El radical Facundo Manes criticó la prohibición del lenguaje inclusivo en las escuelas porteñas: «Es fulbito para la tribuna»
El diputado nacional y referente del radicalismo, Facundo Manes, se sumó este domingo a las críticas a la medida dispuesta por el gobierno porteño de prohibir el uso del lenguaje inclusivo dentro de las aulas de las escuelas, la cual calificó como «fulbito para la tribuna». Y aseguró que el problema central en la Ciudad de Buenos Aires es la caída de la inversión en educación, pese a contar con uno de los mayores presupuestos en América Latina.
«No creo que prohibir sea la mejor manera de educar, creo que hay que motivar, inspirar y dar ejemplos, se pone en agenda un tema que no es la causa de los malos resultados», aseguró Manes en diálogo con Radio Rivadavia. Y si bien remarcó que «la tragedia» en calidad educativa atraviesa todo el país, la Ciudad «no es la excepción».
«Lo que necesitamos es debatir cómo hacer para que chicos recuperen los aprendizajes perdidos en la pandemia y revertir la tragedia educativa en Argentina», dijo el neurocientífico. Expresó que «la economía del siglo 21 es la educación y la escuela es uno de los lugares más importantes para construir conocimiento», y que «es probable que en los años avanzados de primaria o secundaria haya chicos que quieran entender o impulsen temas vinculados al lenguaje inclusivo y los docentes tienen que estar preparados para conducir esa reflexión y jamás cancelar temas que emergen de las clases».
«Aportar autonomía individual a los estudiantes es distinto a la militancia en las aulas», remarcó, y sostuvo que en realidad «no hay prohibición porque nunca se aprobó el uso del lenguaje inclusivo, en definitiva se trata de aplicar la currícula como existe, estos son los fulbitos para la tribuna», dijo, e insistió con que «el problema es de calidad educativa, los chicos no aprenden porque viven en pobreza».
En ese sentido, apuntó contra la gestión del PRO y a la caída de la inversión a lo largo de los años de gobierno en la cartera que actualmente conduce la ministra Soledad Acuña. «La educación de la Ciudad tiene un presupuesto que cae un punto por año, ¿por qué no hablamos de eso?», preguntó. Y aseguró que a la hora de tomar decisiones en la Ciudad «se manejan por cuestiones electorales». «En vez de hablar de calidad educativa vemos focus group y encuestas y si bajamos un punto tomamos decisiones que no cambian nada», agregó.
«Tenemos que discutir que se bajó el presupuesto educativo en los 14 años de gestión del PRO. Cayó 14% en términos reales, descontando efecto de inflación entre 2011 y 2020, y el peso del presupuesto del ministerio dentro del total del gasto se redujo del 23,8 al 18,5. 14 años de gobierno del PRO con uno de los mayores presupuestos de América Latina junto con DF y San Pablo y el promedio de calidad educativa en la Ciudad es menor al de Chile, de eso hay que hablar», dijo. (Página 12). (13-06-22).