Algunas consideraciones sobre la identidad y doctrina de la Unión Cívica Radical en la democracia autófaga

Por Laika Paz

Hace cuatro años aproximadamente, justo antes del comienzo del mandato de Alberto Fernández, el dirigente radical Ricardo Alfonsín, en una entrevista televisiva a C5N, se preguntaba ¿Qué es ser radical hoy? Si le preguntamos a un radical, qué lo define como tal ¿Qué respondería? Su preocupación estaba en la respuesta. Una respuesta de doctrina ausente y significada sólo por lo anti. Anti-peronismo, anti-kirchnerismo. Anti. No nos puede definir lo anti, sentenciaba.

Vencedores vencidos
La UCR nace de la ampliación de derechos. Del voto secreto y universal (masculino). De la soberanía política y de la independencia económica. Del laicismo, del federalismo y de un estado presente. De la independencia universitaria. Como Primer Movimiento Histórico del siglo XX, disrumpe en la estructura social clásica del “Granero del mundo”, esa entelequia justificadora de la desigualdad y anulación de derechos. La historiografía más difundida lo asume. Durante el yrigoyenismo, surge, se consolida esa tercera categoría social: la clase media argentina. No sin disputas, no sin conflictos con el poder real. No sin trabajadores asesinados por reclamar sus derechos. 3.500 entre Napal Pí, Vassena, la Forestal y la Patagonia Trágica, entre los gobiernos de Alvear y el segundo de Yrigoyen. Esa ampliación de derechos llevada a cabo por Yrigoyen tuvo un costo altísmo, y un freno: Golpe de estado, proscripción y Martín García. Maciel y persecución.

Fuegos de octubre
Yrigoyen fue el primer presidente argentino que defendió al pueblo, y el primero que enfrentó las fuerzas extranjeras y la oligarquía para defender a su pueblo y lo he visto caer ignominiosamente por la calumnia y los rumores. Esta cita pertenece a Juan Domingo Perón. El peronismo profundizó la ampliación de derechos propuesta por Yrigoyen: Voto femenino, universidad gratuita, universalización escolar, derechos laborales y justicia social. Si con Yrigoyen fue la clase media la empoderada, con el peronismo fueron los trabajadores, los pobres, los marginados y los desposeídos. No sin disputas, no sin conflictos con el poder real. Casi 1.000 argentinos pilagá fueron asesinados, en torno a un 12 de octubre de 1947, por la gendarmería en Rincón Bomba, Formosa. El derrocamiento de ese segundo gobierno de Perón, fue aún más trágico. Bombardeo a la Plaza de Mayo, golpe de estado, proscripción, persecución y fusilamientos. Aunque Quijano, su vicepresidente, fuera un histórico dirigente radical correntino, el alvearismo que conducía la UCR, siempre fue un férreo opositor al peronismo, aunque la doctrina originaria de Yrigoyen y la justicialista, sean totalmente complementarias.
El tercer peronismo no corrió con mejor suerte, a pesar de la proclama de Perón para un argentino no hay nada mejor que otro argentino, y del abrazo reconciliatorio con Balbín, la recuperación social y económica fue interrumpida por las disputas, el poder real y la violencia. Y poco después de la muerte del presidente, por la dictadura más sangrienta de la historia.

Canción para Naufragios
Raúl Alfonsín tuvo la difícil tarea de la restauración de la democracia. Se le animó a los genocidas y los enjuició, pero el poder económico todavía mantenía todo su poder. Una operación de prensa golpeó duramente a su gobierno. Las más viejas recordarán los pollos de Mazzorín, y cómo el Secretario de Comercio fue inculpado de corrupto cuando decidió enfrentarse a un lock-out de las patronales alimenticias. La corrupción como deslegitimadora de gobiernos populares volvía a hacer de las suyas. Levantamiento carapintada y apoyo incondicional de Cafiero, histórico dirigente peronista, a Alfonsín. La democracia por sobre todas las cosas. El poder económico no dejó de persistir y, del adelantamiento de paso de mando, en el 89, a Carlos Menem.

