Tenés que conocerlo: Jorge «El Turco» Genaisir
NOTA ESCRITA POR FABIÁN BARDA EN BOLA 8
Solía decirse en el fútbol que todo equipo se construía a partir de una sólida columna vertebral que unía a un experimentado arquero, un exquisito “back central”, un laborioso “centro- half” y un rompe redes “centroforward”. Así se mencionaban las posiciones en una mezcla de inglés con “criollo” castellano.
Vaya uno a saber que vértebra de esa columna era Jorge Genaisir, símbolo de la dignidad en el fútbol grande de Independiente de Dorrego, de lo que no quedaba duda es la solidez futbolística que transmitía y que su figura representaba la identificación más plena de un hombre con una divisa.
Si algo caracterizaba al “Turco” era la sapiencia de un hombre de mil batallas, de un guerrero insobornable y de quien logró con su impronta revalorizar un puesto que, a lo largo de la historia roja, quienes le sucedieron en ese lugar del campo que, al decir de Roberto Perfumo; “se ven cosas que nadie ve”, como él también hicieron bandera.
Porque no fue casualidad que después de Genaisir vinieron “Boni” Mc Coubry, “El Gurre” Palacios, “El Negrito” Bruzzone y Pablo Gette a vestirse de rojo y llevar la “2” en la espalda.
“El Turco” comenzó a entreverarse con los grandes en el año 1956, compartió ese torneo en la Liga de Tres Arroyos con Maisterrena, “El Fiaca” Barace, Leguizamón, Georgetti, Avila, “El Zurdo” Sarti, “Pity” Latorre, “Pairú” Di Croce, Pereyra y Acevedo.
Siempre en la historia de los clubes hay planteles que, aun no logrando un título, inscriben su nombre en esa historia y pasan a ser los campeones morales. Algo si le pasó al Independiente de 1957, dirigido por otra gloria de la institución como Raúl Roassio, el que le saca el invicto a Independencia en González Chaves, ese año Geinaisir se rodeó de figuras como Acacia, Randazzo, L. López, Campos, Vázquez y ,quienes venían de la temporada anterior, Maisterrena, Barace, Georgetti, Di Croce y Sarti.
NI hablar del ’58, cuando en el empujón final pierde el torneo. Ese año compartió la zaga con el genial y controvertido “Loco” Alarcón. Ahí se agigantó su figura como testimonio de la dignidad del que juega por la camiseta ya que el 17 de noviembre, Alarcón había sido suspendido por la Comisión Directiva por su “deficiente actuación” ante El Nacional.
Pasaban los refuerzos en la eterna búsqueda de traerse un Torneo de “La Colombia Chica” y en 1961, salta a la cancha con una de las más sólidas y memorables formaciones; esas que se recitan de memoria: Guastela, Genaisir y Navarro; Capparelli, Simón y Hardoy; Flogia, Herter, Alvarez, Storti y Mazzochi.
Genaisir, nació un 4 de junio y nos dejó un 7 de junio, su figura es inconmensurable, la grandeza de su hombría de bien, la prestancia de su juego, el amor propio por el rojo de su vida lo constituyeron en ser para los tiempos el gran “back central” del fútbol dorreguero.
Podría transcribir miles de anécdotas que mi padre solía contarme del eterno capitán, pero me quedo con la voz de su sobrino Eduardo Bruzzone que, tan dignamente lució sobre su brazo izquierdo la cinta de la capitanía, sobre sus espaldas el peso de llevar la “2” y en el pecho el escudo que su Tío agigantaba domingo a domingo: “Me acuerdo como si fuera hoy, cuando, ese domingo 7 de Junio, después del partido en cancha de Ferro, vino a decirme «muy buen partido Negrito», sin imaginarme que sería la última vez que lo vería en el alambrado, alentándonos. Fue un honor para mí haber tomado, por decirlo en cierta forma, la posta de su puesto y la capitanía del equipo”.
Jorge “El Turco” Genaisir, tenías conocerlo.