Fabián Barda, historiador de raza, dorreguero y surero, sin dobleces
Este martes fue presentada en la Cámara de Diputados bonaerense la nueva edición de Tenés que ser payador, la biografía de Luis Acosta García. Carlos Madera Murgui, testigo de privilegio del acontecimiento, lo sintetizó en una nota para LA DORREGO.
Por Carlos Madera Murgui
Con poco ruido, casi en silencio, como buen dorreguero y surero, vio la luz una nueva edición de «Tenés que ser payador», el libro de Fabián Barda sobre Luis Acosta García.
El honor y algo parecido a orgullo, a muchos kilómetros del pueblo, y recibir un ejemplar subiendo al estrado del auditorio del anexo de la Cámara de Diputados provincial, fueron sensaciones de pertenencia y cercanía en una tardecita platense teñida de Dorrego y Radio AM, en el día de sus 54 años.
Con el publico necesario, no más, interesado. Con sus hijas, con Monique, Carlos Rizzo, prologuista de esta edición; los payadores Facundo Picone y Nazareno Peralta. Amigos de siempre y de Dorrego, los Víctor (Testani y Ardanaz). La presidenta de la Comisión de Cultura de la Cámara, Viviana Andrea Derolli. Los oficios de Alejandro Dichiara para su concreción en ese ámbito, para alguien logrando su séptimo libro y, ahora, presentado lejos de su tierra, en su nuevo lugar en el mundo.
Fabián y su sabiduría, su «militancia» sobre una pasión, la misma que su padre, en los albores de la «Peña», o que tengamos en el pueblo una calle con el nombre del payador y una referencia histórica de donde vivió » Don Luis Acosta Garcia, dorreguero y payador, que «anduvo de pago en pago, y en ninguno se quedó», como inmortalizó, en » Cantor del Sur ,» un tal Athahualpa Yupanqui.
Mas que embajador, se podría decir hacedor de vivencias, obrero de la visibilidad de la esencia, un historiador de raza, con el andar cansino, pero con la tenacidad de un dorreguero y surero sin dobleces.
Gracias hermano por esta posibilidad, y hablo en representación de mi tierra, que nadie me confirió. (04-12-24).