El dato equivocado y una descarga de 30 mil voltios: otro policía detenido por el robo de cables que terminó con 4 muertos en Bahía Blanca
El subcomisario Martín Omar Ñancucheo se sumó a Ángel Daniel Gallardo, con el mismo cargo. Hay un sobreviviente que fue excarcelado.
El subcomisario Martín Omar Ñancucheo no estaba en su casa cuando su colegas lo fueron a buscar. Fue después de que una pericia lo ubicara en la zona, cerca del otro detenido Angel Daniel Gallardo. Los dos están acusados de encabezar una banda que se dedicaba al robo de cables.
Gallardo tenía un galpón y una metalera. Según los investigadores sería responsable del robo de cables desde hace varios meses, aunque fue después de que encontraran cuatro cadáveres abandonados en la puerta de un hospital que se precipitaron las detenciones.
El 6 de mayo, alrededor de las 23, una camioneta Amarok negra quedó estacionada en la puerta del hospital municipal de Bahía Blanca. Adentro había cuatro cadáveres: Fernando Adrián Gallardo (25), Federico Ezequiel Strick (28), Facundo Marcelo Uribe (32) y Nicolás Joaquín Acosta (18).
Herido, agonizaba Emanuel Chamorro Sepúlveda (20).
Las muertes violentas, se supo después, estaban vinculadas a una descarga eléctrica de 30 mil voltios mientras el grupo intentaba hacerse de un tendido de cables de media tensión en Ruta Nacional 33, a la altura del kilómetro 40.
Facundo Uribe (32) murió electrocutado en Bahía Blanca. Según su esposa, no era robacables.Facundo Uribe (32) murió electrocutado en Bahía Blanca. Según su esposa, no era robacables.
Habían llegado al lugar de la mano de Gallardo, que les dijo que no había electricidad en este sector. En el hecho murió su propio hijo, Fernando, de 25 años.
Fuentes del caso indicaron a Clarín que otro de sus hijos «tuvo un accidente en el que perdió una mano» y que otro «fue hospitalizado con una quemadura grave en el cuello», todos con características similares a las de una electrocución.
Ahora la Justicia le negó al excarcelación a Gallardo y excarceló al sobreviviente, Chamorro Sepúlveda, al considerar que, con las pruebas reunidas al momento, actuó como «un mero operario convocado por Gallardo, sin apreciarse funciones de dirección, organización, de control de la maniobra» y por terminar gravemente herido. Contrario a lo que indicó la Policía Bonaerense en una conferencia de prensa, Chamorro Sepúlveda no tenía antecedentes penales y por eso continuará siendo investigado pero pudo regresar a su casa.
La camioneta en la que abandonaron los cuatro cadáveres electrocutados. La camioneta en la que abandonaron los cuatro cadáveres electrocutados.
Complicidad policial
Por último, el subcomisario Martín Omar Ñancucheo fue detenido y acusado como cómplice de la banda presuntamente dirigida por Gallardo. Lo habían implicado luego de que personal que participó del operativo lo detectara merodeando al escena del hallazgo de la camioneta para recuperar un handy.
Ese dispositivo estaba registrado a su nombre, no había sido denunciado y está encriptado para que sólo puedan acceder a la información interna los policías habilitados.
Se cree que Ñancucheo estaba en otro auto de apoyo (no está claro si pudo haber participado junto a otra persona que aún no fue identificada) para garantizar que la banda no sería interrumpida por ninguna patrulla ni por controles preventivos y así garantizarles impunidad.
El fiscal Gustavo Zorzano le tomó declaración indagatoria después de que se entregara por recomendación de su abogado y Ñancucheo se negó a declarar.
Está acusado del delito de «tentativa de robo agravado por ser cometido en despoblado y en banda, en carácter de partícipe primario».
Chamorro Sepúlveda también fue imputado pero excarcelado y Gallardo permanece detenido. Ya están indicadas las pericias en los teléfonos celulares para determinar cómo fue la logística previa, si es que la hubo, para coordinar el robo.
Según publicó Clarín en febrero, el kilo de cobre se paga entre $ 6.000 y $ 7.000 en las metaleras de Capital Federal. Por eso, los cables de mediana tensión, al tener más cantidad, ofrecen un botín más tentador para los delincuentes. Que, en este caso, no tuvieron en cuenta el grave riesgo al que se exponían.
Facundo Uribe estaba con Federico Ezequiel Strick, a quien había conocido trabajando en el galpón de su hermano. También ahí era compañero de Nicolás Joaquín Acosta (18). Según su familia, Uribe fue «engañado» a realizar «un trabajo como operario». Algo similar a lo que indicó el juez de garantías al excarcelar a Chamorro. (Clarín). (17-05-24).