Líbero y memorioso: Víctor Hugo Alarcón
ESCRITO POR FABIÁN BARDA EN BOLA 8
Genial y controvertido fue el paso del “Loco” Víctor Hugo Alarcón (el último de los parados, a la derecha) por nuestro fútbol, según los testigos de los años de la “Colombia Chica” (así se bautizó a los torneos de la Liga Tresarroyense en los años 50 y 60), en el que militaban equipos dorreguenses, este verdadero crack deleitó con su enorme calidad a los cultores del buen fútbol, aunque la memoria final no haya dejado en el paladar de la hinchada del club que vistió su camiseta, Independiente de Dorrego, el sabor suficiente para recordarlo como uno de sus ídolos.
Sin dudas que, más allá de aquel fatídico 17 noviembre de 1958, cuando la Comisión Directiva del C.A.I lo suspende por su “deficiente actuación” ante El Nacional, los atributos futbolísticos no son discutidos.
Ese torneo del ’58, el primero en la zaga triunfadora del Quequén de Oriente tuvo un valor especial en la parte final ya que el poderoso equipo Oriental tuvo en Independiente un “hueso difícil de roer”. Un “slalom final” verdaderamente dorreguense.
Un independiente de brillante campaña en 1957 cuando le saca el invicto a Independencia y, en el que militaban hombres de la talla de Silva, Genaisir, Giorgetti, Abad, Sánchez y Maldonado, había comenzado mal en el ’58 pero con una recuperación hacia el final que lo llevó a pelear el primer puesto.
El final del torneo fue tomado por la afición roja como una verdadera frustración: El diario “El Pueblo” que seguía atentamente la campaña tituló: “Con gran frialdad recibió la afición dorreguense la derrota de Independiente”. El diario de “Floro” Guzmán se quejaba de la deserción de varios valores locales en favor de “los foráneos”, pese ello decía que “Independiente ha finalizado su campaña futbolística una temporada más. Pese a la falta de afirmación con su gran equipo llegó a una final”. No tuvo en cuenta el redactor que enfrente estaba ese “Quequén” que comenzaba a transitar el camino hacia un destino más alto y consagrado.
En la última fecha, Huracán venció 3 a 2 a Independiente y Quequén venció a su clásico rival Oriente por 5 a 3, consagrándose Campeón.
Los memoriosos, el repique de esa memoria popular, hablan de chilenas espectaculares, de cabezazos memorables aunque no tenía gran altura para un back central, de hacer equilibrio sobre la pelota y salir jugando o rodeado de defensores, en el banderín del córner, sortear ese obstáculo haciendo pasar la pelota sobre su cabeza y limpiamente abrir el juego. Ahí estaba la genialidad del “Loco”.
Alarcón surgió futbolísticamente en Estudiantes de Río Cuarto, Córdoba, siendo el primero en llegar a primera de AFA, con el tiempo saldrá de allí también el “Payasito” Aimar.
La etapa posterior de Independiente fue brillante para Alarcón, ya que en 1959 y 1960, fichó para Estudiantes de la Plata y, desde el 61 al 64, en Huracán de Parque de los Patricios, culminando su etapa profesional en primera, en 1965, en Platense y, luego Primera “B”, en Argentinos de Quilmes.
En el “Pincharrata” participó del siguiente equipo: José Rosendo Toledo; José María Silvero; Víctor Hugo Alarcón; Horacio Anacaris Reymundo; Héctor Enrique Zapa; Henry Amado Magri; Antonio Ruggeri; Vicente Antonio Gambardella; Ricardo Roberto Infante; Juan Antonio Falcón y Juan Carlos Rulli. Dos sus compañeros como Silvero en Boca y Rulli en el Racing de José tuvieron carreras brillantes.
También compartió plantel con el Vasco Carriquiri que en 1960 se viene al Oriente y el “Loco” en el 61 se va al “Globo” de parque Patricios.
Jugó 88 partidos en primera división de la AFA y convirtió 13 goles. Disputó 59 con la “albiroja” de Estudiantes, 25 en Huracán, 4 en Platense y 17 en Argentinos de Quilmes.
A principios de la década de 1990 regresó a Dorrego y dirigió técnicamente algunas fechas a los planteles de Villa Rosa.
Víctor Hugo Alarcón, jugó acá, tenías que conocerlo.