La gruesa la pelea en la región

La gruesa de la región sigue esperando por unas buenas lluvias para enderezar el rumbo de una campaña que venía bien y se complicó a partir de la falta de agua y la tremenda ola de calor de fin de enero y principio de febrero. Los cultivos sembrados temprano son los más dañados, los tardíos y de segunda generan buenas expectativas

Lo que manda en la foto actual de la campaña gruesa en la región es la variabilidad. La misma variabilidad que se encuentra a revisar los pluviómetros de los campos ubicados en distintos sectores de los partidos de Tres Arroyos, Coronel Dorrego, San Cayetano y Gonzales Chaves luego de haber transcurrido enero y la primera semana de febrero de 2024.

“Hoy puntualmente en San Cayetano hubo una lluvia importante, de casi 100 milímetros, y en otras zonas no llovió nada. Lo mismo ocurrió la semana pasada en Tres Arroyos, que recibió más de 60 milímetros, pero en Barrow sólo cayeron 3. Entonces no se puede generalizar al hablar de cómo vienen los cultivos”, explicó el ingeniero Fabricio Lazzarini en una pausa de su recorrida por lotes ubicados en Aparicio e Irene.

Al que madruga Dios no lo ayuda

“Los cultivos que están sembrados en época, es decir, los tempranos, han sufrido bastante la seca. Si bien después del temporal grande de diciembre los cultivos se pusieron muy lindos, luego les empezó a faltar el agua. Yo tengo más expectativa en los cultivos hechos en fechas tardías, ya sean girasol, maíz o soja. A los sembrados temprano la seca les ha pegado y hay una merma de rinde”, indicó.

“El más afectado es el girasol, después el maíz”, agregó.

“Era una gruesa muy linda a partir de lo que pasó de mediados de diciembre en adelante, hasta los primeros días de enero. Después la expectativa de rinde empezó a caer a medida que fue avanzando el verano, por la falta de agua y las temperaturas extremas acompañadas de viento”, completó.

El ingeniero Luciano Piloni recorre un camino similar que su colega para pintar el escenario de la campaña. “Las sojas de primera, que en general fueron sembradas un poco tarde -fin de noviembre/principios de diciembre-, para no florecer en pleno enero, algunas ya habían empezado a florecer y esas flores se abortaron. Si ahora se recompone la lluvia, no van a ser un fracaso, pero el potencial se vio afectado”, comentó.

Un diagnóstico parecido brindó sobre los maíces sembrados en octubre. “Venían muy bien, con el agua de diciembre y arranque de enero habían florecido y cuajado grano con muy buena agua, pero después se cortaron los lluvias y además llegaron temperaturas muy altas. Entonces, tras haber desarrollado un muy buen potencial, con muchas plantas con doble espiga, el 80% de esas doble espigas quedaron en el camino”.

A los girasoles sembrados temprano les pasó lo mismo. “La seca y el calor los agarró llenando granos y están afectados”, dijo Piloni, miembro de la Regional Tres Arroyos de Aapresid y titular de AIAGRO.

Está claro que la falta de lluvia es determinante, pero más lo fue en estas últimas semanas las altas temperaturas y el viento. Marcando su grado de preocupación, Lazzarini no tiene dudas de que “el estrés térmico le va a pasar factura a los cultivos”, pero además entiende que no es habitual lo que se vivió. “No es normal tan alta temperatura acompañada de viento, no hay suelo que aguante, no hay agua que pueda compensar la evapotranspiración y evitar que cultivos tengan estrés”, explicó.

“En definitiva hay muchos cultivos de maíz y girasol que entraron en periodo crítico hace 15 días y necesitaban agua. Y no llovió. Y habrá merma de rinde”, comentó el ingeniero.

Todo por ganar

Tan pesimista es el escenario de las siembras tempranas como optimista el de las siembras tardías y de segunda. Claro que todo depende de que se cumplan los pronósticos de corto plazo y toda la región reciba una lluvia generosa y general.

“Los maíces tardíos están ahora empezando a florecer, entonces si llueve pese a que puede ser que se les haya retrasado un poco el ciclo, van tener agua en plena floración y así mantener todo el potencial”, dijo Piloni.

En lo que es soja de segunda, está todo jugarse. “Hay bastante soja de segunda sembrada, más que otros años. De las tempranas, implantadas a mitad de diciembre, y estaban con muy buen potencial, recién habían empezado a florecer así que no creo que las haya afectado la seca. Y las más tardías estaban muy chicas y se la bancaron”, agrega el ingeniero de Aapresid.

“Yo tengo expectativa en lo tardío, porque si empieza a llover de acá en adelante, y las temperaturas ya por la época del año empiezan a ser menores, podemos tener una buena cosecha. Pero tiene que llover, y llover en serio, y con continuidad”, indicó Lazzarini.

“Con los nuevos materiales que hay de alto potencial y con la tecnología que incorpora el productor como para poder tener buenos rendimientos, es como que tenés un Fórmula 1 puesto en el campo. Y si no acompaña el agua, que es nutriente por excelencia, es como tener el auto pero sin nafta”, graficó Fabricio.

En cuanto al estado sanitario y aparición de plagas, Piloni marcó que estamos atravesando un campaña relativamente tranquila. “En girasol algún lote se ha tratado con fungicida por Phomopsis. Mientras que en soja sí hubo que hacer muchos tratamientos por isoca bolillera. Estimo que hubo que hacer aplicaciones en el 60/ 70% de los lotes”, completó el panorama actual de la gruesa el ingeniero. (Fuente La Voz del Pueblo). (13-02-24).

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