Fermín Muñoz fue uno de los hombres trascendentes en la época en que Dorrego aún no era Dorrego, habiendo alcanzado también relevancia en la historia regional.
Nacido en tiempos de Rosas. La adhesión de su padre al “Restaurador” hizo que hacia 1872 se radicara en lo que actualmente es El Perdido y desde su campo, arrendado al Estado, “La Flor de El Perdido”, comenzara a edificar una intensa e interesante carrera política.
Fermín Muñoz fue Alcalde del Cuartel y Juez de Paz del partido de Tres Arroyos (hasta 1887 el territorio que actualmente abarca el partido de Dorrego pertenecía al vecino distrito); Presidente del Concejo Deliberante de Bahía Blanca y considerado fundador del radicalismo de allí y, puntualmente, desde “La Flor del Perdido” se encargó de la Comandancia Militar de la zona junto a Doroteo Valenzuela.
Fue amigo personal de Adolfo Alsina e Hipólito Yrigoyen hilvanando una línea de posicionamiento ideológico y político que lo enfrenta con los gobiernos de la “República Conservadora” (1880-1916).
La historia de esta semana está dedicada al hombre que, una vez radicado en Bahía Blanca, amplió aún más su horizonte comunitario, ya que a su acción política le agregó un fino sentido por las artes y el periodismo convirtiéndose en un verdadero mecenas. (Fabián Barda).
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