La Región

Víctor Iglesias: «Ni a tu peor enemigo le deseas esto»

Audiencia 38. En una nueva jornada de debate del octavo juicio por delitos de lesa humanidad que se desarrolla en Bahía Blanca, declararon víctimas y familiares, tres de los cuales pidieron la no difusión de su testimonio.

De manera presencial en la sede del Tribunal Oral Criminal Federal, declaró en la trigésimo octava audiencia, Víctor Hugo Iglesias quien tenía 23 años y trabajaba en Gas del Estado cuando fue secuestrado a principios de enero de 1977, días después de su cumpleaños. Víctor, que estudiaba en la Universidad Tecnológica Nacional, relató que “golpearon la puerta muy fuerte. Abrí y un montón de gente de negro me tiró al piso, me pegó, me pusieron una capucha y me sacaron apenas consciente para subirme a un auto”.

Estudiante de ingeniería y con conocimientos de mecánica del automóvil, Víctor aseguró que lo llevaron en un Fiat 125: “Me di cuenta de su escape característico. Me bajaron entre dos, me sentaron en una silla y me ataron las manos atrás. Me preguntaron a quien conocía del Barrio Palihue. Les dije que a dos compañeros de Gas del Estado. Uno era Oliva, que el hijo me llevó un Peugeot para afinar, luego apareció muerto”.

Sobre los días de cautiverio, Iglesias detalló que le aflojaron los dientes y lo golpearon muy fuerte: “Me quise hacer el desmayado para que no me pegaran más pero para que reaccionara me quemaban con cigarros. No entiendo la maldad y el ensañamiento con una persona. Todos los días venían los de las botas para buscar a alguien e interrogarlo. Gracias a Dios me interrogaron una sola vez”.

Aproximadamente una semana después de su secuestro, a Víctor lo liberaron. El sobreviviente contó cómo fue ese momento: “Una noche me preguntaron mi nombre: ‘levantate’ y yo no podía caminar, estaba muy débil. ‘Tranquilizate, te vamos a soltar’. Yo esperaba que me pegaran un tiro. Me dejaron agarrado a un árbol en Vieytes y Brasil. Tenía los ojos pegados. No podía abrirlos, estaban los parpados soldados”.

“Cuando me vi al espejo, no me conocí, no era yo, era una víctima del Holocausto. Todo lastimado, con moretones, con la boca hinchada. Mi esposa dijo que a casa no volvió el mismo muchacho que se llevaron”, relató Iglesias.

Después de su liberación, la familia de Víctor le contó que al lado de la casa de su mamá, vivía el suboficial Elías, “integraba el Batallón 181, le fueron a preguntar sobre mi secuestro y el militar dijo que no podía hacer nada pero que me iban a devolver. A mi esposa le dijeron en la Policía Federal que se callara la boca y fue al batallón con mi hija en brazos para averiguar por mí”.

Antes de finalizar su testimonio, Víctor Hugo Iglesias explicó que “todo esto lo bloqueo, nunca hablé con nadie, cada vez que lo recuerdo me duele, trato de olvidarlo. Me animo a hacerlo porque quiero que no pase nunca más. Ni a tu peor enemigo le deseás esto. Gracias a Dios que pude salir vivo, la puedo contar”.

Un sacerdote me dijo que estaban detenidos en una comisaría”

En la trigésima octava audiencia también prestó declaración, Nidia Zuardías, quien fue citada luego del testimonio del sobreviviente Carlos Weber, quien fue su esposo y se conocieron en la Universidad Nacional del Sur en agosto de 1974. “Éramos novios y él vivía en una pensión en la calle Rondeau antes de Estomba”.

En relación al secuestro de Weber, Nidia relató que pasaron dos o tres días hasta que se enteró que había sido detenido y “se contactó una persona de CARITAS que me dijo que estaban presos todos los habitantes de la pensión” donde vivía Carlos y sus compatriotas chilenos.“Acordamos en encontrarnos en la capilla de Pompeya. Allí hablamos con un sacerdote que no me dijo su nombre y me comentó que estaban detenidos en la Comisaría Segunda y que la detención no era regular”.

El párroco le comunicó a Nidia que él podía alcanzarle a Weber algo de comer y cigarrillos: “Carlos se dio cuenta que era yo quien le mandó las cosas porque fumaba Parisienne y yo le compré esa marca. Cuando lo liberaron, se fue a Buenos Aires en cuánto pudo. Estaba afectado emocionalmente, sumado a su encarcelamiento previo en Chile. Era un joven que venía bastante castigado. La experiencia de esta detención de casi una semana no fue una cosa buena, lo afectó,lo vi delgado, demacrado, apesadumbrado, muy apesadumbrado, había estado en verdadero peligro”, relató Zuardías.

La próxima audiencia será el jueves 24 de noviembre a las 9 horas. El debate en Bahía Blanca se puede seguir de manera presencial en Lavalle y Chiclana con presentación del DNI o a través del canal de YouTube de la Subsecretaría de Derechos Humanos: www.youtube.com/derechoshumanospba. (20-11-22).

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