “Cacho” Basualdo: “En el boxeo sos vos y tu adversario arriba del ring, nadie más. Por eso el boxeo no te perdona, te exige. Y como el boxeo te exige, yo también me exigí, en el deporte pero también en el resto de mi vida”. (04-08-25).