El infierno está encantador esta noche
Es indiscutible. En datos duros, desde lo social y desde lo económico, el período kirchnerista fue el mejor desde el 75 hasta nuestros días. Un solo dato lo certifica: CFK terminó con menos AUHs y programas sociales de los que empezó. Justo a la inversa del macrismo. Pero las acusaciones de corrupción, incomprobables para los votantes, horadaron sus logros. El kirchnerismo volvió a tenderle puentes al radicalismo, el primer vice de CFK fue radical, y CFK fue la primera jefa de estado en homenajear a Alfonsín en vida. Antes de eso, el ex presidente era malapabra, incluso entre radicales. Luego del 54% del 2011, y ante la imposibilidad de reelección, de la intensificación de disputas internas e inversión del orden patria-movimiento-hombres, el poder económico aceleró su erosión de la democracia deslegitimando los logros obtenidos. Lawfare y después.

…¿En qué coincide ese radicalismo Yrigoyenista con este anarco-capitalismo que detesta el estado y promueve la anulación de derechos? ¿Pegar el volantazo es sacrificar logros conseguidos durante siglos con tal de que no gobierne ese espacio político que creo me define por antítesis? ¿Adherir a la justificación de la dictadura, al negacionismo, al mercado de órganos, a la privatización de la educación y de la salud es el nuevo camino del cambio? ¿Las doctrinas e identidades del macri-mileismo coinciden más con las del radicalismo que las del peronismo?…».

Nuestro amo juega al esclavo
El macrismo nació de la desgracia, pudo ganar su primera elección sólo después de deponer al anterior jefe de gobierno por la tragedia de Cromagnón. Luego fue absuelto. Demasiado tarde. A Macri le faltaba un voto para esa destitución. Elio Rebot, pasó de opositor al macrismo a ferviente aliado, en sólo una noche. El macrismo hacía su presentación al mejor estilo del Partido Conservador, aquel verdadero espacio anti-yrigoyenista. Llegó a la presidencia con una mezcla perfecta de neoliberalismo menemista y funcionarios del fatídico gobierno de la Alianza.
Hoy, esa congruencia doctrinaria entre aquel Yrigoyenismo (y alfonsinismo) y sus consecuentes peronismos (y kirchnerismos) son comparables a la congruencia doctrinaria entre los que desde un supuesto liberalismo promueven un estado ausente sustituido por políticas conservadoras desde lo social y neoliberales desde lo económico, y un macrismo que ya gobernó bajo esas recetas.

Divina Tv. Fhürer
Ya sin tratar de respondernos sin la limitación del anti para explicar la confluencia de macrismo y radicalismo en un mismo espacio desde la creación de Cambiemos, deberíamos preguntarnos cuál es hoy la congruencia ideológica de tantos dirigentes radicales, entre ellos el actual jefe comunal, con el anarco-capitalismo que representa Javier Milei. A punto de cumplir 40 años de democracia ¿En qué coincide ese radicalismo Yrigoyenista con este anarco-capitalismo que detesta el estado y promueve la anulación de derechos? ¿Pegar el volantazo es sacrificar logros conseguidos durante siglos con tal de que no gobierne ese espacio político que creo, me define por antítesis? ¿Adherir a la justificación de la dictadura, al negacionismo, al mercado de órganos, a la privatización de la educación y de la salud es el nuevo camino del cambio? ¿Las doctrinas e identidades del macri-mileismo coinciden más con las del radicalismo que las del peronismo?
El voto en blanco también es una opción. Bien lo sabe la resistencia peronista.

Yo, caníbal
Mientras, nuestra democracia, desde la acordada que en 1930 legitimó el golpe al gobierno de Yrigoyen, ha sido incapaz de generar mecanismos que la protejan de situaciones y operaciones desestabilizadoras, que en nombre del liberalismo, permitimos, naturalizamos, y de las que nos resignamos. La imposibilidad de acuerdos programáticos, estratégicos en pos del fortalecimiento de la democracia, y por ende de la doctrina nacional, ya no partidaria, sino mas bien patriótica, identitaria, es el objetivo que el poder económico persistentemente logra con su promoción del anti y sus consecuentes mensajes de odio que anulan esa unidad necesaria, al menos, de los que creemos fundamental, vivir en democracia.
Que Yrigoyen no sea sólo el nombre de una calle. (09-11-23).

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