(Entrevista en LA DORREGO) El Súper Pollo se muda a San Martín 1.122

El Súper Pollo, uno de los comercios más reconocidos de nuestra ciudad, transita días intensos. Después de 30 años en la esquina de Santagada y 9 de Julio, la propietaria, Analía Arruti, confirmó por LA DORREGO el traslado del local a calle San Martín 1.122. La mudanza marca un cierre de ciclo y, al mismo tiempo, una apuesta por un espacio más amplio y funcional.
Dijo que el negocio acumula una larga historia en la dirección que abandonará en pocas horas: “Estamos transitando el 30° aniversario. Treinta años ahí. Sí”, expresó para describir la carga emocional que implica el cambio. La primera etapa, incluso, se remonta a un local anterior sobre la avenida Fuertes.
El traslado despertó dudas, temores y también expectativas. “Al principio era con temor, con duda, y ahora como que ya está, como un ciclo cumplido”, sostuvo. La comerciante remarcó que el nuevo espacio permitirá una mejor organización interna y más comodidad para clientes y empleados.
Admitió que la novedad tomó por sorpresa a muchos. “Muy sobre la fecha, no decía nada, y recién ayer o antes de ayer se enteraron algunos”, confesó entre risas. Incluso, proveedores habituales desconocían la decisión hasta los últimos días.
La atención actual permanecerá en el local de Santagada y 9 de Julio hasta este viernes 21 por la noche. A partir de allí comenzará el proceso final de la mudanza. El tiempo de reapertura dependerá del armado completo del nuevo comercio. Las heladeras, cámaras de frío y estanterías dificultan conocer la fecha exacta de apertura en el nuevo lugar.
En cuanto al funcionamiento, El Súper Pollo mantendrá su esencia. “Por ahora, solo es el cambio de lugar. Todo igual”, señaló.

La clientela fiel se mantendrá como el principal sostén del emprendimiento. Muchos clientes habituales ya confirmaron que cambiarán su recorrido para continuar comprando allí. Esa fidelidad es en respuesta a la buena atención y al horario extendido.
Analía también destacó el valor afectivo del nuevo sitio. La propiedad perteneció a una “abuela del corazón”, con quien pasó largos veranos de su infancia. “Tengo mi corazón ahí”, afirmó al contar la historia personal que la vincula a la casa donde ahora funcionará el comercio.
Además, dedicó un profundo agradecimiento a su familia, sus hijos, las empleadas y un amplio grupo de amigos y colaboradores. “Me cuesta horrores pedir ayuda, pero tengo millones de amigos que me están dando una mano terrible”, expresó. También mencionó a los trabajadores que acondicionaron el local y a los electricistas que acompañaron el proyecto.
Antes de cerrar la entrevista, dejó un último mensaje para los vecinos: “Que me tengan paciencia, que el laburo es grande”. Una vez concluida la instalación, anunciará por redes sociales y nuestra radio la fecha de apertura oficial.
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20-11-25



