La ciudad

Qué pasó con la foto viral de los trabajadores de Flow Personal: la irresponsabilidad de compartir acusaciones por WhatsApp sin chequear

«Circulen esta foto. No pertenecen a Fibertel. Uno de ellos es Farías, salio del Penal hace una semana. No abran sus puertas. No pertenecen a esa empresa. Coronel Dorrego compartan».

El mensaje se viralizó por las redes sociales y, principalmente, fue compartido en decenas de grupos de WhatsApp. En el de la escuela, el de los amigos, el del trabajo. Cada uno interpretó y/o entendió que era en su barrio, porque en el mensaje original nada se hablaba del lugar donde había ocurrido. Incluso, hubo vecinas y vecinos que aseguraron verlos en nuestra ciudad.

En la foto que acompañaba el mensaje, había dos hombres ataviados con la indumentaria de Fibertel (hoy Flow Personal) esperando a ser atendidos por la dueña de casa en Neuquén, luego de haber solicitado alguna gestión técnica de la empresa proveedora de televisión por cable e internet.

Luego, todo fue propio del fenómeno del reenviar y reenviar, generando la alerta, el pánico y un tsunami de desinformación y difamación que involucró -de manera inconsulta- a dos trabajadores de una empresa tercerizada de la proveedora que solo realizaban sus tareas diarias de conexiones.

La escalada sin frenos de la desinformación llegó a tal punto, que desde los colegios de los hijos de los involucrados se comunicaron, ya que el mensaje también había llegado a los grupos de WhatsApp de esas instituciones, «poniendo en riesgo la integridad de los mismos», según sostuvo el gremio Satsaid que emitió un comunicado.

En el mismo se aclaró que se trataba de empleados de la empresa Tresa SRL, que presta servicios para Flow Personal, e identificaron que todo surgió a partir de un domicilio de barrio Santa Genoveva (en la calle San Juan, Neuquén).

Desde esa organización sindical instaron ante situaciones similares a comunicarse con la Policía y exhortaron «a la ciudadanía a utilizar de manera responsable las herramientas de las redes sociales».

…El trabajo de chequear un dato o un hecho antes de compartirlo o publicarlo, de opinar sobre él o de interpretarlo es trascendental y debería ser un ejercicio común de este tiempo de vorágine digital, y en el que todos tenemos en nuestras redes sociales y en nuestro teléfono, un fino límite de caer en la desinformación y hacer daño…»

El fenómeno de la desinformación consiste en la difusión de información falsa, imprecisa o engañosa, diseñada, presentada y promovida para causar intencionalmente daño público o ganancias económicas, según informe del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) y Thomson Media, y cofinanciado por la Unión Europea.

El trabajo de chequear un dato o un hecho antes de compartirlo o publicarlo, de opinar sobre él o de interpretarlo es trascendental y debería ser un ejercicio común de este tiempo de vorágine digital, y en el que todos tenemos en nuestras redes sociales y en nuestro teléfono, un fino límite de caer en la desinformación y hacer daño. (LM Neuquen y LA DORREGO). (30-08-24).

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