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Yo elijo soñar

Por Mauro Denegri / Nota publicada en Ecos de mi ciudad

El empate recibido en la última jugada del partido frente a los colombianos nos dejó una clara sensación de derrota que no fue. La Selección ganaba desde el comienzo tan inesperada como merecidamente. Lo fue a buscar, salió a ser protagonista y a hacerse dueño de la escena. Da mucha bronca que nos empaten un partido casi sin haber pateado al arco. No obstante, hay que mantener la cabeza fría para pensar bien en qué fallamos para no haber podido ganar ninguno de los dos partidos de esta ventana de Eliminatorias pensando más que nada en que arranca la Copa América.

Tenemos arquero. De Franco Armani ya sabíamos lo que había para ocupar el arco, siempre dio la talla. Lo que no estaba claro era si Emiliano Martínez podría ratificar en la Selección la excelente temporada que tuvo en Aston Villa y que le valió ser elegido como el mejor arquero de la liga más importante de Europa como es la Premier League. Contra Chile solo fue exigido con los pies y se le notó su enorme capacidad para resolver cualquier pase atrás con jerarquía, y en el gol no tuvo responsabilidad alguna. En Barranquilla fue sobresaliente en el juego aéreo, dueño absoluto del área. Incluso demostró esa tenacidad para atrapar la pelota y nunca soltarla aún después del tremendo golpe que se dio producto de la embestida de Yerry Mina. Gracias a Dios está bien y todo parece indicar que en Brasil se perfila como el golero titular por lo menos para el arranque.

La defensa me preocupa. Montiel y Tagliafico son los laterales y deberían serlo un rato largo, pero con los centrales estamos en problemas. Cristian Romero llegó para quedarse pero la lesión le puede complicar la fase de grupos de la Copa América. Otamendi tiene categoría y no debería faltar, pero Martínez Quarta y Pezzella tendrán que creer en sí mismos más que lo que cree el técnico en ellos, mientras que Juan Foyth cometió el error que derivó en el empate final de Colombia y eso hizo que Scaloni lo deje afuera de los convocados cuando parecía ser una opción potable tanto para el lateral como para la zaga.

El medio debe sincerarse. Si no van a aceptar ser jugadores de rol, entonces mejor que se lo digan a Scaloni y nos ahorran un dolor de cabeza a todos. El primer tiempo en Colombia de Leandro Paredes fue casi perfecto, hasta que tuvo el lapsus de cada partido yendo a arriesgar a lugares indebidos y lo pagó Romero con una amarilla que lo excluye del próximo partido. El jugador del PSG tiene una técnica y una lectura de juego con pelota tan exquisita que cuando es eje de la construcción de juego luce como el mejor. El problema aparece cuando hay que defender. Además de voluntad se precisa oficio y eso no se compra en el almacén de la esquina. Eso es lo que desgasta tanto a De Paul que termina perdiendo lucidez para lo que mejor sabe hacer que es colaborar en la creación. Lo Celso es un buen complemento para la transición y es generoso en el retroceso táctico. Exequiel Palacios es el más rebelde y dinámico de los cuatro. Y no pueden jugar los cuatro. Al menos en el esquema que prefiere el técnico.

El ataque es lo que menos me preocupa junto con el arco, más allá de que convertimos poco. Messi está más allá de todo análisis, no se discute. Nicolás González es un volante que cuando ataca es delantero de verdad y es más simple que Di María. No dije mejor, dije más simple. Lautaro es un toro que pelea todas las pelotas y exige siempre. Me gustaría verlo con Agüero. En realidad, no concibo que no juegue Agüero una vez que esté bien para hacerlo. Cada minuto del “Kun” en el banco son 60 segundos de alivio para el DT rival.

Me molesta perder puntos que un equipo con oficio no debería perder. Por eso me preocupa más el manejo de las situaciones complejas de los partidos que el nivel de juego. Es verdad que el oficio viene con la experiencia, y este es un equipo que todavía está en la búsqueda al igual que su entrenador. Lo mejor de Scaloni es que los jugadores lo bancan. Ellos son los primeros en comprender que está haciendo sus primeras armas y se nota que lo respaldan. Sería recomendable para el entrenador afirmar un equipo titular y sostenerlo.

Arranca para nosotros la Copa en Brasil. No la ganamos desde el 93. Hace 28 años. Soñemos, no perdemos nada. No vamos como favoritos pero somos Argentina. Y los demás lo saben. Vendría bárbaro que los nuestros lo sepan. Humildad no es antónimo de ambición. Seamos un equipo serio y voraz, prepotente y valiente, y la Copa vendrá sola. (18-06-21).

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