39 allanamientos y 21 detenidos: cómo sigue la causa iniciada por el robo petróleo de un oleoducto de YPF en nuestra ciudad
Luego de 39 allanamientos fueron detenidas 21 personas en el marco de una causa que investiga a una organización criminal que robaba petróleo de un oleoducto de la empresa estatal YPF, lo refinaba en destilerías clandestinas y luego lo vendía como combustible a estaciones de servicio.
Los procedimientos, realizados de forma simultánea, fueron ordenados por el juez federal 2 de Lomas de Zamora, Juan Pablo Auge, a pedido de la fiscal Cecilia Incardona, quien tiene a su cargo la investigación. Los operativos fueron realizados en distintas zonas del conurbano bonaerense y en Olavarría, Azul y Villa Ramallo de la provincia de Buenos Aires, en la ciudad de San Lorenzo de la provincia de Santa Fe, en la localidad rionegrina de General Roca y en Neuquén.
La causa, iniciada en octubre del año pasado, investiga el accionar de una organización criminal que se apoderaba ilegalmente de petróleo propiedad del Estado nacional y contaba con una compleja estructura comercial para destilar y refinar el crudo, y finalmente insertar los productos derivados en el mercado formal e informal.
Las pruebas recolectadas permitieron determinar que en febrero pasado la banda extrajo petróleo mediante punciones a un oleoducto de la empresa estatal YPF en Coronel Dorrego, para lo cual los miembros se habrían alojado previamente en la ciudad de Bahía Blanca.
Para extraer el crudo del oleoducto -que transporta el petróleo desde Puerto Rosales, en Bahía Blanca, hacia la refinería ubicada en el partido bonaerense de Ensenada-, los miembros de la organización realizaban perforaciones y, mediante un sistema de bypass, lo vertían en piletones realizados en la tierra.
Posteriormente petróleo era cargado con mangueras en camiones cisterna que, en algunos casos, luego lo trasladaban a una planta clandestina ubicada en la localidad bonaerense de Valentín Alsina -que vierte sus desechos en la cuenca Matanza-Riachuelo-, donde era destilado y refinado, para luego venderlo a estaciones de servicio sin bandera.
Además, de acuerdo con las escuchas realizadas por los investigadores, se pudo establecer que para tal maniobra utilizaron tres camiones cisterna y cuatro choferes, y realizaron un circuito que permitía realizar dos cargas de petróleo a dos vehículos por noche.
El tercer camión regresaba para descargar el petróleo en las plantas de refinamiento investigadas, mientras que todas las operaciones comenzaban durante la tarde-noche y culminaban cerca de las 6 de la mañana del día siguiente, para que los miembros evitaran ser vistos.