El adiós a un histórico medio gráfico de Dorrego: ayer salió la última edición de Ecos de mi Ciudad
Los medios en papel son uno de los componentes históricos de nuestra sociedad mediática y de los más importantes. Sin embargo, en este mundo cambiante y veloz, las ediciones impresas tienen serios problemas para subsistir.
Muchos lectores jóvenes (por no decir la mayoría) han migrado sus lecturas hacia la modernidad digital. Buscan un contenido más visual, que se adapte a sus dispositivos de uso cotidiano (teléfonos móviles-computadoras). El diario como lo conocemos está en terapia intensiva y el pronóstico sigue siendo reservado.
El mundo ha cambiado mucho desde la invención del diario a estos días. Hoy, los costos de imprimir en papel son muy altos, por nombrar el más oneroso.
Esta realidad, sumada a que nuestra ciudad no cuenta con grandes empresas, pero sí con varios medios y un mercado publicitario cada vez más acotado, han precipitado una decisión que se venía venir. No por previsible, el cierre de Ecos de mi Ciudad no deja de ser doloroso, especialmente para aquellas vecinas y vecinos que tenían al semanario como principal fuente de información. Ayer martes, salió el último número de este medio que en 2025 hubiera cumpliría 30 años.
«Aguantamos todo lo que pudimos, pero desde hace un par de años los números para sacar Ecos cada semana se hacían cada vez más finitos, sin contar cuando había que hacer alguna reparación cuando la máquina impresora se dañaba», escribió José Otero, director del semanario, en el último e histórico ejemplar.
«Es triste, pero no podíamos seguir prolongando la agonía. El desenlace era irreversible. Solo me quedan palabras de agradecimiento para todas las personas que han colaborado para que el semanario saliera ininterrumpidamente desde 1995, a los fieles lectores, a los auspiciantes y a los protagonistas de nuestra realidad pueblerina. No puedo decir mucho más en este momento difícil, solo agradecer», completó. (29-11-23).