Líbero y memorioso: El Santo
ESCRITO POR FABIÁN BARDA EN EL FACEBOOK DE BOLA 8
Corría el año 1956, gobernaba desde “el sillón de Raúl Sánchez “, el Dr. Nírido Santagada quien luego de la denominada “Revolución Libertadora” había sido repuesto en su cargo. La población total del partido rondaba los 20.750 habitantes.
Coronel Dorrego, todavía no adquiría la estatura de Ciudad, será un año después que la legislatura provincial apruebe el proyecto de ley que le dé calidad de tal, norma legal esta que no hacía más que plasmar en el papel el crecimiento del ejido urbano. Aún faltaba algunos años para que comenzara el levantamiento de algunos tendidos ferroviarios que darán origen a la estación vías muertas, pero era innegable el crecimiento de la ciudad hacia la Ruta 3, cuyo nuevo trazado y repavimentación se había realizado durante la década de 1930.
En ese marco y en esa nueva fisonomía que iba tomando la ciudad lejos quedaban los relatos que, no tan lejanos en el tiempo, describían a una ciudad cabecera que a una cuadra de la Plaza, por ese entonces Boulevard que alguna vez se llamó Constitución, luego Roca y ahora Santagada, se realizaban carreras cuadreras. La fisonomía citadina se completaba con espacios de tierras yermas en las que entre quintas y algún rancho que resistía el paso del tiempo, se levantaba el Corralón Municipal y los Barrios Obreros, o mejor dicho como popularmente se los conocía “Los Barrios de Perón”. Más allá aún como quien busca la salida de ese Cristo que ya había sido derribado una vez y que, con premonitorio y amenazante mensaje el cura Zuchiatti se había encargado de levantar, estaban los dominios de los Michelena, los Lucenti, los Quiroga, los Di Muzzio, los Hernández, los Hardoy y los Ripoll, entre otras familias indisolublemente ligadas a la historia que queremos relatar.
Esa historia es la del Club Social y Deportivo San Martín. Una historia que comienza un 12 de octubre de 1956 y no, precisamente, con el nombre que hoy se le conoce, pecado este, si lo fuera, que reconoce en sus hermanos mayores de Independiente y Ferroviario que originariamente se conocieron como Independientes y Ferroviarios, incluso este último durante gran parte de la década del 30 llegó a denominarse “Alumni”.
En aquellos dominios poco poblados, frente al “barrio de Perón”, donde hoy se erige el Barrio San Martín muchos niños y jóvenes que nutrirán la historia grande del Club San Martín despuntaban el vicio del futbol, costumbre esta que se mantendrá hasta muy entrado los años ´70 del siglo XX.
Será en el sitio donde Dorrego “entra a salir” donde nacerá “el santo dorreguense”. En el Bar “El Vasquito”, de Abdón Quiroga, se gestó la creación del Club Atlético 12 de Octubre, que tuvo como mentores a Rubén Tumini, Juan Ripoll, Oscar Meñica y Omar Fabrizio. Era el 1956, de Dorrego aún no ciudad, y la entidad cobró vida conformando una Comisión Directiva que presidió Aiub Abraham y tenía como vice- presidente a Santos Hernández. El 16 de julio de 1966, en asamblea pública resolvió cambiar el nombre pasando a denominarse Club Social y Deportivo San Martín.
También los originales colores aurinegros mutaron en azul y blanco a rayitas verticales. San Martín está indudablemente ligado a la práctica del fútbol, aunque en las seis décadas de vida institucional reconoce hitos e iniciativas que abonaron su función social en su barriada en la ciudad toda. San Martín fue organizador de carreras de regularidad de automóviles, competencias de speedway, carreras de caballos, ciclismo y bochas, entre otras actividades. Muchos sábados y también domingos, en lo que se llamaba el “vermouth”, los bailes en San Martín congregaban a varias familias.
Dieciséis 16 años después del 12 de octubre fundacional y, seis de la nueva denominación, San Martín logra su primer torneo que se convertirá en el segundo tricampeón del fútbol dorreguense (1972, 1973 y 1974), el primero había sido Independiente en 1963, 1964 y 1965), volverá a dar una vuelta Olímpica en 1984 y su último torneo lo logra ya en el siglo XXI en el año 2002, con sub campeonatos en 1976, 1978, 1989, 2004 y 2007. En la memoria colectiva quedan agigantados por el paso del tiempo los triunfos del 72,73 y 74, pero también aquel fenomenal equipo de 1989 que perdió el torneo por penales con Independiente en batallas memorables.
También San Martín se fue acercando cada vez más al espacio en que lo vio nacer: a la histórica sede ubicada en la Avenida Santagada, luego de varios años de tener ubicada su cancha (para muchos “El Chanchometro”), en dominio de los Hardoy, frente al Vivero Parque Municipal, adquiere una quinta en la hoy calle Leoncio Aldea donde con trabajo y tesón va erigiendo una verdadero complejo Deportivo.
Toda esta historia atravesada por cientos de hombres y mujeres tiene en la figura consular de Juan Ripoll al arquetipo del dirigente cabal, comprometido y apasionado que marca con su impronta el mandato institucional.