Un informe alertó sobre la dramática situación que viven médicos y enfermeros en el país
El último informe de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) presentó un cuadro alarmante relacionado a la ya de por si complicada situación del país con la segunda ola de coronavirus.
El estudio asegura que el 88% del personal de salud que batalla contra la pandemia “tienen signos de agotamiento”, como trastornos de sueño e irritabilidad.
Ocurre que, tras más de un año de lucha contra la epidemia, el sistema sanitario del país sigue al borde del colapso. El nivel de ocupación de camas de terapia intensiva (UTI) a nivel general, tanto públicas como privadas, es del 91%.
En las provincias, persiste la “tensión en el sistema de salud” por los altos porcentajes de ocupación en las UTI por casos de coronavirus, a los que se agregan el resto de las afecciones que necesitan esas plazas.
“La realidad es que estamos en un momento muy crítico. Lo mejor es que prevengamos y no tengamos que acudir a la atención médica”, alertó el presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios Privados (Aclisa), Juan Gras.
Semejante situación repercute directamente en los trabajadores de la salud, que se encuentran en la primera línea de combate contra la pandemia y diariamente tienen que enfrentar situaciones dramáticas, como informar los fallecimientos de enfermos a sus seres queridos.
La SATI alertó que el 88% del personal de salud “tienen signos de agotamiento” según un estudio que reveló que el 61,46% se “siente irritable” y el 57,81% sufre “trastornos del sueño” como consecuencia del estrés que viven en su trabajo.
Esto no es todo, pues el 36,46% de los trabajadores sanitarios que se desempeñan en terapia intensiva en algún momento se mostró “agresivo”; más del 36% también tuvo muestras de “impaciencia” y el “ausentismo” del personal por esta combinación de factores llegó al 30%, según el relevamiento fechado el 11 de junio pasado.
A pesar de esta situación explosiva, “solo un 38% (de los hospitales) cuenta con un programa de soporte emocional para el equipo de salud dentro de la institución”, denuncia el informe. (18-06-21).