La importancia de la velocidad de internet en nuestra región

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En la actualidad, donde cada día resulta más importante disponer de una conexión a internet fiable, que permita enviar archivos de gran tamaño de manera rápida y eficaz, todavía existe un número considerable de comunidades de nuestra región que no superan los 6 Mbps (megabits por segundo) en su velocidad de conexión a internet. Esta cifra está muy por debajo del promedio del país, que alcanza los 16 Mbps.

Coronel Dorrego, Bahía Blanca y toda esta zona de influencia, sin ir más lejos, alberga, aproximadamente, un 60 % de accesos fijos por debajo de esta media nacional. Según datos recientes, la mayoría de conexiones, más del 50 % del total de la ciudad, se producen entre los 10 y los 20 megas, mientras que solo un pequeño porcentaje está por encima del valor medio de referencia a nivel nacional.

Estos datos fueron publicados hace meses en el informe oficial de Ente Nacional de Comunicaciones, quien se encarga de evaluar las circunstancias que viven las diferentes regiones del país. En estos informes se desglosan el número de accesos fijos a internet en base a tecnología y provincia, realizando un estudio localidad por localidad. Es probable que algunas informaciones no estén del todo actualizadas, o que sean inexactas, pero puede que esto se deba a conexiones que no figuran por no ser oportunamente informadas. En cualquier caso, sin necesidad de tomar estos datos al pie de la letra, podemos hacernos una idea de la situación que existe actualmente.

Cabe preguntarse, entonces, ¿qué velocidad necesitamos para disfrutar de un internet de calidad? Evidentemente, esto dependerá del uso que hagamos de internet. Si lo que queremos es ver vídeos en plataformas como YouTube, a media o baja calidad, es probable que 3 megas sean suficientes, pero las necesidades cambian radicalmente cuando hablamos de conectar varios dispositivos a un mismo router o, incluso, disfrutar de otros servicios que se han popularizado drásticamente durante los últimos años, como disfrutar de plataformas de contenido audiovisual que requieren más calidad, los famosos servicios streaming o juegos online.
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En la actualidad, ciertos tipos de servicios focalizados en el ocio se disfrutan de manera digital, y son muchas las personas que prefieren, por ejemplo, recurrir a máquinas tragamonedas online que a centros de juego o casinos. Grandes plataformas albergan infinidad de opciones, como VegasSlotsOnline, que permite a los usuarios acceder de manera instantánea a reseñas, descuentos y a una oferta prácticamente inabarcable, pero, para ello, se necesita de una conexión a internet de calidad.

De la misma forma, aquellos que quieran disfrutar de contenido en Ultra HD, en plataformas como Netflix, tendrán que disponer de una conexión de un mínimo de 25 megas, algo que, todavía, está al alcance de muy pocos en nuestra región; y quienes quieran disfrutar plenamente de videojuegos como Fortnite, y de otros muchos que fundamentan su experiencia en partidas online junto a otros usuarios, necesitarán de un mínimo de 50 megas para disfrutar de una experiencia óptima, sin los denominados “lags” o retardos.

Si bien llevamos ya un par de años atestiguando cambios tecnológicos que mejoren nuestros índices, de las 51 localidades censadas que comparten el área de influencia de la que hablábamos, solo cinco distritos alcanzan el rango más rápido de conexión. Entre ellos estamos nosotros, Coronel Dorrego, junto a Coronel Rosales, Villarino, Bahía Blanca y Coronel Suárez. En la otra cara de la moneda se encuentra Pasman, Juan A. Pradere, 17 de Agosto, Bahía de San Blas y Bordenave, con velocidades todavía muy bajas; y en el medio se sitúan otras zonas en las que conviven situaciones de conectividad variadas pero, en un buen número de los cosas, todavía insuficientes.

Hay que tener muy claro que, hoy en día, la velocidad de conexión no solo sirve para proporcionar alternativas de ocio a los habitantes de una región (algo que resulta de crucial importancia actualmente), sino que permite un mejor desarrollo de estas zonas, posibilita el turismo, la formación de sus habitantes e incluso la movilidad a estas regiones, en estos tiempos donde el teletrabajo se ha generalizado y muchas personas prefieren salir de las grandes urbes para establecerse en entornos más tranquilos, donde poder llevar a cabo su trabajo y, a la vez, disfrutar de una vida más en contacto con la naturaleza.

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