(Con audio) “Mi hermano reconoció a dos de los que allanaron el departamento: eran Kussman y Noel”
En la audiencia Nº 13 del juicio se escucharon cinco testimonios: dos secuestrados durante la última dictadura cívico militar y tres familiares de víctimas.
En una nueva jornada del juicio conocido como Mega Causa Zona V que comenzó el 17 de febrero y juzgará a 38 imputados, declaró Guillermo Quartucci, docente secuestrado el 14 de julio de 1976 en la localidad Jacinto Arauz de la provincia de La Pampa, donde viajaba desde Bahía Blanca a dar clases en una escuela secundaria.
Quartucci fue citado por el Ministerio Público Fiscal para atestiguar sobre el apremio ilegal de Víctor Landi, quien también prestó declaración en esta oportunidad pero solicitó que su testimonio no fuera difundido por los canales audiovisuales habituales.
Actualmente vive en México y en la causa Sub Zona 14 en Santa Rosa, el profesor Quartucci fue testigo clave de la condena en 2019 a 13 imputados por delitos de lesa humanidad contra 234 víctimas.
Luego de su captura logró fugarse del puesto caminero de Arauz y caminó durante seis días hacia Bahía Blanca, motivo por el cual el edificio donde vivía su familia fue allanado en reiteradas ocasiones: “hubo vigilancia permanente durante varios días. No podían quedarse con las manos vacías, tenían que producir un resultado. Se llevaron a tres personas del edificio, una de ellas era Víctor Landi”.
“Llegaron una tarde cuatro personas. Estaban mis padres y mi hermano: él, que trabajaba en un banco, reconoció a dos de los que allanaron sin orden judicial el departamento: los apellidos eran Kussman y Noel”, detalló Quartucci. Tanto Claudio Kussman como Pedro José Noel junto a otros policías bonaerenses, pertenecían a la Unidad Regional V. Kussman, imputado en esta Mega Causa, era comisario y trabajaba en la Dirección de Inteligencia de la Policía de la provincia de Buenos Aires (DIPBA) Bahía Blanca; y Noel, ya fallecido, era jefe del Comando Radioeléctrico policial.
“Supe años después que el resultado del allanamiento fue que comunicaron, desde Bahía Blanca a la DIPPBA en La Plata, que “el 26 de julio de 1976 la persona buscada era calificada como peligroso guerrillero, catalogado en sección delincuente subversivo”, agregó.
El operativo rastrillaje buscando al profesor fugado continuó en Jacinto Arauz casa por casa; cortaron totalmente la ruta 35 y “paraban vehículo por vehículo, y también en la ciudad de Bahía Blanca. Un ejército de hombres con pasamontañas y armas, cerró la manzana donde vivía mi hermano Jorge en Barrio Universitario. Había gente en los techos y allanaron la casa. Fue muy traumático para él, muy violento. No quiere hablar del tema”, prosiguió.
Por otro lado, declararon Mabel Norma Mancini, viuda de Mariano Barcia, fallecido en 2015 y que cuando fue secuestrado en 1976 prestaba servicios como fotógrafo en carácter de civil en la Policía de la provincia de Buenos Aires; y también declaró su hijo, Mariano Dante Barcia. Cuando su esposo fue liberado, “estaba muy asustado, pensaba que no retornaba, que lo iban a matar. Doy gracias a Dios que regresó a mi casa porque hay muchos chicos que no volvieron”, expresó Mabel.
Estudiante y conscripto desaparecido
Por último, desde la ciudad de Córdoba, prestó testimonio a través de la conexión telemática, Silvia Ruzo, hermana de Mariano, estudiante de ingeniería que desapareció mientras realizaba el servicio militar obligatorio en aquel momento.
“Ingresó en febrero del ’76, él quería seguir estudiando. Teníamos contacto por carta. En junio de ese año tenía que volver para el día 20 jurar a la bandera. Después de eso, las cartas se espaciaron, luego no escribía. Empezamos a preocuparnos, nadie nos avisó nada pero un día mi mamá envió un giro y el correo lo devolvió porque el destinatario ‘estaba prófugo’”, declaró.
La familia viajó a Bahía Blanca y en el Batallón de Comunicaciones 181 “nos dijeron que se había ido, que había desertado aunque no había tenido problemas de conducta. Pedimos que nos lo dieran por escrito pero finalmente no nos dieron nada”, agregó. Un detalle que le llamó la atención a su hermana Silvia fue lo que describió así: “él practicaba atletismo, se lo tomaba muy en serio. Tenía unas zapatillas especiales, con clavos, si se hubiera ido se las hubiese llevado con certeza. A nosotros, las zapatillas nos la devolvieron”.
Cuando el Fiscal Auxiliar Pablo Fermento le preguntó qué significaba tener un hermano que no aparece, Ruzo respondió: “fue un trastorno, mi mamá se enfermó, se murió. Todo cambió a partir de ese hecho. No sabíamos a donde ir ni a quien preguntar. Al principio pensábamos que era un caso aislado pero le había pasado a mucha gente. Presentamos un habeas corpus y no obtuvimos ningún resultado.Nos organizamos en Córdoba y empezamos a tratar de visibilizar el problema porque no nos escuchaban en ningún lado”. Según el Legajo Nº 7548 de la CONADEP, Manuel Alberto Ruzo aún permanece desaparecido.
El 26 de mayo continuarán las declaraciones testimoniales donde se espera que se puedan escuchar cuatro como mínimo. El debate en Bahía Blanca se puede seguir de manera presencial en Lavalle y Chiclana con presentación del DNI o a través del canal de YouTube de la Subsecretaría de Derechos Humanos: www.youtube.com/derechoshumanospba (25-05-22).