San Valentín 2022: por qué se celebra el Día de los Enamorados

Hoy, como cada 14 de febrero, se celebrará el Día de los Enamorados, también conocido como San Valentín, en honor a Valentín de Roma. Si bien la historia tiene un origen religioso y trágico, en la actualidad se celebra en varias partes del mundo con tintes románticos entre parejas.

Regalos del Día de los Enamorados

Ramos de rosas, bombones en cajas de corazón con un gran moño de raso, osos de peluche XL, tarjetas con frases ultra-románticas y ropa interior de encaje rojo. Cada año, la demanda de estos productos y sus precios se disparan al infinito en esta fecha tan especial: San Valentín 2022. Es que, Hollywood mediante, el Día de los Enamorados sumó adeptos en todos los rincones del planeta.

Los detractores de esta efeméride sostienen, no sin algo de razón, que se trata de una estrategia comercial para impulsar las ventas de toda una batería de productos que bien podrían incluirse en la categoría de «todo para el romántico». Ahora bien, más allá del consumo actual, el Día de San Valentín tiene un origen religioso y que se remonta a la antigua Roma.

La verdadera historia de San Valentín

No fueron los shoppings. Tampoco las películas de Hollywood. Aunque no lo parezca, los comerciantes no tuvieron nada que ver en que el 14 de febrero se festeje San Valentín. La fecha «del día del amor» tiene un origen trágico: una ejecución.

Según la versión más difundida, la tradición se remonta al siglo III en la antigua Roma, durante el imperio de Claudio II. Al emperador —poco romántico, pero práctico— se le ocurrió que necesitaba soldados más enfocados en las batallas y que no se distrajeran con parejas o hijos. Así que decidió prohibir los matrimonios entre la gente joven.

Claro que esta medida no fue bien recibida entre los enamorados, que siguieron casándose en secreto y con la ayuda de Valentín, un sacerdote que unía a las parejas y las bendecía. Pero Claudio II se enteró lo que ocurría y ordenó la detención de Valentín, que fue condenado a muerte por desobedecer sus órdenes. La ejecución fue, precisamente, un 14 de febrero del año 270.

El sacerdote Valentín fue ejecutado por desodedecer la orden del emperador Claudio II y casar a las parejas jóvenes en secreto.

Siglos después, el papa Gelasio I santificó a Valentín y la fecha de su ejecución fue agregada al calendario litúrgico. Desde entonces, cada 14 de febrero se celebra el Día de los enamorados o San Valentín, en honor al sacerdote que murió para ayudar a las parejas a unirse.

Sin embargo, hay al menos dos versiones más de Valentines «alternativos» vinculadas a la fecha conmemorativa. Una es la de un obispo de Terni, una localidad cercana a Roma, y otra sobre un mártir del norte de África.

En otra versión, con orígenes precristianos, el Día de San Valentín es una tradición surgida del festival romano de tres días conocido como las Lupercales. En honor al dios de la fertilidad, el festival caía en la mitad de febrero, marcando el inicio oficial de la primavera.

¿Existió en realidad el Santo del Amor?

El Santo del Amor existe, pero no tiene nada que ver con San Valentín ni con su fecha de celebración. Aquellos que quieran conseguir una pareja deben rezarle a San Antonio de Padua, reconocido por encargarse de formar romances imposibles, y que se conmemora cada 13 de junio.

El patrono de los amores imposibles, declarado santo en el año 1232, menos de un año después de su muerte, era un sacerdote franciscano de origen portugués y doctor de la Iglesia. Era hijo primogénito de una familia de buena posición económica y su nombre de nacimiento era Fernando de Bulhôes y Taveira de Azevedo.

A los 15 años ingresó al convento agustino de San Vicente de Fora, en Lisboa, Portugal. En 1220 tuvo su primer contacto con los frailes, religiosos fundados por Francisco de Asís en Italia y su nombre Antonio lo adoptó cuando se hizo franciscano.

En 13 de junio de 1231, cuando tenía 36 años, falleció y por orden del papa Gregorio IX, en lo que significó una de las canonizaciones más rápidas de la historia, se celebra su día para homenajearlo.

Como parte de la tradición, aquellos que quieran pedirle un compañero a San Antonio deben obtener 13 monedas regaladas de personas cercanas, ofrendárselas y poner la figura de San Antonio de cabeza. De todas formas, se trata de una superstición y una práctica no cristiana.

Además, los interesados tendrán que asistir a una iglesia donde esté San Antonio y dejar como ofrenda 13 monedas, encender una veladora blanca y rezar 13 padres nuestros, 13 Ave Marías y 13 glorias. Esas oraciones deben repetirse durante 13 días consecutivos. (14-02-22).

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